El curioso tiempo terminará por abrirla.
Pandora es un personaje de la mitología griega, que habiendo sido creada por Zeus y otros Dioses, fue enviada a la tierra trayendo consigo un ánfora que contenía todos los males y todos los bienes que hasta ese momento no conocía la humanidad. Un día, su curiosidad hizo que Pandora abriera el ánfora y de allí escapó todo su contenido, excepto la esperanza, la cual quedó atrapada cuando Pandora cerró de nuevo el ánfora, todos los males se quedaron en la tierra y los bienes restantes subieron al Olimpo para quedarse allí. Mas o menos así sería una de las versiones que hacen referencia a este pasaje de la mitología griega y que se conoce como la historia de la caja de Pandora.
Muy lejos de los griegos en el tiempo y en el espacio, en nuestro continente y en pleno siglo XXI, al parecer otro Dios que no es Zeus, sino nuestro eterno Dios el padre de Cristo, ha colocado entre los venezolanos su Pandora y con ella ha convertido a Venezuela en su ánfora llena de males, los cuales el día que sea abierta liberará por el mundo y por toda América demonios y males desconocidos por los pacíficos y despreocupados habitantes de esta zona del mundo.
Solo cuando el mal mayor desaparezca del acontecer diario venezolano, se conocerá la magnitud del daño que habría hecho al país y en general a todos sus habitantes. Antes, es muy probable que el famoso “que vaaaa”, “yooo no creo”, “nooo vale”, sea la expresión más probable o la única exclamación de escépticos compatriotas empeñados, como avestruces tropicales, en enterrar la cabeza en la arena para evitar ver lo que ocurre a su alrededor.
Casi desde que se instauró, sin perder ni un minuto de su tiempo, el gobierno chavista le está jugando sucio a su pueblo y a los demás pueblos de Latinoamérica y el mundo. Invariablemente, cuando se le descubre o se denuncia alguna de esas sucias jugadas, la respuesta del gobierno es el silencio sobre el tema y el ataque sobre los factores que se le opongan. El gobierno, encabezado por el Hugo Chávez, alias “Pelo pintao”, vive constantemente defendiéndose con el ataque, enfriando los temas que le pueden quemar las manos y recalentando aquellos que como dividendo pueda dejarle la neutralización de su enemigo, bien sea por encarcelamiento, la inhabilitación o exilio y cuando no le queda otro camino, mediante el chantaje, el soborno o el terrorismo.
Hace algunos años, personalmente hice algunas denuncias, entre ellas la de el uso irrestricto de escolta de la DISIP y la de acceso a zonas vedadas al venezolano común en el aeropuerto internacional de Maiquetía, de un individuo perteneciente a los niveles decisorios de las FARC, el terrorista Rodrigo Granda Escobar, alias “Ricardo”, situación que Diosdado Cabello, Ministro de Interior y Justicia de ese entonces prometió mediante declaraciones públicas, investigar y llevar hasta las últimas consecuencias. El silencio subsecuente fue roto cuando los órganos de inteligencia colombiana que dieron con su paradero en Venezuela, hicieron que la Guardia Nacional lo aprehendiera y lo entregara en la frontera con Colombia y el gobierno formó una alharaca bestial denunciando al gobierno de Colombia y acusando de secuestradores y traidores a la Patria, a los miembros de la Guardia Nacional que cumplieron con su deber. Ahora, luego de su liberación, Granda vive de nuevo en Venezuela y desde allí se dedica a promover internacionalmente a las FARC para derrocar al gobierno democrático de Colombia.
La denuncia que más destacó, fue sobre la presencia en Venezuela de uno de los involucrados en el vil ataque a las torres del World Trade Center. Denuncié como al llegar deportado de los Estados Unidos, la DISIP lo desapareció desde el mismo aeropuerto internacional de Maiquetía, para reaparecer como próspero operador de una casa de bolsa en Margarita. La defensa del gobierno fue un prolongado silencio, el cual llega hasta la actualidad.
Hoy me llama la atención un caso muy parecido cuya respuesta del gobierno es el consabido silencio, indicador de que quienes denuncian dieron en el blanco y que el gobierno inicia otra de sus operaciones de encubrimiento destinadas a ocultar no solo el objeto de la denuncia, sino su responsabilidad frente a la comunidad internacional.
Se trata de la presencia en Venezuela de otro personaje de la misma calaña que los mencionados por mi anteriormente, uno de los más conocidos, solicitados y activos terroristas internacionales; muy a la par de su a veces socio, a veces subalterno y otras competidor, el venezolano Ilich Ramírez Sánchez alias Carlos El Chacal. Se trataría de Abu Nidal quien presuntamente fue detenido por Interpol en Maiquetía, pero que más tarde, ya no como detenido sino como huesped, fue trasladado a una clínica del Este, donde fue sometido a tratamiento médico y cambio de identidad.
Los siguientes son fragmentos de informaciones que han ido apareciendo y el gobierno no dice nada:
“Por órdenes del Gobierno estuvo bajo custodia… el Alto Gobierno habría ordenado proteger a un ciudadano palestino que fue detenido por la Interpol al ingresar al aeropuerto de Maiquetía, Vargas… En Inmigración presentó sus documentos y fue arrestado por ser aparentemente un ‘terrorista’, pero posteriormente, agentes de la Disip llegaron al sitio y se lo llevaron a Caracas, revelaron fuentes de inteligencia… Fue llevado a una clínica al Este de Caracas donde permaneció recluido debido a que presentó problemas estomacales… Al principio, se le llamó José Hayij Tuabaji… últimamente, figuró como Shidelaq Basir; en la ficha se registró como una mujer…” Vale acotar que, quien detiene a Abu Nidal bajo otra identidad, es la oficina de Inmigración venezolana no es la Interpol, organización que no tiene ni agentes destacados en ningún país y menos aún, éstos tienen delegada autoridad para privar de libertad y asumir la custodia de nadie. La referencia que se hiciere a Interpol en Venezuela o cualquiera fuere otro el país, se circunscribe al acceso directo a sus registros y archivos policiales donde están archivados todos los datos sobre la identidad, fotografías, movimientos y los distintos nombres conocidos y utilizados por los delincuentes de distintas especialidades criminales quienes, por una u otra causa penal, están siendo requeridos y solicitados internacionalmente por cualquier país… Sorprendentemente, luego de esta información con “demasiados detalles”, el caso Abu Nidal y su protagonista se sumergen nuevamente en su habitual penumbra. Declaraciones oficiales, confirmaciones o airadas negativas venezolanas, como es habitual, – Tarek El Aissami, ministro del ramo por ejemplo- no existen”.
Que ha ocurrido con este terrorista? Que como siempre, con su silencio, el gobierno nos confirma que las informaciones que se entrecruzan quienes la manejan fuera del gobierno, están en lo cierto. Tal como ocurrió con el secuestrados de aviones Ballestas, Granda Escobar o Hakim Diab Fathat , el gobierno no se da ni por enterado para eludir cualquier postura que lo pueda vincular a estos personajes si se llega a confirmar su vinculación.
El gobierno sabe que todas las policías del mundo lo vigilan y que les están construyendo su expediente sumario día a día. Si yo fuera Hugo Chávez, no dormiría. El mismo todos los días cava un hueco más grande que el que albergó a Sadam Hussein en Irak. Hugo Chávez debería recordar cada noche, que sus aduladoras manos estrecharon las de un ahorcado, que delirante de gloria recostó su regordete cuerpo al de un ejecutado por asesino.
Hugo Chávez está rodeado por sangre por todos lados, sus manos se mancharon el 11 de abril del 2002, su conciencia se tiño de rojo cuando encubrió el asesinato de una ingeniero de PDVSA, 1 subteniente y 3 soldados en el Cutufí en el 2004, su alma está salpicada de sangre de todos los inocentes asesinados por los terroristas de las FARC, el ELN, ETA, Hezbolla, Al-Qaida, a quienes patrocina con nuestro dinero, los espíritus de sus descendientes están manchados por la sangre derramada por terroristas como El Chacal, a quien soporta económicamente y cuya liberación y entrega a Venezuela procura con todas sus fuerzas y por los asesinos de nuestros compañeros de armas tanto por la guerrilla colombiana como por los grupos cubanos y venezolanos que clavaron sus fauces sobre nuestras Fuerzas Armadas y que hoy son los mantenidos del zamuro de Sabaneta.
Hugo Chávez, en su vínculo con el infierno, algún día sin darse cuenta destapará nuevamente la caja de Pandora y la abrirá cuando el escaso apoyo popular que aún le queda para legitimar su status pseudo democrático lo abandone por completo. Será entonces cuando el mundo entero se percatará del terrible mal que se incuba dentro de nuestras fronteras. Desde ese día, los venezolanos dejarán de ser bienvenidos en otros países, se les perseguirá, se les expulsará como plaga y se les conocerá como la nacionalidad indeseable, corrupta y maldita de la cual hay que alejarse. Seremos condenados a vivir solos y en la ignominia junto al dictadorzuelo que nadie quiere derrocar para que no escape de la ira de su pueblo cuando llegue el momento de pedirle cuentas a la vez que lo extraen del agujero más inmundo que pueda albergar su archi conocida cobardía.