sábado, 2 de enero de 2010

Ave de carroña socialista

Los giros del zamuro de Sabaneta sobre el olor a muerte que mana de Haití

El increíble traficante del dolor, nuestro Presidemente Hugo Chávez, trata de sacar partido político de la tragedia haitiana. Este repulsivo carroñero que parece emergido no de las aulas de la Academia Militar de Venezuela, sino de la mazmorra más obscura de la historia del mundo, no desperdicia oportunidad alguna para obtener beneficios en el terreno político. En su afán de llamar sobre si la atención del mundo, no respeta el dolor de las víctimas de su irresponsabilidad como el jefe de Estado venezolano, ni la aflicción de las familias que su fallida revolución toca con el halo de la muerte y mucho menos del pesar que embarga a la comunidad internacional, como es el caso de Haití.

En el día de hoy domingo, este impresionante representante de la reencarnación del odio y la maldad, nunca vista en el pasado más remoto y obscuro de la raza humana, manifestó, según lo reflejan los medios de comunicación del país, lo siguiente:



“No vamos a permitir que el imperio gringo se apodere de Haití”. Estas palabras las emitió Chávez en relación a la denuncia realizada por él, Evo Morales y Daniel Ortega, en torno a la “toma militar” que EEUU estaría practicando, dando como excusa la cooperación por el sismo que afectó la pasada semana a ese país.

Chávez, que ha acusado a la Marina estadounidense de provocar el sismo con una nueva arma para generar terremotos, dijo durante su programa dominical de radio y televisión que los médicos enviados por el país norteamericano son ineficientes porque tienen miedo.

“Los yanquis no consiguen pacientes y algunos entonces se han estado aproximando a los médicos cubanos y a los venezolanos para que les den pacientes, porque ellos no se meten entre los escombros, ellos no se meten a los barrios (…) les da miedo“, criticó.

De esta forma el presidente ha fustigado la presencia del buque hospital de la Marina estadounidense, USNS Comfort cuya plataforma se encuentra a pocos minutos en helicóptero de la costa haitiana.

Tales declaraciones, son preparatorias a la reunión de los cancilleres de el Alba, a quienes ya les tiene preparada la resolución que deberán firmar, previo acuerdo con sus mandatarios chulos y alcahuetes.

Mientras en los lugares más remotos del planeta la solidaridad se apresta para viajar en cajas de ayuda, mientras hogares, instituciones, organizaciones y gobiernos se preparan los envíos para al menos tratar de aliviar las carencias más urgentes de la pobre nación caribeña, el zopilote llanero, vergüenza del mismo Maisanta si viviera, prepara su asqueroso pico y sus sucias garras para sacar de allí algún provecho y a cualquier precio. Mientras todos quieren aportar un granito de arena para aliviar el sufrimiento de los sobrevivientes al terremoto de Haití, este ser del fantasmagórico inframundo comunista, se apresta a robarles la atención del planeta, con la finalidad de cumplir son la tarea que le ha sido asignada por los hilos del poder mundial que lo manejan a su antojo.

La desvergüenza de Hugo Chávez no tiene mesura ni parangón. El mismo Fidel Castro en su senil locura cómplice no se atreve a igualarlo ni tiene la menor intención de coprotagonizar la canallesca farsa que se apresta a montar en el tinglado ofrecido por otros descarados cabezas de gobierno latinoamericanos, no obstante que en las líneas que escribe o le escriben, critica el envío de soldados a la isla.

Mucho más vil, canalla y desvergonzado, ha sido el hecho del envío de equipos de propaganda televisiva de Telesur, con la finalidad de emitir boletines sobre la “enorme” ayuda enviada por Venezuela a la isla, donde se presenta la actividad anónima de muchos países como un resultado de la ayuda venezolana, la cual aún cuando existe no llega a representar ni el 1% del total de la ayuda en general. Con los dos transportes de la Armada enviados y los vuelos de nuestros viejos C130 y algunos Casa 222, la ayuda en términos de cantidad de hermanos haitianos auxiliados no sería suficiente ni para 1000 personas, en contraste con otro tipo de ayuda recolectada por los venezolanos y algunas organizaciones humanitarias, la cual sin propaganda ideologizante y en completo y solidario silencio, ya se encuentra en las manos, cubriendo sus cuerpos o en los estómagos de los niños, mujeres, ancianos y hombres golpeados por el infortunio.

La trastornada percepción de la realidad en una lucha mediática contra “el imperio” hace que el “equipo reporteril” de Telesur, exhiba un video donde se presentan algunos camiones a medio cargar y un equipo de maquinaria pesada, como la gran ayuda de los países del Alba, suficiente para “hace palidecer” la ayuda del resto del mundo.

La deslenguada narradora afirma que la ayuda es de más de 6000 toneladas de alimentos, sin tomar en cuenta que tal cantidad solo es posible transportarla en no menos de 180 gandolas de alto tonelaje, las cuales a su vez solo sería viable transportar hacia Haití, con los recursos que posee la Armada venezolana en unos 45 días sin parar las 24 horas del día. Sabrá esta reportera, que el gobierno no pudo con Vargas, donde su ayuda no llegó a más de 5.000 personas y que el resto de la población se las tuvo que arreglar por sus propios medios y por cuenta de los miles de venezolanos que se movilizaron a instancias de la acción privada? Tendrá idea esta pobre alienada que en Haití la tragedia es 100 veces mayor que la de Vargas y que la ayuda venezolana es 10 veces menor?

Este gobierno, el cual en 10 años no pudo ayudar como gobierno responsable al pueblo de Vargas luego de su triste catástrofe, pretende a fuerza de perorata política asquerosa y repugnante, mostrar al mundo la solidaridad venezolana como el producto de la bondad y la magnanimidad de un solo hombre, el grande, el misericordioso, el elegido por Dios para liberar al mundo de la miseria, el Presidemente Hugo Chávez.