domingo, 18 de julio de 2010

EL PROFANADOR DE CARACAS

Que sentiría usted, si la tumba de su familiar más querido es abierta para utilizar su digna memoria como propaganda política?

Este jueves 15 de julio, el gobierno colombiano decidió liberar algunas de las pruebas que involucran activamente al gobierno de Hugo Chávez con la guerrilla de las FARC y el ELN. El silencio del chavismo durante la tarde del 15 y la mañana del 16 fue absoluto. Las informaciones sobre las pruebas son contundentes, pero el silencio del gobierno son la indicación de que es demasiado tarde para presentarlas, porque ya no le importa que lo vinculen o no.

La atención del gobierno venezolano está centrada en las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre y en consecuencia no habrá nada sobre este planeta que lo distraiga: Los miles de toneladas de alimentos podridos, la inseguridad que le arrebata la vida a 16.000 venezolanos al año, los miles de millones del erario público que se dilapidan en un abrir y cerrar de ojos, el regreso de las epidemias que ya eran solo un recuerdo histórico y estadístico en Venezuela, la invasión cubana y la invasión guerrillera colombiana, no serán elementos a considerar en la agenda del gobierno.

El norte de todas las acciones del gobierno serán las elecciones parlamentarias y en su contexto, la continuación de la sumisión del Poder Legislativo al Ejecutivo, la cual solo se asegurará con un balance positivo en el proceso electoral. Para alcanzarlo, el Presidemente necesita que los votantes no asegurados para su opción , porque la votación cautiva ya la tiene bien asegurada, acudan a las urnas y para ello, como el pescador más que experto, mañoso, necesita lanzar algunas carnadas.

Esa es la explicación más coherente acerca de su reciente desatino, en el que incurrió al mancillar con fines políticos la memoria del Padre de la Patria, nuestro Libertador Simón Bolívar. Como todo delincuente, amparado por la noche, en complicidad con otras personas y con el rostro cubierto, consumó su macabro fin, con el enfermizo deseo de acercarse a la gloria del ser a quien tanto envidia y a quien muere por usurpar en la historia..

Tenía años rondando en su febril mente la idea de cometer el más abominable sacrilegio que se le haya ocurrido a Venezolano alguno. Siempre estuvo diciendo que al Libertador se le había envenenado, para tener una coartada ante el crímen que soñaba con realizar y ese, indistintamente de lo que pudiera determinarse de las experticias por realizar, será el resultado final, por lo que una vez más el Presidemente “tendrá” la razón. Creo que el dinero de los venezolanos no debería malgastarse en unas pruebas cuyo resultado ya está decretado.

El problema radica, en que a este profanador de tumbas no hay autoridad que lo impute , ni tribunal que sea capaz de juzgarlo. Tampoco hay asesor que logre aconsejarlo ni persona que le ponga freno: Simplemente, es un loco que se escapó del control del psiquiátrico en que se ha convertido su gabinete y los poderes a los que domina. Tal vez por eso, quedó grabada para la historia la imagen de Diosdado Cabello dando brinquitos en una tarima y gritando “Chávez los tiene locos”, frases que la mayoría las creyó dirigidas a la Oposición, pero que el tiempo ha demostrado que se refería al chavismo.

A todas estas, ninguna de las naciones hijas de Bolívar se pronunciaron al respecto. Comprensible era la actitud de Ecuador y Bolivia, pero inexplicable la colombiana y la peruana, sin entrar a calificar la del pueblo venezolano, a quien le dejaron una ventanita de televisión para que viera como se consumaba una violación. De ahora en adelante, personalmente opino que nada de lo que haga el Presidemente, hará que los venezolanos levanten su trasero del asiento para defender a su patria.

Nuevamente le echo la culpa a la IV República, por cuanto durante los 40 años en que estuvo instalada rigiendo los destinos de los venezolanos, no hizo bien su trabajo; a lo largo de esos 40 años, jugó al acertijo con los destinos de las generaciones que nacieron y vivieron en ella, e incumplió con la noble tarea de educar al pueblo para evitar que farsantes como el actual ocupante de Miraflores lo timaran y lo convirtieran en su propio verdugo. Que bien lo expresó el mismo Libertador Simón Bolívar cuando expresaba que “La esclavitud es hija de tinieblas, un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción.”

Hoy, vemos como la gran mayoría de los venezolanos, sin distingo de su tendencia política, asisten a su propio funeral como nación y como entidad, empujados por un desquiciado que en el mejor de los casos, de no haber sido por nuestro propio pueblo que lo eligió, estaría retirado desde el 2005 criando cochinos y vacas en alguna finca del estado Barinas y robando a sus peones.