El dinero de los venezolanos es el vehículo para la expansión mundial del castro-chavismo.
A casi todos aquellos quienes teniendo una computadora en su casa y se han suscrito al servicio de Internet, les ha ocurrido más de una vez, que ante el malfuncionamiento de la máquina, el diagnóstico definitivo es: Sistema Operativo infectado por un virus.
A la mayoría de ellos se les llama “troyanos”, porque entran a nuestras computadoras disfrazados de inofensivos archivos, a los cuales les damos acceso generalmente atraídos por su nombre o porque parece lo que estamos necesitando en un determinado momento. Una vez dentro de la computadora, en determinada fecha o al darse una rutina prefijada, se activan las instrucciones que lleva en forma de macros o scrips y comienza a atacar el software de nuestra computadora, bien sea el sistema operativo o un programa en particular.
Algunos para evitar las infecciones electrónicas acuden a los antivirus más populares, lo cual funciona siempre y cuando se actualice la versión del antivirus que se está utilizando y cuando la versión actualizada cubre el amplio espectro de virus que se produce minuto a minuto en el mundo. En el 100% de los casos, los culpables de que ocurra un ataque por virus a las computadoras son los usuarios de la computadora en cuestión, porque los virus no tienen la capacidad de viajar por Internet e instalarse donde quieran sino donde se lo permiten.
Ustedes se preguntarán; Que tiene que ver un virus informático con el virus chavista que este General coloca en el título de su artículo? Pues, veamos:
Como consecuencia del fracaso del método violento Castrista de los años 60 para la toma del poder en Latinoamérica, el tirano del Caribe Fidel Castro, activó varios métodos para lograr su objetivo a mediano y a largo plazo. Específicamente en Venezuela, uno de ellos fue el de la infiltración dentro de las Fuerzas Armadas, aprovechándose del descontento natural que se producía en los cuadros militares, el clientelismo político desarrollado por los gobiernos democráticos venezolanos emergidos luego del gobierno De Facto del General Marcos Evangelista Pérez Jiménez.
La doctrina Betancourt fundamentó su accionar para castrar a las Fuerzas Armadas, rompiendo la cohesión institucional creada por Pérez Jiménez, fomentando la desunión entre las cuatro Fuerzas existentes, disolviendo la Escuela Básica e independizando a la Marina, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional de la hegemonía administrativa y operativa del Ejército. Logrado este objetivo, los llamados “gobiernos democráticos”, aplicando descaradamente una política clientelar que dicho sea de paso, no solo actuó en el sector militar, se encargaron de dividir internamente a cada Fuerza y especialmente a las oficialidad en tres sectores: El consentido por el gobierno de turno, el consentido por el gobierno anterior y los institucionales o apolíticos, pero antes de que esto llegara a consolidarse, la formación militar venezolana, muy distinta a la actual, ante la visión de lo que ocurriría en el corto plazo, produjo un nivel de resistencia institucional que llevó a la postre, con el concurso cubano a dos alzamientos militares en el año 1962.
Conocida esta realidad por la cúpula de La Habana, instruyó a sus aliados de los partidos de la izquierda venezolana, PCV y MIR, invocando el peligro de la politización de las Fuerzas Armadas como vía para su destrucción, entraron en contacto con militares radicales de la Marina, Ejército y Guardia Nacional a quienes ofrecieron el apoyo del gobierno cubano para su movimiento de “recuperación de la Democracia”, generando a la postre los alzamientos denominados “El Carupanazo” y “El Porteñazo” y cinco años más tarde el desembarco de Machurucuto, en la búsqueda de apoyo por parte de un sector de las Fuerzas Armadas, el cual nunca llegó a materializarse.
Fidel Castro nunca se rindió a pesar de sus múltiples derrotas directa e indirectas: Ha sido derrotado en Latinoamérica muchas veces. En su propia isla salió derrotado cuando intentó sembrar cohetes atómicos rusos en el año 1962. Fracasó en Bolivia cuando le mataron al Che. Fracasó su guerrilla en Venezuela. Su único éxito relativo es la guerrilla en Colombia, la cual lleva más de 50 años de terrorismo pero no ha logrado su propósito. Pero en Venezuela, con la llegada al poder de Hugo Chávez como producto de la demolición de la institucionalidad militar, la prostitución de la Democracia por parte de los gobiernos post Pérez Jiménez, la siembra de la ignorancia en el pueblo y la corrupción del aparato estatal, las puertas del mundo se le abrieron al senil barbudo cubano y al sistema instalado en su cúpula de viejos guerrilleros y emisarios regados por el mundo.
Aquí es donde comienza el trabajo que se le encomendó a Hugo Chávez, erigido como Presidente por la voluntad popular y administrador absoluto de una de las rentas petroleras por habitante más grandes del planeta y de la historia, aun cuando el dinero producto de esta renta tiene un único propietario y beneficiario: El pueblo venezolano, quien paradójicamente es tan pobre como sus vecinos más pobres. Solo las manipuladas cifras del Instituto Nacional de Estadística, por arte de la magia de los números y el dominio mediático ubica la pobreza venezolana en solo el 23%, como producto de una reducción del 47% en los últimos 4 años. Por supuesto, tal falsedad forma parte de la conspiración del gobierno para crear la percepción internacional de que su pueblo es feliz y que tal estado de felicidad podría respaldar una sorpresiva votación a su favor en cualquier evento electoral.
Con el dinero del pueblo, este usurpador del poder ha tejido una intrincada red desestabilizadora en el mundo entero. Su dinero ha ido a la India, Pakistan, Rusia, Afganistán, Bielorusia, El Líbano, Siria, Iran, Irak, Siria, Marruecos, por nombrar algunos países de Asia, el Medio Oriente, Africa y Europa, a grupos inmersos en fratricidas luchas tribales, étnicas y religiosas del Africa, a los radicales grupos terroristas europeos en Alemania, Italia, España e Inglaterra y a los terroristas empeñados en sembrar el caos en Latinoamérica, todo con la anuencia de Jefes de Estado genuflexos y hambrientos de dinero, al mismísimo estilo implantado por Manuel Zelaya en Honduras.
El mismo imperio odiado por Chávez, tiene clavado en la mitad de su corazón la estaca de Citgo, la que impunemente reparte combustible barato a los pobres durante el crudo invierno norteamericano movido por una motivación política.
El gobierno español hasta ahora es que se da cuenta de que el grupo terrorista ETA está respirando un segundo aire gracias a la venia de Hugo Chávez quien ha establecido peligrosos puentes de cooperación con las FARC y el ELN.
Argentina se ha dejado “embobar” por los cuantiosos aportes económicos a cuanta campaña electoral, mediática o política ha emprendido el matrimonio Kirchner, sin que sus servicios de inteligencia hayan logrado evaluar los alcances del apoyo de Hugo Chávez a los montoneros y la penetración islámica en el cono sur.
Chile ha sido en extremo blando con quien prepara la lucha de Bolivia por su salida al océano Pacífico.
Peru se ha “hecho el loco” evitando a todo trance la confrontación, mientras Sendero Luminoso se rearma y se prepara para volver por sus andanzas cuando lo comandaba Abimael Guzmán.
Brasil no pierde la oportunidad de usar su experiencia diplomática de sobra probada a nivel mundial gracias a la escuela de Itamaraty, para ganarse unos cuantos dólares, mientras el movimiento de los “Sin Tierra” avanza como un fuego subterráneo que estallará en un futuro bien cercano, cuando no gobierne en ese país la izquierda de Lula.
Ecuador, en la búsqueda de apoyo para optimizar su negociado petrolero, buscando a que buena sombra arrimarse, ha descuidado sus campos y su selva, donde las FARC se preparan para la creación de las FARE (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Ecuador) listas para actuar en cuanto Rafael Correa no sea más Presidente de ese país.
Guyana, silencioso, imperceptible y pobre, posiblemente no se ha dado cuenta de lo útil que le puede resultar a Hugo Chávez en el momento que el pichón de Dictador rojo, decida recuperar ese pedazo de tierra expoliado a Venezuela con la finalidad de explotar el nacionalismo venezolano con fines electorales.
Los ejemplos sobran y se podría hacer extremadamente tediosa y larga, por lo que se podría usted preguntar por que no hay una reacción generalizada contra este piromaniaco de la paz regional y mundial? Pues mis estimados amigos, las respuesta es que todos los gobernantes están hipotecados con Hugo Chávez y que en algún momento, irresponsablemente le abrieron las puertas de su “hard drive” o disco duro, lo que ocasionó que el virus chavista se instalara en su sistema operativo con la malsana intención de destruir su sistema… pero cuando?
… Será el día “D” como lo contemplan todas las Ordenes de Operaciones militares para la materialización de cualquier plan de la misma naturaleza, algo con lo que Hugo Chávez, el Presidemente de Venezuela desde que era cadete de primer año de la Academia Militar está familiarizado a fuerza de repetición (la única manera mediante la cual aprende ese cerebro medieval) y ese día estará definido en cada país por la posibilidad de la pérdida del poder del “amigo” y de la implantación de un sistema diferente al planeado por Fidel Castro para todos los pueblos de Latinoamérica y de sus jefes allá en la lejana Rusia, como el destino de todos los países del planeta.