domingo, 28 de febrero de 2010

La Guardia Nacional si es culpable

La mayoría de los venezolanos ignora el papel de la Guardia Nacional en la crisis eléctrica y de agua en el país.

En el año 1976, luego de cuatro años de internado en la Escuela de Formación de Oficiales de las Fuerzas Armadas de Cooperación (EFOFAC) egresé con el grado de subteniente de la Guardia Nacional y como Licenciado en Ciencias y Artes Militares, opción Administración Pública, mención Guardería Ambiental y de los Recursos Naturales Renovables.

Tal calificación académica, era el resultado de la incorporación al Plan de Estudios Simón Rodríguez de la EFOFAC, de un nuevo curriculum, constituido por tres áreas programáticas: Resguardo Nacional, Seguridad y Orden Público y Guardería Ambiental y de los RNR. Todo esto estaba enmarcado en un esfuerzo del Estado, para que la Guardia Nacional ejerciera funciones de apoyo a la Administración Pública en las áreas en las que se fundamentarían los Planes de Desarrollo Nacional.

Ese mismo año, habiendo sido creado el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales Renovables y promulgado la Ley Penal del Ambiente, me adentré en la vida institucional de la Guardia Nacional como Subteniente Comandante de Pelotón e instructor en la Escuela de Guardias Nacionales Forestales (ESGUARNAFO). En aquella escuela, se especializaba a los Guardias Nacionales en el área de Guardería Ambiental y de los RNR , dotándoseles de los conocimientos necesarios para la aplicación de los Reglamentos del conjunto de leyes que regían para la materia, el cual contemplaba no menos de 14 leyes, 3 códigos, 26 reglamentos, así como innumerables ordenanzas y providencias, invistiéndosele de las atribuciones necesarias a lo largo y ancho del territorio nacional y especialmente en las zonas bajo régimen especial.

Para 1976, en materia de Guardería ambiental y de los RNR, la Guardia Nacional contaba con:

Una Dirección de Guardería Ambiental y de los Recursos Naturales Renovables ubicada en la Comandancia General de la Guardia Nacional en Caracas, dependiendo del Estado Mayor de la GN.

Una Oficina de Enlace entre el Ministerio de la Defensa y el del Ambiente y los RNR y Oficiales de enlace en dicho Ministerio a nivel nacional, regional y local.

Unidades de nivel Destacamento, Unidades Especiales, Compañías, Pelotones y Puestos de la GN dedicados exclusivamente al área ambiental y de los Recusrsos Naturales Renovables, inclusive algunas de ellas ubicadas dentro de Parques Nacionales y zonas bajo régimen especial.

Pensa académicos en todos sus institutos de formación de Oficiales, Sub Oficiales y Guardias Nacionales, así como en sus institutos de Capacitación como en los de Especialización.

Personal de Oficiales, Sub Oficiales de Tropa y Guardias Nacionales formados, capacitados y especializados en materia de Guardería Ambiental y de los RNR.

Recursos logísticos, materiales y financieros presupuestados a la Guardia Nacional y adicionalmente aportados por el Ministerio del Ambiente y los RNR que incluían helicópteros, aviones, lanchas, vehículos todo terreno, motos, semovientes (mulas y caballos), equipos especiales, etc.

Cobertura legal en materia penal y administrativa para fundamentar sus actuaciones.

Apoyo del Poder Judicial y del Ministerio Público (Fiscales Penales Ambientales).





Es decir, la Guardia Nacional se había constituido en uno de los principales agentes contra la degradación ambiental y de los RNR en el país y su función era reconocida y apreciada por los entes de la Administración Pública a los que apoyaba y por la ciudadanía. Sus unidades estaban presentes en El Avila, en Guatopo, en el Turimiquire, en el Parque Henry Pittier, en Tucacas, en la selva de San Camilo, en la Reserva Forestal de Ticoporo (pregunten si esta reserva existe), en la Sierra de Imataca, en El Guri, en la Represa de La Mariposa

… Hasta que llegó el Socialismo del Siglo XXI y comenzó a demoler todo lo que oliera a la famosa IV República. La función primigenia de Guardería Ambiental pasó al olvido. El esfuerzo principal de la Guardia se centró en la represión y en el apoyo a las misiones que a diestra y siniestra iba creando el Presidemente que gobierna al país.

Curiosamente, la misión de la Dirección de Guardería Ambiental y de los RNR de la Guardia Nacional en la actualidad contempla:

“Acelerar la Construcción de un Nuevo Modelo Productivo Rumbo a la Creación de un Nuevo Sistema Económico”

“Dar cumplimento a las siete líneas de acción para una gestión ambiental compartida, diseñadas por el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente”

“Organizar un programa de actividades y operaciones que deberán ser cumplidas por las Unidades Operativas del Componente con la finalidad de disminuir los ilícitos ambientales e incrementar las operaciones de Guardería Ambiental, dándole cumplimiento a las disposiciones legales ambientales vigentes.”





En dicha misión, más que un propósito institucional se deja traslucir un propósito político, tal como ocurre con todas las misiones desplegadas en las carteleras, páginas web y publicaciones de la Guardia Nacional, en desmedro de la génesis de los servicios institucionales, cuya tradición en el seno del pueblo venezolano es motivo de grata remembranza por la población en general y de aleccionadora recordatoria por quienes llegaron a infringir la Ley.

Esta semana algunos periódicos titularon : “Ambientalistas cuestionan medidas tomadas contra crisis eléctrica” para referirse a un pronunciamiento de la red ARA, conformada por 17 organizaciones no gubernamentales, la cual afirmó que "el debilitamiento de las políticas y procesos de gestión ambiental" han causado "un perjuicio" al país y advierten que el Estado ha perdido capacidad para defender "la integridad de las cuencas hídricas". Lamentan que se hayan obviado las energías limpias y se haya favorecido la instalación y uso de plantas termoeléctricas. En un comunicado emitido este miércoles, la red ARA señaló que era "inadecuado y erróneo" atribuir la causa de la situación a la ausencia de lluvias, como lo ha planteado el Gobierno nacional. Más bien señalan que la emergencia se deriva de una "grave crisis ambiental".

La red dijo que "el debilitamiento de las políticas y procesos de gestión ambiental" han causado "un perjuicio" al país. Como consecuencia, el Estado ha perdido capacidad para defender "la integridad de las cuencas hídricas". El efecto es que los ríos están desprotegidos de los efectos del cambio climático global.

Tal como lo dicen los ambientalistas desde su punto de vista global, el problema está en el debilitamiento de las políticas y procesos de gestión ambiental y como resultado, ni que llueva, ni que traigan de Cuba a los torturadores cubanos, ni que bombardeen las nubes las 24 horas del día, el problema se va a resolver. Venezuela está indefensa ante las “metidas de pata” del gobierno en todos los órdenes.

El denominado socialismo del siglo XXI con su secuela de males llegó a la Guardia Nacional, presagiado por el manifiesto chavista de 1992 donde se planteaba la disolución de esta institución, para acabar con la misma desde adentro, utilizando para tales fines las debilidades humanas de sus integrantes y eliminando su razón de ser, es decir, socavando la base para el desarrollo de sus funciones institucionales y que mejor forma que anulándola frente al deber e incentivándola a participar en la destrucción del país.

Hoy, vemos en cámara lenta, en vivo y en directo una de las catástrofes, cuya previsión por parte del Estado responsable dio origen a una de las funciones institucionales más bonita y abnegada de la Guardia Nacional, la de Guardería del Ambiente y los Recursos Naturales Renovables. El estado actual de las represas del país es la bienvenida al caos hídrico y eléctrico que ya toca a nuestras puertas y como Guardia Nacional tengo que decirle a los venezolanos, que la que fuera mi institución tiene parte de la culpa y que el resto es responsabilidad del mandatario más inepto e irresponsable que ha parido, y en mala hora, la tierra de Bolívar.

La primera responsabilidad, como corresponde, es del primer mandatario del país, quien de manera directa ha cometido toda clase de desatinos al conducir la política interna de Venezuela, unas veces de manera deliberada y otras inconscientemente, haciendo que todas las instituciones del país se desviaran de sus propósitos fundamentales y de la razón misma de su existencia.

En el caso de la Guardia Nacional, la ha convertido en su guardia pretoriana y en uno de los represores más odiados por el pueblo, extrayéndola de la esfera de sus atribuciones en lo que respecta a sus funciones primigenias, que en caso al que me refiero es al de la protección del medio ambiente, la flora, la fauna, las cuencas hidrográficas y los reservorios hídricos del país.

El caso de la represa de El Guri es una de los ejemplos más dramáticos. El Presidemente, buscando eliminar testigos ante la penetración extranjera en la búsqueda de Uranio, utilizó como pretexto la corrupción de uno de sus Generales preferidos, Alberto Taguarí Betancourt Nieves, a quien no dudó en sacrificar cuando ordenó la salida de la Guardia Nacional del Estado Bolívar y le dio sus funciones al Ejército, componente que de inmediato comenzó el relajo ambiental más depravado que recuerde región alguna del país. Igual hizo casi al mismo tiempo con las misiones de Las Nuevas Tribus, a quienes acusó de espías. En cinco años, el daño ambiental alcanzó las proporciones que podría haber alcanzado en cien años, la minería ilegal alcanzó niveles incontrolables y el contrabando de madera dejó de serlo para convertirse en la actividad descontrolada más implacable contra la masa forestal, en virtud a lo cual, las cuencas hidrográficas hoy están castigando a los venezolanos al negarles sus caudalosos aportes a la inmensa represa del río Caroní.

En el caso de la represa Uribante – Caparo, santuario de la guerrilla del ELN en Venezuela, el gobierno fomentó la connivencia entre este grupo guerrillero y la Guardia Nacional, dejando la zona en manos de la guerrilla y a merced del contrabando de madera, casi tan rentable como el tráfico de drogas. Con la inmensa reserva pasó igual que con la reserva forestal de Ticoporo, San Camilo y El Cutufí.

La misma situación se vive en todo el país. La plaga roja ha ido cubriendo a Venezuela para desgracia de los venezolanos. El país ha retrocedido en el sentido positivo cincuenta años y en el sentido negativo ha avanzado otros cincuenta, lo que ha generado una brecha de 100 años en solo 11 años de pesadilla chavista.