domingo, 20 de febrero de 2011

Como se allanó el camino a la llegada de Hugo Chávez (V)

La Quinta República requiere de mi apoyo.

La gestión en la Escuela Superior de la Guardia Nacional o “la nevera” como la llamaban los Oficiales en virtud al uso que se le daba a esta unidad escuela (para congelar allí a generales incómodos o problemáticos por cualquier razón), como era de esperarse resultó lo menos resaltante institucionalmente, a no ser por los cambios internos que logré imprimirle y que no tienen relevancia, por lo menos frente al compromiso en el que me vi imbuido posteriormente, cuando debí atender el llamado de la Quinta República.

Mi lucha en el Regional Nº 5 no pasó desapercibida para Don Luis Miquilena, quien ante las órdenes del Presidente de la República de “hacer algo” con motivo de la detención en Venezuela del guerrillero JOSE MARIA BALLESTAS TIRADO y de su concubina Patricia Montero Delgado, destituyó al Director de Identificación y Extranjería Carlos Sutrun Martínez y me pidió asumiera el cargo.

El 10 de marzo de marzo del año 2000, nuevamente estaba listo con mi arsenal de ilusión para “combatir a la corrupción en cualquiera de sus manifestaciones”. El campo de batalla era propicio, la Dirección de Identificación y Extranjería (DIEX) era una dependencia del ministerio del interior legendaria por su elevado índice de corrupción.

Señalar casos consistiría en un trabajo documental de proporciones descomunales, pero el más comentado nacional e internacionalmente hasta ese momento había sido el ingreso de Vladimiro Montesinos por el aeropuerto de Maiquetía sin que fuera detectado. Mi espíritu investigativo o tal vez mi curiosidad me llevó hasta el funcionario que estaba de guardia esa tarde en el área de la rampa militar (Area del aeropuerto donde parquean aviones militares y por donde ingresan las personalidades que provienen del exterior y el Presidente de la República.) del aeropuerto internacional de Maiquetía. Al tener al funcionario en frente comencé a interrogarlo al respecto y el mismo me manifestó los detalles del ingreso del Capitán Montesinos, entre ellos la presencia de una comisión proveniente de Caracas de presuntos policías, quienes venían acompañados de un sujeto alto, delgado y moreno a quien algunos se refirieron como “mi general”, la llegada en un avión particular y su salida del aeropuerto en una caravana de camionetas Blazer y Explorer con vidrios cubiertos de papel ahumado.

Otro caso que me llamó la atención de inmediato y que me dediqué a investigar fue el caso Ballestas, el cual voy a presentar de la mejor manera para facilitar la ilación del caso y para que se pueda observar perfectamente lo que se movió a espaldas de Venezuela en el caso; luego ingresaré de lleno al relato de mi gestión en la DIEX desde ese mes de marzo hasta el 11 de abril del 2002.

“Chávez protege al secuestrador del Fokker - Venezuela niega la deportación a Colombia de José María Ballestas, secuestrador del avión de Avianca capturado en Caracas por la Interpol.” Así titula la revista colombiana CAMBIO el artículo correspondiente a una edición del mes de marzo del 2001. Parte de la historia que cubre la versión de la revista, se refiere al desarrollo de los eventos en Venezuela a raíz de la captura del secuestrador del Fokker de Avianca que cubría la ruta Bucaramanga-Bogotá y que fue desviado hacia la pista de aterrizaje Los Sábalos, en el municipio de Simití, al sur de Bolívar. Este hombre, identificado como JOSE MARIA BALLESTAS TIRADO, había ingresado ilegalmente a Venezuela por Maicao en el año 1999. Usurpando la identidad de un venezolano identificado como IGOR ALEXANDER IAZZETTA MONTIEL, se dirigió a Caracas y se residenció en el edificio Yovani, piso 2 apto. 5. Avda. El Convento de la Urb. Valle Abajo, Los Chaguaramos. El servicio secreto colombiano, dedicado a rastrear a los miembros de la guerrilla, detectó sus movimientos en Venezuela e inició una misión de localización y captura en Caracas la cual fracasó en la fase de deportación, cuando los órganos de seguridad venezolanos encargados de su aprehensión elevaron la novedad hasta los altos niveles de gobierno y éstos reaccionaron generando una serie de acciones retaliativas contra sus aprehensores. Parte de la historia que se desarrolla en Venezuela, según la revista es la siguiente:
“Los dos agentes secretos colombianos abordaron un taxi en el centro de Caracas y se dirigieron hacia el aeropuerto de Maiquetía, donde confirmaron sus cupos de regreso a Bogotá el jueves 15 de febrero en el vuelo 694 de Servivensa de las 5:35 p.m. Con dinero en efectivo compraron dos tiquetes adicionales a nombre de JOSE MARIA BALLESTAS TIRADO y Patricia Montero Delgado.

Los investigadores esperaron en el mostrador de la línea aérea venezolana la llegada de las dos personas que los acompañarían en el vuelo a la capital colombiana. Terminaba así una misión de casi 20 meses durante los cuales desarrollaron una paciente operación de vigilancia encaminada a capturar a Ballestas, el escurridizo guerrillero del Eln que en abril de 1999 encabezó el secuestro del avión Fokker de Avianca con 42 pasajeros y cinco tripulantes abordo, y que estaba detenido desde hacía dos días en la sede de la Interpol en Caracas.

La espera en el despacho de Servivensa se hizo eterna, pese a que pocas horas antes José Felipe Ventura Petit, el director de Interpol en Venezuela, les había asegurado a los agentes encubiertos colombianos que Ballestas y Montero serían entregados puntualmente en el aeropuerto de Maiquetía para su deportación.

El Ministro del Interior, Luis Miquilena adujo razones de seguridad nacional para suspender la deportación. Pasadas las 5:00 p.m. y cuando los pasajeros ya se encontraban en la sala de espera, los detectives recibieron una llamada del inspector de Concepción que los dejó desconcertados. Les informó que acababa de recibir en su despacho una llamada de Ventura para comunicarle que, por razones de seguridad nacional, el Ministro del Interior y de Justicia, Luis Miquilena, había suspendido la deportación, y que los dos colombianos, Ballestas y Montero, debían ser trasladados de urgencia a la sede del Ministerio del Interior.

Antes de llamar a Bogotá para informar sobre lo que había pasado, los agentes colombianos hablaron con un funcionario de alto nivel de la Policía Técnica Judicial, PTJ, que había colaborado activamente en la operación, quien les dijo que la decisión del gobierno de Venezuela había obedecido a una enorme presión política interna. En este sentido, era claro que razones políticas desconocidas se habían impuesto sobre la cooperación judicial entre los dos países que hasta el momento no había sufrido tropiezos.

Enterados del inexplicable viraje de las autoridades venezolanas, se inició entonces un intenso intercambio de llamadas telefónicas entre Bogotá y Caracas. El Gobierno colombiano dejó el asunto en manos del Ministro de Defensa, Luis Fernando Ramírez, quien habló con su homólogo, el recién nombrado José Vicente Rangel. El Ministro venezolano, según pudo establecer CAMBIO, aseguró que desconocía los hechos y dijo que se comunicaría de inmediato con el Ministro Miquilena. A partir de entonces, las numerosas llamadas de Ramírez resultaron infructuosas y los funcionarios venezolanos nunca explicaron con claridad las razones que los habían llevado a tomar la decisión de suspender la deportación de los dos colombianos.

Poco después, las autoridades diplomáticas colombianas se enteraron de algo que produjo mucho malestar: Ballestas y Montero habían sido dejados en libertad al día siguiente por orden del Ministerio del Interior, en abierto desconocimiento de la orden de captura que la Fiscalía colombiana había dictado en su contra. Las autoridades venezolanas tampoco habían tenido en cuenta las pruebas allegadas a lo largo de la investigación por los organismos de seguridad colombianos, que señalaban de manera inequívoca al guerrillero del Eln como el hombre al que buscaban desde junio de 1999.”
La historia de la revista CAMBIO obtuvo, entre otras, las siguientes respuestas a los medios por parte de representantes del gobierno venezolano:

El Presidente Hugo Chavez expresó que Colombia había “sobredimensionando” el asunto.

El Ministro del Interior, Luis Miquilena “No tengo elementos concretos que me permitan afirmar o negar la presencia de guerrilleros colombianos protegidos por el Gobierno venezolano. Si a veces las revistas venezolanas publican informaciones a partir de rumores, es posible suponer que una publicación colombiana esté manejando versiones que no son reales”.

El Ministro de la Defensa, José Vicente Rangel, opinó que "la revista Cambio se caracteriza por hacer elucubraciones en abstracto. Ya en una oportunidad dije que correspondía más al realismo mágico que a la verdad", y negó que el Gobierno esté protegiendo a miembros de la guerrilla del vecino país.

El Canciller, Luis Alfonzo Dávila, negó la especie y agregó que "ese tipo de información no tiene base, ni importancia".

El Embajador en Colombia Roy Chaderton, quien aseguró que “en estos casos siempre hay verdades y hay mentiras”

Elías Jaua, Ministro de la Secretaría de la Presidencia de Venezuela, aseguró : “Es totalmente falso. No protegemos a nadie que esté al margen de la ley”.

Sin embargo la realidad, obtenida del expediente existente en la DIEX el cual contiene documentos que constituyen fiel soporte para los testimonios de personas que se vieron involucradas en el caso y que sufrieron las consecuencias de su apego a la legalidad, a la verdad y a la justicia, es otra. La realidad documental se presenta a continuación en la síntesis del acta policial y las correspondencias que se generaron durante los tres días que transcurrieron desde su captura, hasta que fue llevado al Despacho del Ministro del Interior:

El 13 de febrero del 2001, en horas de la noche, Ballestas es interceptado por una comisión de la PTJ en el estacionamiento del centro comercial Manzanares, a bordo de un automóvil Caprice azul de placas AFZ333 cuando se dirigía a realizar una compra en el supermercado Excelsior Gama, lugar a donde fueron guiados por funcionarios de Inteligencia colombiana quienes seguían al guerrillero y que ante la posibilidad de interferencias por parte de la DISIP filmaron los hechos.

Una vez detenido, es llevado a la sede central de la PTJ, ante la División de Policía Internacional (INTERPOL). Ballestas tenía entre su documentación, además de la CI. 11.281.859, una licencia de piloto del Ministerio de Transporte y Comunicaciones, la licencia de conducir y varias tarjetas de crédito, todas a nombre de IGOR ALEXANDER IAZZETTA MONTIEL. Sus acompañantes resultaron ser Jhonny José Ospina Gómez y a Andrés Avelino Rodríguez López, dos pilotos venezolanos.

El 14 de febrero, Se presentó en la sede central de la PTJ solicitando información sobre el detenido la colombiana PATRICIA MONTERO DELGADO CC.49.742.324, residenciada en el apartamento 7 de la misma dirección de Ballestas, identificándose como la ciudadana ALEIDA MARIA ACOSTA FERNANDEZ con la cédula de Residente Nro.. 81.804.903, quedando detenida por tal motivo. Posteriormente se presentó la ciudadana colombiana ADRIANA ISABEL CORTEZ PINZON CC.51.926.061, residenciada en Calle Las Aves, Edf. Esmeralda, piso 1, apto. 11 Los Chaguaramos, quien poseía la condición legal de Transeúnte, con cédula de identidad 81.186.394, además presentó un carnet que la identificaba como periodista del diario El Nacional. A la misma, se le retuvo preventivamente y fue dejada en libertad más tarde. Mediante Oficio Nro. 0508 de fecha 14 de febrero, el Jefe de la División de Policía Internacional, Comisario Felipe José Ventura Petit envía a orden del Departamento de Aprehendidos de la DIEX a
“JOSE MARIA BALLESTAS TIRADO, alias “Montiel Igor Alexander”, quien se encuentra solicitado por el delito de Secuestro y Extorsión según orden de Captura Nº 010 de la Fiscalía Regional Delegada Gaula Santander. Así mismo le informo que el referido ciudadano está a la orden del Dr. Américo Gloria Fiscal Nº 42 del Ministerio Público…”
Ballestas fue recibido en la DIEX a las 5 y 40 de la tarde del día 14 de febrero. Mediante Oficio Nro. 0514 de fecha 14 de febrero, el Jefe de la División de Policía Internacional, Comisario Felipe José Ventura Petit envía a orden del Departamento de Aprehendidos de la DIEX a “MONTERO DELGADO PATRICIA …” Ese mismo día, mediante Oficios Nº 00114 y 00115, el jefe (encargado) del Departamento de Control de Aprehendidos de la DIEX, Víctor Manuel Cova, solicita a la División de Capturas su cooperación para que mantenga ingresados en su sede, a orden de la DIEX, a Ballestas y Montero, hasta tanto se realizaran los trámites de deportación del país.

El 15 de febrero, Mediante Oficio Nº 00116, el Director de Migración y Zonas Fronterizas participa al Jefe de la Oficina de Migración del aeropuerto internacional de Maiquetía el acto de deportación de Ballestas y Montero y gira instrucciones al Jefe (Encargado) del Departamento de Control de Aprehendidos para que haga trasladar desde la PTJ a ambos extranjeros. Mediante Oficio Nº 00118, el jefe (encargado) del Departamento de Control de Aprehendidos de la DIEX, Victor Manuel Cova, solicita a la PTJ el traslado de Ballestas y Montero hasta la DIEX. Mediante acta de entrega fechada 15 de febrero, a las 2 y 45 de la tarde, los detectives de INTERPOL Adrian Férraez, Credencial Nº. 26.104 y Jesús Zambrano, Credencial Nº 24.373, hicieron entrega de Ballestas y Montero en su carácter de indocumentados al Departamento de Control de Aprehendidos de la DIEX. Para la deportación de ambos colombianos se obtuvieron en la agencia principal de ITALCAMBIO dos pasajes aéreos Caracas-Bogotá Nros. 3182901443 5 y 3182901444 6, por la línea aérea AVENSA , con Nº. Localizador NEHTE9 BBR703.00, en el vuelo 694 a las 5 y 30 de la tarde. El Director General de Identificación y Extranjería (DIEX), aprobó la asignación de un vehículo para el traslado de ambos colombianos al aeropuerto de Maiquetía, sin embargo la deportación no llegó a realizarse ese día.

El 16 de febrero Mediante oficio Nº 00119, el jefe (Encargado) del Departamento de Control de Aprehendidos informa a la Dra. Virginia Parra Pacheco, Fiscal 1ro. del Ministerio Público a nivel nacional con competencia plena en materia de Identificación y Extranjería lo siguiente:
“Cumplo con el deber de informarle que la deportación de los ciudadanos: Montero Delgado Patricia y Ballesta Tirado José María, ambos de nacionalidad colombiana la cual se iba a realizar el día de ayer 15-02-2001, no se llevó a cabo, siendo trasladados los referidos ciudadanos hasta el piso 13 del edificio principal del Ministerio del Interior y Justicia, ubicado en la esquina de Platanal en la Av. Urdaneta, donde quedaron a la orden del Ministro.”
Doscientos noventa y cinco días después de que estuvo a punto de ser deportado por primera vez, JOSE MARIA BALLESTAS TIRADO fue deportado del país el 7 de diciembre de 2001, gracias a que le fue dictada medida de excarcelación en virtud a que la nueva ley de Identificación Nacional no contemplaba pena para el delito que se le imputaba, (delito que “coincidencialmente” había sido cometido por el Ministro del Interior Ramón Rodríguez Chacín). A PATRICIA MONTERO DELGADO CC.49.742.324, no se le continuó el proceso de deportación y por el contrario se ordenó a través del Capitán de Navío retirado Ramón Rodríguez Chapín, quien alegaba eran órdenes del Presidente, le fuera concedida la Visa de Transeúnte el 31 de mayo del 2001, aún cuando se encontraba ilegalmente en el país. A Adriana Isabel Cortéz Pinzón CC.51.926.061, se le cambió su condición de transeúnte por la de Residente. El Director de la PTJ (Comisario Pablo Eliseo Guzmán) fue jubilado prematuramente y el Director de la DIEX (Cnel. Carlos Sutrun Martínez) fue suspendido de su cargo y reemplazado por mi. Los funcionarios de menor rango fueron transferidos, reemplazados o expulsados de sus instituciones, mientras que algunos otros solicitaron su retiro.