domingo, 17 de octubre de 2010

“Revolución pacífica, pero nuclear”.

Tendrá la oportunidad de decirlo?

No hay que ser adivino para saber que Hugo Chávez aullaría que su revolución “es pacífica pero armada nuclearmente” si se le presentase la oportunidad. En el supuesto negado que estuviese al aún en el poder para el momento en que se instalara una central nuclear generadora de electricidad en nuestro país, no habría cadena en la que no amenazara con su “poder nuclear” a si infaltable enemigo imperial.

No obstante la incapacidad manifiesta, característica del gobierno socialista del siglo XXI, mas la opinión de los conocedores de la materia, quienes afirman que la materialización del proyecto nuclear venezolano llevará un tiempo mayor del que posiblemente dispondrá el malandraje chavista en el poder, yo particularmente opino que tal vez podríamos llevarnos una sorpresa.

Cierto es que después de 11 años los venezolanos que le dan credibilidad a la palabra del payaso de Mirafloes, están esperando el saneamiento de las aguas del río Guaire o la construcción de una urbanización en los terrenos de la Base Aérea Generalísimo Francisco de Miranda, así como se quedarán esperando quienes crean la irreal promesa de construir 50.000 viviendas dentro del Fuerte Tiuna, pero en el caso de la planta eléctrica nuclear, esta vez como que la cosa si va en serio por cuanto es una idea que desde el año 2005 el bocazas venezolano ha exeriorizado en varias oportunidades, por lo que existe la posibilidad de que el proyecto haya comenzado a andar desde hace años.

Igualmente, es muy probable que el dinero de los venezolanos sirva mas que para la instalación de un proyecto, para la “mudanza y ensamblaje” en menos de dos años de una planta nuclear de generación eléctrica, en la que la operación no estaría en manos de venezolanos, sino en las de “agradecidos” bebedores de vodka, es decir, una solución "llave en mano".

Una planta eléctrica de combustible nuclear no supondría una amenaza para nuestros vecinos ni un peligro para los venezolanos, si no fuera por el elevadísimo nivel de incapacidad del gobierno chavista y por los planes extremistas del enajenado mental que rige los destinos de los venezolanos. El paso siguiente a la “nuclearización” de Venezuela sería la generación de una actividad clandestina tendente a la manipulación de materiales radioactivos con obscuros propósitos por parte de los anarquistas chavistas. Pienso que más que una forma de generación de energía limpia y económica, lo que busca Hugo Chávez es la conformación de una “fachada” con la cual cubrir actividades muy peligrosas al amparo de la obscuridad que se abate sobre nuestro país.