lunes, 5 de octubre de 2009

Chavez: “El elegido”

La verdad que poco a poco se yergue frente a nuestros ojos.

Hace cuatro años, cuando comentaba a algunas personas acerca de la posibilidad de que Hugo Chávez podría tener entre sus manos la posibilidad de “jugar con fuego” al ingresar clandestinamente al club atómico, la respuesta que obtenía era aquella a la que se han acostumbrado los venezolanos: “No vale, no creo”. Frase que hoy estoy seguro, ya no se atreven a pronunciar tan ligeramente, dadas las circunstancias que han propiciado recelo en cuanto a las “non santas” intenciones del orate que parece dirigir el país. Digo, “parece” porque de un tiempo para acá, también me ha dado por pensar que el pobre diablo no es más que el simple instrumento de una cónclave internacional de la izquierda, aquella misma que lo infiltró en el batallón de cadetes de la Academia Militar de Venezuela en el año 1971.

Al respecto, es evidente, que una vez afianzado en el poder y con la hiper abultada chequera petrolera a su disposición, intereses internacionales que planearon durante muchos años su venganza de la cultura occidental y específicamente contra los Estados Unidos, encontraron en este “ilustre” miembro de la organización donde se “pinta todo lo que esté inerte y se saluda todo lo que se mueva”, el espécimen perfecto para llevar a cabo sus maquiavélicos planes.

Tales intereses parece que encontraron un indio más a quien venderle unos espejitos, solo que esta vez de contrabando. Muchos son los indicios de que Hugo, “cumpliendo instrucciones” de cerebros con un mayor coeficiente mental que el suyo, el cual es muy fácil de superar, ha estado dando clandestinos y peligrosos pasos en el intrincado mundo de los minerales radioactivos. Aun a estas alturas, es posible que ni siquiera sepa que tan profundamente ha entrado en la tenebrosa red de la que no podrá escaparse. Es posible además, que mientras firma acuerdos y suscribe alianzas con la intención de meterle miedo a sus potenciales y reales enemigos, ni siquiera tenga la más mínima idea de lo que está discurriendo bajo las “faldas” de su alcahuetería con cuanto socialistoide o comunistoide se le presenta alabando su socialismo del siglo XXI.

Mientras Hugo Chávez, con sus dientes postizos en ristre abre la puerta de Venezuela a todos los que se autodenominan enemigos del “Imperio”, por el patio trasero de nuestra querida Patria, se le están colando peligrosísimos representantes del mal que demasiado tarde para nosotros aparecerán en escena para dejar en la humanidad sus horrenda huella. Estoy seguro, que en su inmensa ignorancia, este pobre “veguero” barinés no tiene ni la más mínima idea de los diablos que está desatando, ni el menor avizoramiento del daño que su nefasto pasaje por la primera magistratura del país la va a causar a todos los venezolanos y al resto de los latinoamericanos.

Hugo Chávez está a punto de emular la actitud de Fidel Castro en los años 60, solo que no se la está jugando con un solo enemigo de los Estados Unidos, como lo era Rusia, sino que ahora está jugando a la ruleta rusa con varios cartuchos en la recámara.

Unos cuantos artículos atrás, escribí sobre las similitudes del pastor Jim Jones, responsable de la masacre de Jonestown en Guyana, Fidel Castro y Chávez. Al respecto, señalé un aspecto histórico acontecido a raíz del descubrimiento de rampas para el lanzamiento de misiles soviéticos en Cuba :” Ante la alternativa de que Rusia, para evitar la confrontación retirara su aparato bélico, Fidel le escribe el 25 de octubre de ese año a Nikita Krushchev una carta donde le expone la inminencia del ataque norteamericano, pero le ofrece resistir a costas del sacrificio del pueblo cubano. Le escribe, “Puede usted estar seguro de que de una manera firme y resoluta resistiremos el ataque no importa su naturaleza. La moral del pueblo cubano está muy alta y el agresor será confrontado heroicamente”… “estamos listos para confrontar con serenidad una situación que consideramos bien real y bien inminente”.

Pues bien, hoy mismo, el periodista Alberto Montaner, escribe sobe el mismo tema y entre las líneas de su escrito, se refiere precisamente a ese pasaje de la historia y que estaría por repetirse. Veamos: “ Tiempo pasado. “The New York Times” reveló recientemente que, en los años ochenta, Fidel Castro volvió a solicitarle a Moscú la destrucción de Estados Unidos con un ataque nuclear preventivo. Ya lo había hecho en 1962, durante la Crisis de los Misiles, y dos décadas más tarde volvía a las andadas. ¡Ah, si él hubiera tenido armas nucleares otro gallo cantaría! Para el “máximo líder”, acabar con Estados Unidos ha sido una pasión intensa, recurrente y, por ahora, inútil.

La historia, divulgada por el Pentágono, se supo por medio de un informe confidencial del general soviético Andrian A. Danilevich, oficial del Estado Mayor de la URSS y persona encargada de explicarle al belicoso comandante algo bastante obvio: la catástrofe afectaría a todo el planeta, y muy especialmente a Cuba, que sería barrida del mapa y de la historia, como una especie de moderna Atlántida.”

Montaner presume, que tras las locuras que Chávez está cometiendo a espaldas de su pueblo, el operador maquiavélico no es nadie más que el decrépito carnicero cubano Fidel Castro y así termina su artículo: “El anciano dictador lleva medio siglo lamentando que Cuba no hubiera podido desarrollar armas nucleares, primero, porque la URSS no se lo permitió a ninguno de sus satélites; y luego, porque la isla carecía de recursos económicos, aunque contaba con el talento científico, comenzando por su propio hijo, el físico nuclear Fidel Castro Díaz-Balart. Por eso, el consejo más persistente que Fidel le ha dado a su discípulo Chávez ha sido ése: “hazte de un arsenal nuclear, como tenía Moscú, lo que te hará invulnerable y temido”. Chávez le está haciendo caso. Fidel lo convenció de que la subsistencia del socialismo del siglo XXI depende de que Venezuela disponga de armamento nuclear. Ese razonamiento también puede llevarlos a la tumba”.

Señor Montaner, le creo. Y no solamente le doy crédito a sus palabras, sino que además, me atrevería a enumerar una serie de indicios que apuntarían a que desde Venezuela se está preparando el asalto final contra los Estados Unidos, contra la cultura occidental, contra las creencias religiosas y políticas de Latinoamérica y contra la paz y la libertad de todos los americanos. Tales indicios comenzaron a notarse tan pronto como luego de dos años en el poder, Chávez, valiéndose de la esperanza y la candidez de los venezolanos, cambió nuestra Constitución Nacional, se alargó su primer período presidencial y abrió la posibilidad para mantenerse por mucho tiempo en el poder. En ese momento, sus actuales mentores y guías estratégicos en los campos político, social, militar y económico, determinaron que era el elegido que tanto tiempo habían esperado y que esta podría bien ser la última oportunidad de caer sobre occidente. Así comenzaron a presentarse.

Materialización del “Acuerdo Energético” con Cuba: Comenzó el éxodo de la inteligencia cubana hacia Venezuela, valiéndose de lo estipulado en materia migratoria en tal acuerdo por una parte y por otra, mediante el traslado “en secreto” de personal, no solo cubano, sino de otras nacionalidades, de manera subrepticia para trabajar en instalaciones básicas y estratégicas del Estado venezolano, como la represa Caruachi Caruao en el Estado Bolívar.

Vale la pena recordar, que en 1982, el General Marcos Pérez Jiménez, en una entrevista concedida a José Emilio Castellanos, señaló que se tenía un proyecto atómico en el Estado Bolívar.

Firma de una buena cantidad de acuerdos con Iran, como producto de los cuales, se instalaron en Venezuela industrias ensambladoras de tractores, bicicletas y autos, lo cual llevaba implícitos, al igual que el acuerdo con Cuba, términos migratorios que permitirían el ingreso de personal Iraní de manera legal al país.

No obstante, paralelamente ingresan a Venezuela de manera clandestina, personal proveniente del Medio Oriente, sin que ninguna autoridad pueda tener oportunidad de ver documentación personal alguna.

Firma de Acuerdos con Iran y Cuba, mediante los cuales, la administración y operación de los Puertos más importantes del país quedarían en manos de empresas de esos países.

El cumplimiento de los precitados acuerdos generó de inmediato la apertura del “vuelo fantasma”, un vuelo Teherán- Caracas-Damasco-Teherán, el cual no puede ser controlado por autoridad aeronáutica, migratoria o de seguridad alguna, el cual al llegar de Teherán sale cargado a Damasco, luego de dejar pasajeros “intocables” que son trasladados hacia Caracas sin trámite migratorio alguno.

Casi simultáneamente, fueron retiradas del Estado Bolívar unidades enteras de la Guardia Nacional, las cuales se substituyeron por unidades del Ejército compuestas por tropa ignorante y oficiales no preparados para cumplir con las funciones que ejercía la Guardia Nacional y fueron expulsadas del país las misiones de “La Nuevas Tribus”, a las que se les atribuían acciones de espionaje no convenientes para alguien quien tuviera algo que esconder en esas regiones.

A pesar que los yacimientos de Bauxita existente tiene reservas para siglos, el gobierno inició de manera innecesaria hace dos años, “presuntas” labores de exploración con personal iraní en la búsqueda de nuevos yacimientos.

La semana pasada, el ministro de Industrias Básicas y Minería (Mibam), Rodolfo Sanz, en el marco de la cumbre África-Sudamérica que se llevó a cabo en la Isla de Margarita, ratificó los planes del gobierno de estudiar las reservas de uranio al sureste y oeste del país. En sus declaraciones, el ministro comentó que las labores de exploración para el hallazgo de las reservas contaron con importante colaboración iraní. "Irán nos ha ayudado en los vuelos aereogeofísicos, en los análisis geoquímicos, tenemos reservas de uranio que las estamos detectando con Irán", explicó.

Anteriormente, Chávez había asomado la posibilidad de obtener asesoramiento argentino para el desarrollo de la energía nuclear con fines pacíficos y para la instalación de un reactor nuclear.

Llama la atención, que la mayoría de los científicos vinculados al área nuclear que trabajaban para el gobierno han sido despedidos y los que se mantiene en secreto es donde se están formando los nuevos científicos que podrían trabajar en la “industria nuclear”.

El tema se asemeja bastante al de los sistemas de armas rusos, los cuales se están quedando sin operadores y no se están prestando atención a la formación de sus reemplazos, no siquiera frente a los anunciados “aires de guerra”. Tal pareciera que Hugo Chávez tiene bajo la manga una solución de emergencia, donde los venezolanos no cuentan.

La constante amenaza de Chávez en la que involucra el tema de la energía nuclear, utilizando a terceras naciones como Rusia, Brasil, Argentina y ahora Irán como cooperantes, obedece a una táctica de diversión y de encumbramiento sobre sus verdaderas intenciones.

Sus asesores buscan agotar la matriz de opinión a fin de acallar denuncias o posibles advertencias. Algún día se le verá “la costura” al truco, pero para ese momento será tal vez tarde.





Durante los sucesos del 11 de abril del 2002, muchos de los que hoy son perseguidos por el gobierno de Chávez, pensaron que nuestras acciones eran temerarias, nuestros temores infundados y nuestras razones insuficientes. Hoy, el gobierno no tiene sonrojo en aceptar su carácter de “forajido”. Su poder mediático es aplastante: Hace tres meses el Ministro del Interior estaba al borde de la locura acosado por la exposición del gobierno como facilitador del narcotráfico; en los últimos días ya ni se habla del tema.

A mi modesto entender, la posibilidad de que Venezuela se arme nuclearmente es remota y de ocurrir, el período de tiempo para que ocurra no entra en de las posibilidades reales de Hugo Chávez. No obstante, nada le agradaría más, que estar en el escenario en el momento en que otras naciones pudieran usar el territorio venezolano para el desarrollo de tales armas y utilizar su materia prima para hacerlo posible, igualmente, usar el país como “cabecera de playa” para lanzar ataques terroristas con capacidad nuclear contra cualquier nación del hemisferio.

Los venezolanos cometimos un grave error al elegir por la vía electoral a Hugo Chávez como Presidente de la República. Nosotros lo convertimos en Presidente ELECTO y ahora descubrimos que lo hemos convertido en el ELEGIDO para servir a otros en una batalla más de la guerra de siglos entre el bien y el mal, una guerra en la cual vamos a tener que tomar partido queramos o no.