domingo, 19 de julio de 2009

Nuevo título para venezuela: Narcoestado.

Por comisión o por omisión, el gobierno chavista le agrega otra mácula a nuestra dignidad.

Una de las características principales del gobierno chavista es la ineficiencia, “defecto de fábrica” que se ha visto reflejado en la gran mayoría de las actividades que se ha propuesto realizar con la finalidad de reemplazar el funcionamiento de las Instituciones, organizaciones, empresas y actividades venezolanas. Interminable se hace la lista de fracasos, que día tras día, perfilan la ruta de un país, antes ejemplo para otras naciones, hacia el triste destino que le ha deparado el llamado “Socialismo del Siglo XXI”, como consecuencia de una serie de factores en los que la ineficiencia es el menos maligno y entre los también se encuentran la improvisación, la corrupción, el odio, la cobardía, la comodidad y la ignorancia de parte de los agentes activos y pasivos que hacen posible la existencia de la Revolución Bolivariana. La Venezuela de la cual los venezolanos nos sentíamos orgullosos ya no existe, desapareció lentamente, ante la indiferencia de nuestros propios ciudadanos, dando paso a un adefesio “Bolivariano” que no nos representa dignamente ante el mundo.

La conjunción de factores determinantes del fracaso chavista para conducir al país en la senda del progreso, hace que la responsabilidad en el desastre que se nos avecina tenga dos grandes y únicos protagonistas: Los venezolanos que pecaron por omisión y aquellos responsables por comisión. En cualquier área que se revise o se mire, el estigma chavista se manifiesta por el fracaso y enumerarlas ocuparía toda la extensión de este artículo, el cual quiero apuntar en una sola dirección: El presunto fracaso de la lucha de Venezuela contra el narcotráfico y digo, de Venezuela y no del gobierno venezolano, porque existe la posibilidad de que al fracasar al país para luchar contra el contrabando de drogas a través de su territorio, la Revolución Bolivariana si esté logrando el éxito esperado.

Tal posibilidad se da, por el hecho de que el movimiento Bolivariano colombiano, que hace “hermanos de lucha” a las FARC, el ELN y a la Revolución Bolivariana de Hugo Chávez, se ha trasladado a tierras venezolanas por el acoso del Ejército de ese país y con ellos trajeron todo su aparato bélico y logístico, vale decir, sus armas y su soporte económico: El secuestro, la extorsión y el tráfico de drogas.

A lo largo de lo que fue mi carrera profesional, escuché de labios de más de un oficial y funcionarios de gobierno, la tesis de que el problema del narcotráfico era de los países consumidores y que los países “puentes” deberían conducir todo su esfuerzo a luchar contra el consumo interno, tesis discutible, pero que no encerraba amenazas contra un país en particular. Pero también escuché descabelladas posiciones acerca de que permitiendo el tráfico de drogas hacia los Estados Unidos, se socavaría la base social del “imperio norteamericano” el cual, terminaría derrumbándose irremediablemente. El Presidemente del país ha llegado incluso a acusar a los Estados Unidos de ser el mayor productor de marihuana en el mundo.

El reciente informe de la Government Accountability Office (GAO), agencia que prepara reportes para el congreso de los Estados Unidos, destaca “Un alto nivel de corrupción dentro del Gobierno venezolano, del Ejército y de otras fuerzas de orden y de seguridad ha contribuido a la creación de este clima de permisividad” igualmente señala para el 2007, la cantidad de cocaína producida en Colombia y salida desde Venezuela se ha más que cuadruplicado, pasando de 60 toneladas en el 2004 a 260 en el 2007, "la cocaína habitualmente sale del país a bordo de aviones que despegan y aterrizan desde cientos de aeropuertos clandestinos".

El contenido de tal informe si no desnuda una acción premeditada del “Socialismo del Siglo XXI” para permitir vuelos ilegales hacia Centroamérica e islas del Caribe, demuestra fehacientemente el aumento de la actividad ilegal frente a la creación de las condiciones ideales de parte del gobierno para que tales actividades tengan éxito.

El gobierno, a través de su Ministro del Interior y Justicia cubre las apariencias “defendiéndose” al señalar que durante el 2009, hasta la fecha han retenido cerca de un total de 30.000 Kilos de droga, lo cual puede ser cierto, pues en Venezuela diariamente las Policías Municipales y Regionales retienen todo tipo de drogas, igual lo hacen las unidades de la Guardia Nacional y el CICPC, y hasta el mismo Ejército y la DISIP, quienes actúan en cumplimiento de sus misiones tradicionales y hasta ahora no ha mediado una orden directa del gobierno para que las suspendan. La gran mayoría de las retenciones y detenciones dependen del esfuerzo individual de los policías actuantes y no de operaciones de inteligencia. Por ejemplo, el 8 de mayo de este año, dos agentes de la Policía Municipal “Pedro Gual”, en una ronda de rutina vieron que la puerta de entrada a una propiedad se encontraba abierta; tenía un candado con “las llaves pegadas” y junto a él un individuo en actitud sospechosa, por lo que lo detuvieron (http://miranda.tsj.gov.ve/decisiones/2009/mayo/75-11-1C-1731-09-1C-1731-09.html) y a través de él se logró la incautación 1.912 panelas de marihuana para un total de aproximadamente 2.000 Kgs ( http://www.ona.gob.ve/Noticias/11052009_3.htm ). Esta droga fue incinerada sospechosamente 8 días después de la retención (http://www.gobiernoenlinea.ve/noticias-view/ver_detalles.pag?idNoticia=88620). Digo sospechosamente, porque de acuerdo a lo establecido en el artículo 119 de la Ley Orgánica contra el Tráfico Ilícito de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, las drogas decomisadas en el país deben ser destruidas en un lapso no mayor de 30 días, a menos que éstas constituyan parte de la evidencia en un juicio penal, lo cual ocurre en el caso señalado, por otra parte, generalmente se ordena la incineración de drogas por lotes, es decir el producto de varias retenciones. No obstante, el Cual era el interés de incinerar la droga en menos de 9 días de haberse practicado la retención? Se estará repitiendo el modus operandi del General Orlando Hernández Villegas en el año 1992 de multiplicar las retenciones de droga haciendo aparecer un mismo cargamento varias veces en otras circunstancias de tiempo y lugar?

Pero tales actuaciones no son suficientes para cubrir las cifras que el gobierno pretende demostrar, cifras las cuales son “maquilladas” descaradamente aún por el mismo ministro. Por ejemplo: En declaraciones del 22 de mayo de este año, el General Miguel Vivas Landino, Jefe del Comando Antidrogas de la Guardia Nacional, señala que fueron desmantelados 6 laboratorios en la zona fronteriza con Colombia, encontrándose en los mismos 2 mil 800 kilos de pasta base de cocaína y 100 kilos de cocaína de alta pureza (http://www.ona.gob.ve/Noticias/22052009_2.htm), mientras que en declaraciones del 25 de mayo, el ministro Tareck El Aissami agregaba 1000 kilos más a la pasta base y 100 a la cocaína de alta pureza (http://www.ona.gob.ve/Noticias/25052009_1.htm).

Las detenciones de capos de la droga son practicadas por los cuerpos policiales cuando los sujetos son señalados requeridos por gobiernos extranjeros, los cuales ya están advertidos de los trucos de las policías venezolanas para burlar sus solicitudes, por lo que las hacen cuando ya han reunido toda la información sobre dichas personas y es imposible su evasión, información recabada muchas veces con la cooperación de honestos policías y militares que realizan un peligroso doble trabajo exponiéndose a ser acusados de “traidores a la Patria”, tal como lo fue el Teniente Coronel Humberto Quintero Aguilar, por el caso de la detención no autorizada por el gobierno de Rodrigo Granda Escobar en diciembre del 2004.

Los voceros del gobierno se ven desesperados por mostrar cifras que les resulten útiles, pero personalmente creo que ya, a estas alturas resulta imposible hacerlo pues son públicas todas las anteriores y el único recurso es el de alterar las que vayan apareciendo. En tal sentido, según cifras de la Oficina Nacional Antidrogas (http://www.ona.gob.ve/Estadisticas.php), en los primeros 4 mesess del 2009, el total de drogas retenidas, incluyendo Cocaína, Marihuana, Heroína, Bazuco y Crack por todos los cuerpos policiales y militares, en todo el territorio nacional, se retuvieron 15.675 kilogramos de droga, lo cual nos da una proyección de 47.025 kilogramos, lo cual resulta una cifra bastante modesta si la comparamos con los 77.525 Kgs retenidos en el año 2005, año de mayores incautaciones en el país, las cuales comenzaron a declinar nuevamente al ser expulsada la DEA de Venezuela, para alcanzar respectivamente para los años 2006, 2007 y 2008 las cifras de 60.665, 57.497 y 54.609, es decir, que los resultados del tan cacareado combate contra las drogas, además que va en descenso año a año, en el 2009 solo va a superar el nivel de incautaciones hasta el año 2004, cuando el contrabando era cuatro veces menor, según el informa de la GAO. Por contener estas cifras el total retenido, no se puede discriminar que cantidades iban dirigidas al contrabando internacional, el cual es el objeto del informe ni cuales retenciones son productos de operaciones de inteligencia y cuantas se dieron como producto del azar, pero esto no le interesa al gobierno en su afán por aparentar una lucha que está lejos de querer librar.

Que ha podido causar tan pésimos resultados? Existen varios responsables. Pero el primero y principal es el Presidemente Hugo Chávez, quien ha desactivado la respuesta del Estado ante el narcotráfico, además de no mostrar ningún interés en la lucha en su contra, más allá de la retórica, desinterés por demás comprobado cuando se publica la aprobación por su parte del Plan Nacional Antidrogas 2008-2013 el viernes 22 de junio del 2009 (http://www.ona.gob.ve/Noticias/26062009_8.htm), es decir que un plan que debería comenzar a aplicarse desde enero del 2008 ha sido aprobado con año y medio de retardo. Paralelamente, no exhibe el menor rubor al mentir descaradamente frente a la opinión pública acerca de su relación con los grupos subversivos colombianos y sobre la realidad de otros países del orbe, en clara injerencia sobre su política, economía y demás asuntos internos y por ende sobre su soberanía, mientras que en cuanto a su revolución, se escuda tras la figura de la República de Venezuela, para exigir que no se le nombre siquiera y que se le permita actuar impunemente.

Activamente es responsable al haber tomado medidas que han favorecido el auge del narcotráfico en Venezuela, rompiendo acuerdos establecidos con otros países previamente, en clara demostración de querer aislar al país y de negarles información necesaria para actuar en sus propias jurisdicciones:

Prohibición de los sobre vuelos de los aviones radares de la DEA, aduciendo razones de soberanía.

Prohibición de las operaciones antinarcóticos de la DEA dentro del territorio nacional bajo la excusa de que se dedicaban al espionaje y a la violación de la soberanía del país.

Declaración de neutralidad frente al conflicto FARC- ELN y el gobierno colombiano, escudándose en dicha declaración para facilitar la huída de dichos grupos irregulares y su refugio en Venezuela, a sabiendas de su activa participación en actividades de narcotráfico

Reconocimiento personal del estatus de Fuerzas Beligerantes a las FARC, el cual ordenó el respectivo respaldo por parte de la Asamblea Nacional, reconocido oficialmente el 18 de enero del 2008.

Prohibición a la los órganos de la Administración Pública de adquirir insumos en los Estados Unidos, dejando a la ONA inclusive sin los kit de análisis de drogas, lo que ha obligado a la inventiva de los laboratorios de la Guardia Nacional el recurso de fabricar reactivos caseros.

Prohibición a través del Ministerio para que las unidades de las Fuerzas Armadas desplegadas en la zona fronteriza actúen en contra de las “unidades” de las FARC y el ELN.

Nombramiento en los comandos clave de las Fuerzas Armadas y de Organismos de Seguridad de Oficiales y funcionarios incondicionales al “Socialismo del Siglo XXI” y no a la institucionalidad.

Suscripción de pactos ideológicos, económicos, políticos y militares, reñidos con la tradición republicana de Venezuela, con gobiernos, organizaciones y demás enemigos probados de la Democracia, la cultura occidental y las costumbres de los pueblos latinoamericanos.

Sostenimiento de una descarada política de victimización destinada al convencimiento de las masas populares latinoamericanas de que complots internacionales buscarían atentar contra el único sistema de gobierno que les co

Tal vez a Hugo Chávez no se le encuentre un kilo de droga en La Casona o en Miraflores, con la excepción de las hojas de coca que le regala Evo, o se le grabe una conversación negociando el paso o la protección a narcotraficantes y en ello reposa la aparente tranquilidad con la que su mente de avestruz aborda el problema, pero lo que su enorme torpeza no le permite vislumbrar, es que la actitud asumida frente a la sociedad FARC/ELN-Narcotráfico, lo ha convertido en el cómplice necesario del delito de narcotráfico internacional y que solo la figura presidencial, aunada a la polémica que deliberadamente genera a diario sobre su persona, es el escudo que lo mantiene a salvo, pero dicha inmunidad es relativa, ya que cada día la realidad se aleja más de su mente y terminará excediendo los límites que respetan las demás naciones del planeta.