La entrevistadora que desnudó a Hugo Chávez.
Cuando me encontraba en medio de mi acostumbrado escrito semanal, surgió un evento que me hizo abandonar de inmediato las ideas que se agolpaban en mi cabeza y captó toda mi atención sin permitirme volver a escribir una sola letra del tema original. Se trataba de una entrevista de una joven periodista colombiana realizada en Miraflores al Presidemente venezolano Hugo Chávez Frías, entrevista que siempre me imaginé que nunca podría ser realizada, ni por Vicky Dávila ni por periodista alguno, en primer lugar, dada la reticencia de Chávez a darlas si las condiciones no le son favorables en un 100% y en segundo término, por el cerco que le imponen sus asesores de imagen, conocedores de sus inmensas limitaciones frente a interlocutores hábiles, informados e inteligentes.
Me imagino que quienes pudiesen haber intervenido para que la entrevista se diera, de parte del gobierno venezolano, en estos momentos deben encontrarse haciendo sus maletas para alejarse para siempre del entorno presidencial.
También me parece ver, la cara de “baboso” del Presidemente cuando alguien de su entorno le presentó el perfil de Victoria Eugenia Dávila, al observar el lindo rostro de esta joven periodista y presentadora de noticias colombiana. Tal vez pensó que se trataba de un adelanto que le hacía el Ex Presidente Ernesto Samper, ante el deseo que le manifestara de conocer personalmente a la actriz Amparo Grisales.
Pero lo que no se imaginó, ni tampoco le fue advertido, fue la trayectoria periodística de Vicky, su cercanía con el Presidente Álvaro Uribe y del hecho que por su trabajo periodístico, es una de las periodistas amenazadas de muerte por sus socios de las FARC. Craso error, pero en fin, para Chávez representaba, además de una oportunidad para refrescar su vista, un momento oportuno para enviar su mensaje de “amor” al pueblo de Colombia y para justificar públicamente sus marchas y contramarchas en relación al último impasse diplomático con Colombia.
Nunca se imaginó Chávez, la estatura profesional y moral de la persona que tenía enfrente, tal vez acostumbrado a la timidez de algunos periodistas venezolanos y a la exagerada docilidad de los periodistas “bolivarianos”. Tal como él mismo lo diría, tenía en frente a un pitcher de béisbol que podía lanzarle de 95 millas para arriba, mientras que él venía lesionado de un partido de “softball”, donde estuvo bateando infructuosamente los lanzamientos de “bombita” que le ponía un “arrastrado” oficial de la Armada para que “conectara un jonrón”.
Así, se dio inicio una entrevista a la que adornó en incontables ocasiones con el “eh” cubano del que se ha contagiado a fuerza de interactuar más con cubanos que con venezolanos, además de la ingestión de uno que otro sonoro “gargajo”. Lo primero que hizo, fue justificar el regreso del embajador venezolano en Colombia a ese país como señal de “buena fe”, adjudicándole el mérito al grupo de colombianos de izquierda a quienes recibió la noche anterior, como si nadie supiera que es un imperativo para el gobierno chavista el mantenimiento de una “base de paz”, como él mismo lo anunciara, en territorio colombiano, desde la cual mantener un permanente monitoreo de los pasos que da el gobierno de ese país.
No dejó pasar la primera oportunidad para ir directo a una de las razones por las cuales aceptó la entrevista: Las “bases norteamericanas en territorio colombiano”, tema del cual a este brutazo nadie va a poder mover ni un milímetro aún cuando le puedan presentar las pruebas más contundentes en contrario, porque así lo ha decretado para si y para sus obedientes seguidores.
Haciendo gala de su enfermiza conducta manipulativa para aplicar el chantaje emocional, asevera que los norteamericanos gozarían de inmunidad para “cometer los delitos que quieran”, hasta violaciones y habla de un caso de violación de un soldado contra una joven colombiana. Continúa luego arremetiendo contra Uribe acusándolo de miedoso por no ir a pararse frente al “paredón” de UNASUR y se convierte en vocero del Presidente Lula, contradiciendo su posición hecha pública con respecto al tema de las bases
Luego volvió sobre la mentira comprobada de los “Paracachitos”, haciendo como siempre afirmaciones fantasiosas sobre personas verdaderas, ministros, gobernadores, alcaldes, etc como una presunta prueba de que Colombia y la CIA representan un peligro para Venezuela.
No perdió oportunidad el chantaje para condicionar la actualización del convenio Colombia – USA para la utilización de bases militares colombianas por parte de personal técnico y militar norteamericano, mediante la “revisión” de todos los convenios y acuerdos suscritos con Colombia en todas las materias. Se declara víctima de hipotéticas agresiones o ataques preventivos de Colombia y fantasea sobre la “celebración” del gobierno colombiano en el transcurso de su temporal caída en abril del 2002.
Ante la posibilidad de guerra entre Venezuela y Colombia, traída a colación en días anteriores por el mismo, evadió la pregunta directa que Vicky Dávila le hizo, mediante la evocación, nuevamente, del episodio de los “Paramilitares” de la finca Dacktary como una causal de guerra inmediata, la cual no se produjo “gracias a que no soy guerrerista”: Es que hubiese iniciado una guerra por un caso por el cual no hay hoy ni un solo detenido? No pudo su gobierno comprobar fechacientemente la comisión de los delitos presuntamente cometidos por tales “paramilitares” y ahora habla de que si era posible el inicio de una guerra contra un país que no nos estaba agrediendo?
En su sempiterna “metedera de pata” afirma que “movió” batallones cuando “nos sentimos amenazados”, luego del bombardeo al campamento de Raúl Reyes: Ante la firmeza de la entrevistadora y lo asertivo de sus preguntas era tal el estado de desconcierto por el que pasaba, que casi confiesa que brinda protección territorial a las FARC en Venezuela. En su nerviosismo repetía “Es la verdad, es mi verdad”, al confundir las elucubraciones que su febril mente entreteje con la realidad.
Cuando Vicky pasó al tema de los lanzacohetes AT4, asunto sobre el cual se había preparado, no logró coordinar o articular una respuesta satisfactoria, sencillamente, la entrevistadora “lo raspó”. Salió “reprobado” cuando afirma que ante un informe enviado por la Cancillería colombiana oficialmente, por escrito, como debe ser, “mi canciller llamó” para decirle al gobierno colombiano que “era un material inservible”, como si con esa respuesta quedara libre de responsabilidad el gobierno chavista, error en el que incurre el mismo Chávez segundos después cuando afirma que el material “es una chatarra” y que la guerrilla debería darle las gracias al presidente Uribe por haberles quitado ese armamento. Serán esas las “caucheritas viejas, pero que todavía sirven” mencionadas en los correos obtenidos de las computadoras capturadas en Ecuador?
Termina de crear más interrogantes en cuanto al caso cuando dice que “estos pudieran ser tres de esos cinco que la guerrilla se llevó”. Es imposible que en el informe de la Armada del año 95 no fueran señalados los seriales de tales lanzacohetes, por lo que saber si los capturados actualmente tienen o no los mismos seriales es solo cuestión de compararlos.
Si fueran los mismos lanzacohetes, tengan la seguridad que ya los medios oficiales, en medio de una descomunal campaña publicitaria, hubieran mostrado los seriales del informe y los troquelados en cada uno de los lanzacohetes y como si fuera poco, ante la interrogante de la periodista sobre como pudo ocurrir que siendo el ELN el grupo irregular que atacó Cararabo y robó las armas, ahora estos lanzacohetes aparecen en manos de sus enemigos de las FARC, Chávez le recomienda “anda tu a averiguar con el ELN y con las FARC”. Sobre el apoyo con armas a las FARC, la confesión casi llega a ser un hecho cuando dice, “para mi sería sumamente fácil… relativamente fácil” conseguir armas en el mercado negro. Que creen ustedes que le hará pensar que sea así? Será el grado de sus asociaciones estratégicas e ilícitas las que le permiten hacer tal aseveración?.
Haciéndose el “Insulza" se desentendió de las informaciones obtenidas de las famosas computadoras de Raúl Reyes, defendió a los Generales Hugo Carvajal y a Clever Alcalá y en todo momento, como todos ustedes pudieron observar, no se atrevió a mencionar dichas computadoras y mucho menos las informaciones.
Niega nuevamente que las FARC estén en Venezuela y sostiene que éstas están fuera de “marco”, porque ya está considerando la posibilidad que la izquierda logre por la vía electoral el triunfo en Colombia, no obstante sigue apoyándolas militarmente por constituir un elemento desestabilizador para Colombia y de apoyo para el chavismo en territorio venezolano.
Su mentalidad de Dictador hace que al referirse a la posición del Presidente Obama en las múltiples facetas del escenario internacional, no le permite concebir la forma de actuación de un presidente democrático, sino que por el contrario, asume que la conducta correcta es la suya, argumento con el que ha convencido a Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega, sin olvidar al defenestrado Manuel Zelaya.
Chávez llegó al final del calvario que le representó esta entrevista creando más dudas que las existentes cuando comenzó. Lo único que se comprobó es que le aterra que con el apoyo norteamericano el gobierno colombiano ponga fin a la guerrilla de las FARC y el ELN. Chávez no convenció a nadie. Tal vez Vicky Dávila sea catalogada en los próximos días por Hugo Chávez como “terrorista mediática”, “cachorra del imperio”, “ignorante” etc pero lo que no podrá es borrar la liliputiense imagen que su miedo proyectó como remedo de Estadista, más que atemorizado, aterrorizado por la fuerza de la verdad y el coraje de una ciudadana colombiana que le exigió respeto para su país y se ganó el respeto del nuestro.