Maracay será el centro industrial militar iraní, ruso y chino en latinoamérica
El pasado miércoles 13 de junio, realizó una nueva aparición pública el convaleciente Presidente de Venezuela, esta vez con la finalidad de presentar al país un modelo de fusil fabricado en la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (CAVIM) y un avión no tripulado o “drone”. La presentación de éste último ha sido objeto de algunos comentarios en la prensa internacional debido a que tan solo dos días antes, el diario ABC de España publicó un artículo titulado “EE.UU. Investiga la venta por Iran , de aviones espía a Venezuela”
Según el artículo, desde hace unos dos años, la Fiscalía de Nueva York tiene abierta una investigación por la “intensa relación militar existente entre Venezuela e Irán, que incluye la venta de aviones no tripulados (el avión espía iraní «Mohajer») al Gobierno de Hugo Chávez, la instalación en el país caribeño de fábricas de pólvora y diversos productos químicos y la cooperación en el acceso a componentes de armamento”. En efecto, hace un par de años al inicio de la investigación, el Fiscal General del Condado de Nueva York, Robert M. Morgenthau, acusó al régimen de Chávez de “corrupción, promoción del terrorismo, deseos de establecer una hegemonía política en la región latinoamericana y de odiar a los Estados Unidos”
Tal investigación ha sido motivada por la creciente y sospechosa actividad financiera concertada entre ambos gobiernos que involucran a una serie de compañías iraníes sancionadas comercialmente en el ámbito internacional. Como producto de los numerosos acuerdos firmados entre Venezuela e Iran, en territorio venezolano se han instalado complejos que no dan señales de producción en proporción a las inversiones realizadas ni a la infraestructura que se les ha edificado.
Una de las operaciones sospechosas, corresponde a la venta de 12 drones del modelo Mohajer 2 por la módica suma de 28 millones de dólares, venta que generó como siempre ocurre en los negocios con los iraníes, la edificación de estructuras que exceden el propósito aparentes de las mismas.
Ante la publicación del periódico ABC, la respuesta del gobierno venezolano no se hizo esperar y el mismo Hugo Chávez se encargó de hacer público un presunto proyecto de CAVIM para “producir un drone venezolano”. Durante la presentación, en la cual se mostró en tierra un prototipo, tanto el General Julio Morales Prieto, como un incógnito Capitán de Fragata designado para presentar el avión, se esforzaron por dejar claro que su origen era venezolano producto del desarrollo del proyecto “Sant Arpía”, no obstante, sus torpes declaraciones terminaron por dejar más en evidencia que se trataba de un “Sistema comprado a Iran” y para cuya operación se había entrenado personal militar en Iran. Este General, quien presenta en su Curriculum profesional que fue integrante promoción promoción Fidel Castro Ruz del Curso de Comando y Estado Mayor del Ejército Venezolano, fue el encargado de “certificar” que Venezuela no estaba violando el embargo contra la empresa militar iraní constructora de los drones.
Pero el problema para la comunidad internacional no es si el drone fue adquirido ensamblado en Iran o si con sus partes se ensambló en Venezuela, sino la operación comercial venezolana con la empresa militar iraní “Aviation Industries Organization (AIO). Sin embargo, detrás de estas operaciones comerciales subyace un elemento oculto que debe ser investigado.
Conozca el Mohajer iraní
El Mohajer un avión no tripulado construido para labores de reconocimiento mediante cámaras fotográficas y de video, aunque existe evidencia que han sido artillados con fines muy específicos. Su origen es iraní, conociéndose la existencia de 4 versiones. Mohajer-1: fue la variante inicial que se desarrolló durante la guerra Irán-Irak, en 1985. Mohajer-2: Posee un rango un poco mayor al 1 y un sistemas de piloto automático, con una autonomía de 1,5 horas y un rango de 50 km. Mohajer-3: Se le rediseñó el fuselaje, por lo que luce distinto a sus predecesores. Se le dió un alcance de 100 km y una autonomía de vuelo de 2 a 3 horas. Mohajer-4: El fuselaje fue rediseñado al igual que las alas. Su radio de acción se incrementó a 150 km, el techo operacional a 15.000 pies y la autonomía de vuelo a 7 horas. El peso es casi el doble de las versiones anteriores y se crearon de él dos variantes.
De acuerdo a los modelos que se han exhibido, Venezuela cuenta con un una versión criolla (El Venezolano) con elementos del Mohajer 1 de tamaño reducido y con el Mohajer 2, modelos que han sido dejados atrás por el 3 y el 4, que son superiores y están más actualizados.
Hasta la fecha los únicos compradores del Mohajer de Iran, han sido la organización terrorista Hezbolá, 8 unidades y Venezuela 12 unidades, de las cuales presuntamente 3 se han estrellado y el responsable del proyecto, es el Presidente de CAVIM, General Julio Morales Prieto, cuyo cargo anterior fue el de Director General de Armas y Explosivos de la FAN.
Los Mohajer en Venezuela
Irán es el país con el cual un gobierno venezolano ha firmado más acuerdos de cooperación. En enero de 2007, el Ministerio de Defensa de Venezuela informó que dentro del acuerdo de cooperación técnico-militar suscrito con Irán, estaba contemplada la construcción en el país de vehículos no tripulados de tecnología iraní. Posteriormente, en el año 2008 Cavim anunció la adquisición en Irán de doce drones para ser empleados en actividades de reconocimiento, vigilancia fronteriza y monitoreo ambiental, entre otros usos. En el 2011 anunció la construcción de un prototipo criollo al que denominaron El Venezolano y asignaron las siglas ANT-1X. El Venezolano 002 y un drone iraní, cuya identificación no fue revelada, participaron en las maniobras Quigua Ampliado II-2011 en la isla de La Orchila del 3 al 18 de noviembre del 2011. Aunque dicha operación fue conducida por el Grupo de Tarea # 20 de la Armada, operacionalmente los drones fueron adscritos al Grupo Aéreo de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento Electrónico Nº 8, de la FAV, con sede en la base aérea El Libertador. Los drones presentados por Chávez serán utilizados próximamente en la operación Quigua 2012 que se inició el pasado 15 de junio.
Como señalara con anterioridad, independientemente de la “paternidad” del proyecto “Sant Arpía”, lo que importa a otros gobiernos es la relación comercial del gobierno venezolano con los Iraníes, pero más profundamente, la motivación permanente de tal preocupación es la posibilidad de que se convierta a América Latina en un polvorín por estallar contra el mundo occidental. Aunque el enemigo de Iran sean los Estados Unidos, nuestros países son tan occidentales como el norteamericano a los ojos de los radicales islámicos y ningún país, incluyendo a Venezuela, estará a salvo del caos que podrían traer a la región.
De ahí la importancia de desentrañar los secretos que pudieran ocultarse detrás de cualquier proyecto por más inocuo que parezca si de alguna manera se relacionan con potenciales peligros contra nuestros pueblos. Lo que si es cierto, es que en Venezuela hay fábricas de tractores y autos iraníes, pero solo producen unos cuantas unidades y se importan tractores de Bielorrusia.
Que esconde CAVIM ?
El 30 de enero del 2011 se produjo una explosión en las instalaciones de CAVIM, que borraron del mapa cuatro galpones. Para ese momento se estaban levantando las estructuras para la fábrica de los fusiles rusos AK-103 y una instalación iraní aún por determinar su objeto. Para el ensamblaje de los aviones no tripulados se destinó una instalación de dos cuerpos justamente frente a uno de los galpones que explotara en el 2011. Este hecho causó que los ojos de la opinión pública nacional e internacional se posaran sobre esas instalaciones militares por lo extraño de las circunstancias en que se produjeron las explosiones en dos sitios distantes entre si, pero más suspicacia generó la forma como el gobierno manejó la situación, al aceptar antes que cualquier junta lo determinara, que había sido un accidente.
La conducción y administración del proyecto se encuentra en manos de CAVIM y de la Armada venezolana, mientras que organizacionalmente se asignaron los aparatos al Grupo 8 de la Fuerza Aérea. Lo extraño es que los miembros de este grupo no tienen acceso directo al sistema de drones y menos aún los desarrolladores de la primera versión “El Venezolano” y una segunda versión conocida como “El Venezolano 002-El Silbón”.
Otro elemento que agrega más que pensar sobre lo que ocurre dentro de CAVIM es el desarrollo de la infraestructura. Las nuevas duplican en superficie a lo que era todo el complejo hasta el 2010, se encuentran en la parte menos accesible de complejo, fueron edificadas en tiempo récord en comparación a como avanzan las obras civiles construidas por el gobierno, los pagos a los contratistas fueron realizados con toda puntualidad y los costos son exagerados.
Según el diario ABC de España, “la obra quedó terminada en 2010 y por ella el contratista Omar Flores cobró 2,4 millones de dólares, los cuales a pesar de la existencia de un estricto régimen de control cambiario en Venezuela, le fueron transferidos a su cuenta de una sucursal del Banco Santander en Valparaíso (Chile)”... “Concluida la obra, Flores entregó material de construcción a los iraníes para que por su cuenta realizaran un proyecto paralelo de restringido acceso”. Aún así, el Presidente Chávez acaba de aprobar Chávez 172,3 millones de dólares a CAVIM para instalar allí un centro industrial de radiocomunicaciones.
Con este nuevo proyecto, el gobierno concentra a tres gobiernos, el iraní, el ruso y el chino, en una instalación donde los venezolanos cada día saben menos sobre lo que allí ocurre.
La mano de Chåvez
El reconocimiento por parte del gobierno de la injerencia de Iran en un proyecto al cual había sido solapadamente expuesto como nacional, es el resultado de las consultas realizadas por Chávez a sus asesores. En tal sentido, con un doble propósito, el primero para pasar la página por los comentarios de medios internacionales sobre la cooperación de Iran con Venezuela y segundo, para buscar el apoyo de sus aliados del este del mundo al mostrarse desafiante ante los Estados Unidos y Europa, el gobierno abandonó su característico silencio ante la fuerza de lo evidente y prácticamente le dijo al mundo “lo estoy haciendo... y que?”.
Mientras gran parte del país imaginaba que todo el tiempo que se mantuvo desvinculado de la vida pública se debía a un agravamiento de su salud, desde sus habitaciones alternaba el reposo médico con las funciones de Jefe de Estado, Chávez ordenó el adelanto de las coordinaciones para ejecutar el plan de visitas de representaciones y mandatarios extranjeros con quienes tiene previsto firmar polémicos acuerdos, sobre todo en el área militar.
Hace algunos días, mientras forzado por la posibilidad de ser expuesto por sus subrepticios acuerdos con Irán decidió huir hacia adelante “Un día nosotros seremos una potencia. Estaremos colocando miles de tiunas de distintos modelos en el mercado nacional, exportándolos, lo mismo que los fusiles, la munición y los aviones sin tripulación”.
También informó que Ahmadineyad viajará a Caracas después de participar entre el 20 y 22 de junio y que ambos continuarán avanzando en su alianza, que incluye la fábrica de drones en Maracay. También hará lo mismo con su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko, cuya visita está prevista para el 26 de junio.
La presunta fabricación de aviones espías iraníes, así como la de fusiles y municiones rusos, más que un plan de expansión armamentista para defender la revolución que aparece en su propuesta de gobierno para el próximo período 2013-2019, forman parte de un plan para engañar a “sus enemigos” en su” lucha por salvar a la raza humana y al planeta”.
En su “Segundo Plan Socialista” para los próximo seis años plantea extender la búsqueda de información útil para la seguridad y defensa del país, fortalecer la Milicia Nacional Bolivariana con nuevos reclutas e incrementar el desarrollo de la Milicia Territorial.
Quienes se encuentran del otro lado de las maniobras de Chávez deben tener en cuenta el efecto que pueda tener sobre sus psiquis algunas variables como su estado de salud, sobre le cual solo el tiempo irá marcando la pauta, la crisis que podría avecinarse en el campo económico por un posible descenso en los precios del petróleo, la posibilidad de que enfrente su primera y última derrota por la carrera presidencial y el desarrollo de los acontecimientos en los países árabes, donde la llamada “Primavera Arabe” aun no ha terminado de hacer sentir sus efectos.
Por los momentos, CAVIM está literalmente en el ojo del huracán, pero recuerden que con Hugo Chávez y sus amigos, el verdadero vórtice podría estar en otro lado.