Tal como le he venido sosteniendo, la única salida que queda para los venezolanos de los dos bandos, gobierno y oposición, es la democrática y constitucional del voto. El único enfrentamiento posible y digerible para la comunidad internacional es el electoral; cualquier otra salida estaría en manos del gobierno, sin embargo, el jefe del partido rojo hace unas cuantas horas habló de que tal carta estaría en manos de la oposición. Tal pareciera que los humildes chavistas tuvieran razón cuando dicen que a Chávez lo tienen engañado, lo cual de acuerdo a sus palabras podría ser cierto. Es muy posible que el entorno de Chávez le oculta muchas cosas y al mismo tiempo lo tiene enterado de otras que no son ciertas, todo con la finalidad de mantener sus cuotas de poder y de “amamantamiento”.
Al escenario electoral se agregó un nuevo elemento surgido de un quirófano cubano y de un diagnóstico secretísimo que se esparció como producto de una errada política de ocultamiento frente a una opinión pública experta en “leerle la seña” al gobierno. Ante la nueva, ineludible y dura realidad chavista, la oportunidad “la pintan calva”, sin alusiones al resultado de quimioterapia alguna, para la oposición venezolana.
No obstante las nuevas variables, el escenario electoral se torna incierto para los opositores por muchas razones que emergen, tanto del lado de la oposición como de los seguidores del gobierno. En tal sentido los que no quieren más a Chávez en el gobierno se debaten bajo el influjo de algunas percepciones como las siguientes:
1. El gobierno es imbatible porque tiene el poder del fraude a franca disposición: Nada más falso que esto, el verdadero fraude es el ejercicio de una serie de maniobras con el objetivo de desalentar el voto opositor. Es cierto que el gobierno ejerce el ventajismo electoral y mantiene infiltrado en el Registro Electoral Permanente una indeterminada cantidad de votantes que solo son efectivos si pueden ir a votar. El famoso fraude electrónico que invierte votos y hace que de poblaciones de 500 votantes salgan 100.000 votos y hasta un millón como algunos aseguran, nunca existió y las posibilidades que se de es nula. Los impulsores de la existencia del fraude que daría la victoria holgadamente al gobierno provienen de tres fuentes: De la operación de inteligencia de desinformación cubano-venezolana, que siembra más que la duda, la certeza de que va a ocurrir un fraude multiplicador de votos, al afirmar que en el próximo evento la avalancha de votos a favor será descomunal; recuerdan los 10 millones de votos anunciados por el gobierno?. La segunda fuente son elementos pagados por el gobierno, quienes a la espera de tales oportunidades, viven en la ambigüedad política para lograr credibilidad en sus pronósticos y “descubrimientos” y por último, la tercera fuente, surgida de la oposición desinformada, que se hace eco fácil de los rumores y de cualquier campaña de desinformación que se lance a la calle.
2. El gobierno no tiene suficientes seguidores, pero el fraude es el que ha ganado todo el tiempo. Esta falsa y fatalista percepción sería la confirmación conveniente a la teoría del fraude general que hasta el momento el gobierno se esfuerza por mantener vigente. Como las maniobras del chavismo para desalentar el voto, única salida posible en la actualidad, no fueran suficientes, algunos sectores extremistas de la oposición lanzan señales desde todos lados para lograr adeptos a salidas imposibles lideradas por ellos, sin reparar en el daño que puedan hacer al futuro del país y a una oportunidad constitucional, moral y posible por la vía del voto, única opción válida internacionalmente e inclusive frente a una apreciable cantidad de venezolanos que creen en la oferta gubernamental. Por ejemplo, en las elecciones parlamentarias de septiembre del 2010, a pesar que la oposición en término absolutos fue la ganadora, la proporción de Diputados a la Asamblea General ha sido tomada como la indicadora de que fue el gobierno el ganador: Por el gobierno para aparentar una fortaleza que están lejos de poseer y por los disidentes de la opción constitucional para justificar sus “lucha”. La realidad dista mucho de ambas tendencias debido a que los resultados, infinitamente mayores a los logrados en el 2005 cuando se impuso la tesis de la abstención, afin a la tendencia extremista, produciendo la ausencia de votantes que dejó las manos libres en materia legislativa al gobierno al producirse el saldo de cero diputados. Las parlamentarias del 2010, además que en votos absolutos fue una derrota para el gobierno, abrió curules para 67 diputados opositores en un amañado sistema de circuitos donde el gobierno en vez de cantar lloró cuando vio esfumados sus esfuerzos por lograr la elección prevista para un rango de 125 hasta 140 diputados, lo cual representó una derrota adicional, esta vez sobre las aspiraciones del gobierno, hecho que la inconformidad del sector opositor dejó pasar por alto. Si el gobierno no tuviera seguidores en cantidades suficientes para producir resultados apreciables, la maquinaria gubernamental no se manifestara en las magnitudes que lo ha hecho hasta el momento ni la desesperación en algunas zonas no se hiciera tan patente, donde el esfuerzo gubernamental por ganar en regiones clave es inmenso y sin embargo, el voto le ha resultado esquivo desde que comenzó su declive, como es en el caso de Zulia, Nueva Esparta, Táchira, Miranda, etc. Sin embargo, por ejemplo, ignorar que del gobierno dependen más votantes que de la industria privada es un error táctico tremendo al tratar de buscar votos por la vía del bozal de arepas. Igualmente resulta un craso error creer que todos los que se declaran enemigos del gobierno son sus enemigos comercial o monetariamente; basta con que hagan una encuesta entre sus allegados antichavistas viscerales y luego pídanles que les muestren su dedo entintado el día de las elecciones.
3. El gobierno tiene de su parte a las Fuerzas Armadas: Esa es la mentira más grande que he debido escuchar en torno a las supuestas fortalezas del gobierno chavista. Están de parte del gobierno solo un grupo de Generales corruptos y cobardes que en connivencia con oficiales y suboficiales que conforman parte de sus equipos de trabajo, quienes son conocidos y señalados por sus superiores, compañeros de promociones y subalternos. Algo parecido a lo que ocurriera antes en su seno, si no, que los digan quienes durante el mandato del Presidente Caldera, vieron a las Fuerzas Armadas sometidas a los designios del General Rubén Matías Rojas Pérez y del General retirado de la Guardia Rafael Rivas Ostos, a través de sus tentáculos en las otras Fuerzas como el General Freddy Alcázar Weir y Ramón Rodríguez Mayol en la Guardia Nacional, Victor Cruz Wefer en el Ejército, Jorge Sierralta Zavarce en la Armada, oficiales que desde posiciones inferiores daban órdenes a sus Comandantes Generales para armar el tinglado que mas favoreciera las corruptelas del gobierno y dentro de las Fuerzas Armadas. Hoy la mayoría de nuestras Fuerzas Armadas se mantienen fieles a los principios de obediencia y subordinación a sus superiores y atrapados en una paradoja constitucional, en medio de la cual, el gobierno ejerce presiones pretendiendo obligarlos a declararse socialistas de corazón y una oposición que los agravia e ignora, porque no insurgen contra su propio Comandante en Jefe, acción que por cierto no es del agrado de ningún gobierno del planeta, por más que no quiera a Hugo Chávez en el poder.
4. La oposición tiene la mayoría suficiente para ganar unas elecciones limpias: Esta es la percepción más cercana a la realidad por cuanto a cada minuto que pasa la mayoría de la simpatía es mayor, lo cual no significa que quienes viven del gobierno son capaces de sacrificar sus empleos por la Patria o que quienes por otras razones se excusan de cumplir con su deber debido a que lo ven como un derecho y como tal, pueden dejar de ejercerlo. Igualmente la sensación de que ante el triunfo seguro el voto individual no pueda ser necesario y de que uno más sería un viaje inútil al Centro de Votación, nos coloca ante la tarea de que hay que arrancar del subconsciente de los venezolanos tal impresión. Nos sorprendería la cantidad de personas que dejan de votar razones fútiles e incomprensibles ante el momento histórico que se vive en cada elección y cuya intención de voto estaría de nuestro lado de llegar a materializarse. Sin embargo, bajo la percepción de que se pueden ganar elecciones limpias, se da por descontado que el opositor no es un mañoso, de cuyas trampas puedan emerger resultados como votos nulos, cambios de residencias hacia sitios de difícil o imposible acceso, sobre todo para votantes que revisan su lugar de votación el último día u otras maniobras restrictivas sobre el voto opositor.
Las anteriores percepciones de nuestros votantes, los de oposición, podrían influir de manera negativa los resultados de la próxima contienda, a menos que se genere una matriz más fuerte y generalizada de opinión sobre el escenario en que se realizarán las elecciones del 2012. Una buena forma de comenzar, ante la arremetida del gobierno contra la Mesa de la Unidad, es vendiendo al electorado las bondades de la última novedad, la tarjeta unitaria de la oposición al gobierno.
En tal sentido, el trabajo comienza por el camino a la elección sin traumas del candidato de la unidad el próximo mes de septiembre del 2012, con vías a enfrentarlo con éxito al candidato del gobierno, quien quiera que sea, olvidándonos de que Hugo Chávez podría ser quitado del medio por designios divinos. El paso siguiente sería la presentación a nuestros electores de las ventajas comparativas del uso de una tarjeta unitaria para la elección presidencial y luego, el compromiso de todos los candidatos a la preselección, de apoyar al ganador personalmente, y poniendo a su disposición todos sus recursos.
Por el camino que vamos, los dolores de Hugo Chávez no se ciñen exclusivamente al inofensivo, intrascendente y menospreciado “abceso pélvico” que se le diagnosticara hace un par de meses, sino que se incrementarán tratando de explicar la anunciada “estafa” de la oposición, estafa ante la cual se mostró tan indefenso que ni siquiera atinó a ordenarle a INDEPABIS que interviniera o al SEBIN que la investigara.
A Hugo Chávez, aún sin el presunto cáncer que lo aqueja, se le antoja que es más importante evitar que la Mesa de la Unidad le cree un comando de campaña unitario y mucho mas que le coloque en el tarjetón del CNE una tarjeta mediante la cual los venezolanos que no simpatizan con los partidos políticos tradicionales elijan al hombre o mujer que rija los destinos del país para después del 2012, dejando a la Revolución del Siglo XXI en la búsqueda de una “chivera” en la subida al Junquito para esperar que se la coma el óxido, el sol y la humedad.
No es del agrado de Hugo, que en vez de una tarjeta única, que pareciera chiquita y solitaria en un tarjetón lleno de todos los rojos posibles, sea una más de las tantas que en septiembre le sentaron 67 opositores en una Asamblea General 100% obediente, con el agravante de que mediante esta tarjeta unitaria, por una parte, los partidos tradicionales aprenderán una lección de los venezolanos, mientras que por la otra, una buena parte de los siete millones de Ni Nis que vegetan en el REP se animarán a hacerse sentir en el escenario electoral del 2012.
Para colmo de Chávez, en el escenario económico, todos los países del orbe se preparan para una posible debacle económica como la ocurrida en el 2008, que de presentarse podría estrellar nuevamente los precios del petróleo en un abismo, de donde los brazos de la Revolución del Siglo XXI no podrán extraer el dinero para pagar sus lealtades.
Como dijo Hugo.. Que es un cáncer pa’ mi? ... Comparado con la tarjeta unitaria y todo lo que se le viene encima.
Al escenario electoral se agregó un nuevo elemento surgido de un quirófano cubano y de un diagnóstico secretísimo que se esparció como producto de una errada política de ocultamiento frente a una opinión pública experta en “leerle la seña” al gobierno. Ante la nueva, ineludible y dura realidad chavista, la oportunidad “la pintan calva”, sin alusiones al resultado de quimioterapia alguna, para la oposición venezolana.
No obstante las nuevas variables, el escenario electoral se torna incierto para los opositores por muchas razones que emergen, tanto del lado de la oposición como de los seguidores del gobierno. En tal sentido los que no quieren más a Chávez en el gobierno se debaten bajo el influjo de algunas percepciones como las siguientes:
1. El gobierno es imbatible porque tiene el poder del fraude a franca disposición: Nada más falso que esto, el verdadero fraude es el ejercicio de una serie de maniobras con el objetivo de desalentar el voto opositor. Es cierto que el gobierno ejerce el ventajismo electoral y mantiene infiltrado en el Registro Electoral Permanente una indeterminada cantidad de votantes que solo son efectivos si pueden ir a votar. El famoso fraude electrónico que invierte votos y hace que de poblaciones de 500 votantes salgan 100.000 votos y hasta un millón como algunos aseguran, nunca existió y las posibilidades que se de es nula. Los impulsores de la existencia del fraude que daría la victoria holgadamente al gobierno provienen de tres fuentes: De la operación de inteligencia de desinformación cubano-venezolana, que siembra más que la duda, la certeza de que va a ocurrir un fraude multiplicador de votos, al afirmar que en el próximo evento la avalancha de votos a favor será descomunal; recuerdan los 10 millones de votos anunciados por el gobierno?. La segunda fuente son elementos pagados por el gobierno, quienes a la espera de tales oportunidades, viven en la ambigüedad política para lograr credibilidad en sus pronósticos y “descubrimientos” y por último, la tercera fuente, surgida de la oposición desinformada, que se hace eco fácil de los rumores y de cualquier campaña de desinformación que se lance a la calle.
2. El gobierno no tiene suficientes seguidores, pero el fraude es el que ha ganado todo el tiempo. Esta falsa y fatalista percepción sería la confirmación conveniente a la teoría del fraude general que hasta el momento el gobierno se esfuerza por mantener vigente. Como las maniobras del chavismo para desalentar el voto, única salida posible en la actualidad, no fueran suficientes, algunos sectores extremistas de la oposición lanzan señales desde todos lados para lograr adeptos a salidas imposibles lideradas por ellos, sin reparar en el daño que puedan hacer al futuro del país y a una oportunidad constitucional, moral y posible por la vía del voto, única opción válida internacionalmente e inclusive frente a una apreciable cantidad de venezolanos que creen en la oferta gubernamental. Por ejemplo, en las elecciones parlamentarias de septiembre del 2010, a pesar que la oposición en término absolutos fue la ganadora, la proporción de Diputados a la Asamblea General ha sido tomada como la indicadora de que fue el gobierno el ganador: Por el gobierno para aparentar una fortaleza que están lejos de poseer y por los disidentes de la opción constitucional para justificar sus “lucha”. La realidad dista mucho de ambas tendencias debido a que los resultados, infinitamente mayores a los logrados en el 2005 cuando se impuso la tesis de la abstención, afin a la tendencia extremista, produciendo la ausencia de votantes que dejó las manos libres en materia legislativa al gobierno al producirse el saldo de cero diputados. Las parlamentarias del 2010, además que en votos absolutos fue una derrota para el gobierno, abrió curules para 67 diputados opositores en un amañado sistema de circuitos donde el gobierno en vez de cantar lloró cuando vio esfumados sus esfuerzos por lograr la elección prevista para un rango de 125 hasta 140 diputados, lo cual representó una derrota adicional, esta vez sobre las aspiraciones del gobierno, hecho que la inconformidad del sector opositor dejó pasar por alto. Si el gobierno no tuviera seguidores en cantidades suficientes para producir resultados apreciables, la maquinaria gubernamental no se manifestara en las magnitudes que lo ha hecho hasta el momento ni la desesperación en algunas zonas no se hiciera tan patente, donde el esfuerzo gubernamental por ganar en regiones clave es inmenso y sin embargo, el voto le ha resultado esquivo desde que comenzó su declive, como es en el caso de Zulia, Nueva Esparta, Táchira, Miranda, etc. Sin embargo, por ejemplo, ignorar que del gobierno dependen más votantes que de la industria privada es un error táctico tremendo al tratar de buscar votos por la vía del bozal de arepas. Igualmente resulta un craso error creer que todos los que se declaran enemigos del gobierno son sus enemigos comercial o monetariamente; basta con que hagan una encuesta entre sus allegados antichavistas viscerales y luego pídanles que les muestren su dedo entintado el día de las elecciones.
3. El gobierno tiene de su parte a las Fuerzas Armadas: Esa es la mentira más grande que he debido escuchar en torno a las supuestas fortalezas del gobierno chavista. Están de parte del gobierno solo un grupo de Generales corruptos y cobardes que en connivencia con oficiales y suboficiales que conforman parte de sus equipos de trabajo, quienes son conocidos y señalados por sus superiores, compañeros de promociones y subalternos. Algo parecido a lo que ocurriera antes en su seno, si no, que los digan quienes durante el mandato del Presidente Caldera, vieron a las Fuerzas Armadas sometidas a los designios del General Rubén Matías Rojas Pérez y del General retirado de la Guardia Rafael Rivas Ostos, a través de sus tentáculos en las otras Fuerzas como el General Freddy Alcázar Weir y Ramón Rodríguez Mayol en la Guardia Nacional, Victor Cruz Wefer en el Ejército, Jorge Sierralta Zavarce en la Armada, oficiales que desde posiciones inferiores daban órdenes a sus Comandantes Generales para armar el tinglado que mas favoreciera las corruptelas del gobierno y dentro de las Fuerzas Armadas. Hoy la mayoría de nuestras Fuerzas Armadas se mantienen fieles a los principios de obediencia y subordinación a sus superiores y atrapados en una paradoja constitucional, en medio de la cual, el gobierno ejerce presiones pretendiendo obligarlos a declararse socialistas de corazón y una oposición que los agravia e ignora, porque no insurgen contra su propio Comandante en Jefe, acción que por cierto no es del agrado de ningún gobierno del planeta, por más que no quiera a Hugo Chávez en el poder.
4. La oposición tiene la mayoría suficiente para ganar unas elecciones limpias: Esta es la percepción más cercana a la realidad por cuanto a cada minuto que pasa la mayoría de la simpatía es mayor, lo cual no significa que quienes viven del gobierno son capaces de sacrificar sus empleos por la Patria o que quienes por otras razones se excusan de cumplir con su deber debido a que lo ven como un derecho y como tal, pueden dejar de ejercerlo. Igualmente la sensación de que ante el triunfo seguro el voto individual no pueda ser necesario y de que uno más sería un viaje inútil al Centro de Votación, nos coloca ante la tarea de que hay que arrancar del subconsciente de los venezolanos tal impresión. Nos sorprendería la cantidad de personas que dejan de votar razones fútiles e incomprensibles ante el momento histórico que se vive en cada elección y cuya intención de voto estaría de nuestro lado de llegar a materializarse. Sin embargo, bajo la percepción de que se pueden ganar elecciones limpias, se da por descontado que el opositor no es un mañoso, de cuyas trampas puedan emerger resultados como votos nulos, cambios de residencias hacia sitios de difícil o imposible acceso, sobre todo para votantes que revisan su lugar de votación el último día u otras maniobras restrictivas sobre el voto opositor.
Las anteriores percepciones de nuestros votantes, los de oposición, podrían influir de manera negativa los resultados de la próxima contienda, a menos que se genere una matriz más fuerte y generalizada de opinión sobre el escenario en que se realizarán las elecciones del 2012. Una buena forma de comenzar, ante la arremetida del gobierno contra la Mesa de la Unidad, es vendiendo al electorado las bondades de la última novedad, la tarjeta unitaria de la oposición al gobierno.
En tal sentido, el trabajo comienza por el camino a la elección sin traumas del candidato de la unidad el próximo mes de septiembre del 2012, con vías a enfrentarlo con éxito al candidato del gobierno, quien quiera que sea, olvidándonos de que Hugo Chávez podría ser quitado del medio por designios divinos. El paso siguiente sería la presentación a nuestros electores de las ventajas comparativas del uso de una tarjeta unitaria para la elección presidencial y luego, el compromiso de todos los candidatos a la preselección, de apoyar al ganador personalmente, y poniendo a su disposición todos sus recursos.
Por el camino que vamos, los dolores de Hugo Chávez no se ciñen exclusivamente al inofensivo, intrascendente y menospreciado “abceso pélvico” que se le diagnosticara hace un par de meses, sino que se incrementarán tratando de explicar la anunciada “estafa” de la oposición, estafa ante la cual se mostró tan indefenso que ni siquiera atinó a ordenarle a INDEPABIS que interviniera o al SEBIN que la investigara.
A Hugo Chávez, aún sin el presunto cáncer que lo aqueja, se le antoja que es más importante evitar que la Mesa de la Unidad le cree un comando de campaña unitario y mucho mas que le coloque en el tarjetón del CNE una tarjeta mediante la cual los venezolanos que no simpatizan con los partidos políticos tradicionales elijan al hombre o mujer que rija los destinos del país para después del 2012, dejando a la Revolución del Siglo XXI en la búsqueda de una “chivera” en la subida al Junquito para esperar que se la coma el óxido, el sol y la humedad.
No es del agrado de Hugo, que en vez de una tarjeta única, que pareciera chiquita y solitaria en un tarjetón lleno de todos los rojos posibles, sea una más de las tantas que en septiembre le sentaron 67 opositores en una Asamblea General 100% obediente, con el agravante de que mediante esta tarjeta unitaria, por una parte, los partidos tradicionales aprenderán una lección de los venezolanos, mientras que por la otra, una buena parte de los siete millones de Ni Nis que vegetan en el REP se animarán a hacerse sentir en el escenario electoral del 2012.
Para colmo de Chávez, en el escenario económico, todos los países del orbe se preparan para una posible debacle económica como la ocurrida en el 2008, que de presentarse podría estrellar nuevamente los precios del petróleo en un abismo, de donde los brazos de la Revolución del Siglo XXI no podrán extraer el dinero para pagar sus lealtades.
Como dijo Hugo.. Que es un cáncer pa’ mi? ... Comparado con la tarjeta unitaria y todo lo que se le viene encima.