viernes, 7 de diciembre de 2012

A las urnas nuevamente


Muy a pesar de las reiteradas decepciones electorales, en Venezuela cada proceso tiene características distintas y abriga nuevas esperanzas para los venezolanos
En el editorial de la edición número veinticinco de El Faro, periódico comunitario de Miami, se hicieron algunos comentarios acerca del posible resultado de las elecciones del 16 de diciembre, partiendo de la base de la comparación entre los resultados de las elecciones parlamentarias del año 2010 y de las presidenciales del 7 de octubre.  En el presente trabajo, se explican las razones que podrían conducir en un escenario pesimista, a que tan solo se pudiera alcanzar un máximo de cuatro gobernaciones a saber, Táchira, Miranda, Nueva Esparta y Mérida, mientras que en un escenario optimista, a estas cuatro se le podrían anexar algunas de las siguientes: Amazonas, Aragua, Bolívar, Carabobo, Lara, Sucre y Zulia.  
El siguiente análisis es mucho más complicado como elemento de predicción que cualquier encuesta que pudiera realizarse; Una encuesta mediría el resultado de la interacción de las variables sin entrar en análisis previos de éstas y dependerían del grado de asertividad al momento de aplicar el instrumento de medición y de la selección de la muestra, es decir, que mientras la encuesta refleja una muestra de lo que dice la gente que hará, mediante la comparación de los procesos del 2010 y del 2012, se tratará de prever los resultados de las parlamentarias anticipando lo que puede dejar de hacer el electorado en un proceso donde el factor común que hace la diferencia es el uso de las denominadas Unidades de Batalla y Patrullas de Batalla 200 por parte del gobierno.

Muchas variables a considerar
En el resultado que pueda presentarse, es necesario considerar una nutrida cantidad de variables, algunas de ellas excluyentes.
En tal sentido, obligatoriamente habrá que tener en cuenta, en orden de importancia los siguientes factores:  Funcionamiento de la “maquinaria” del gobierno, grado de incentivación al voto por parte de los votantes de la oposición y en última instancia aceptación regional de los candidatos a gobernadores.  Este último aspecto es el que mayor peso tiene en un proceso electoral libre de las presiones directas sobre los votantes por parte del gobierno, pero que en Venezuela es situado en un último plano.
En los gráficos presentados por dependencias federales se puede observar claramente el efecto que tuvo en el proceso del 7 de octubre el uso de la denominada “Maquinaria Roja”, la cual en muchos Estados ahogó el claro crecimiento que tuvo la oposición a la hora de cumplir con el derecho del voto, en comparación con el proceso de elecciones parlamentarias del 2010.

Escenario pesimista
Uno de los sitios donde la derrota del gobierno es más probable será el Estado Táchira, donde la maquinaria chavista aunque superó en casi un 2% el crecimiento del voto opositor no pudo evitar que la ventaja obtenida en el 2010 aumentara de 73.218 votos a 81.550 votos.  
Allí en el Táchira, a nivel de mesas, la oposición transformó 88 mesas chavistas en mesas opositoras, mientras que el proceso inverso ocurrió en 71 mesas.  En el resto de las mesas la tendencia política del 2012 se reflejó en el resultado de la misma forma que en el 2010.  Los factores de incentivo para el voto por parte de la oposición y el de aceptación de los candidatos favorecen a la oposición, por lo que el resultado va a ser muy parecido al del 7 de octubre.
En Mérida, sin considerar otros factores como la división del chavismo, el panorama parece tan claro para la oposición como en Táchira.  El crecimiento opositor es evidente y en cuanto al cambio de tendencia en el resultado de las mesas de votación, mientras 75 mesas cambiaron de chavistas a opositoras, solo en 25 de ellas se observó el resultado adverso. 
En Miranda, aunque el resultado fue adverso para la oposición el 7 de octubre, el resultado obtenido fue producto de una monstruosa movilización. En Miranda, solo 5 mesas de votación cambiaron de tendencia política del chavismo a la oposición, mientras que de opositoras pasaron a chavistas 371 mesas.  Aunque la oposición aumentó su votación en más de 60.000 personas, el gobierno movilizó más de 240.000 por encima de la movilizada en el año 2010, es decir un 32.87%.  No obstante solo obtuvo una ventaja de 7.091 votos, la cual muy difícilmente podrá sostener el 16 de diciembre debido a que los recursos invertidos son mucho menores, no obstante, estaría por verse si la intención de voto de la oposición se mantiene.  
En Nueva Esparta, tal como el gráfico lo indica, se produjo el mismo fenómeno de Miranda. Allí 193 mesas opositoras se convirtieron en chavistas y éstas aportaron algo más que la diferencia final del proceso, mientras que la oposición no superó en ninguna la votación chavista del 2010.  La maquinaria del gobierno fue más efectiva que en Miranda por un 5% y para el 16 de diciembre le resultará muy difícil volver a hacerlo por la falta de recursos y la poca aceptación que tendría Mata Figueroa entre la población.

Escenario optimista
En Carabobo, si se analiza bajo el frío escrutinio de los números, se advierte que la situación podría favorecer a la oposición solo si la maquinaria del gobierno se desinfla.  Allí los consejos comunales constituyeron el 7 de octubre el factor que produjo que la ventaja  de más de 93.000 votos de las parlamentarias fuera sepultada bajo casi un cuarto de millón de votos que representó un 37% de aumento en el voto chavista.  En Carabobo, 455 mesas opositoras se convirtieron en chavistas y tan solo una en la parroquia Naguanagua pasó del chavismo a la oposición por solo 3 votos. En ese Estado el resultado puede ser desfavorable a la oposición por la presencia en el poder durante años de los Salas lo cual puede estar causando un cierto grado de desmotivación para la movilización opositora para votar.
En Lara el análisis de lo ocurrido nos conlleva a presumir que puede ocurrir lo mismo que en Miranda y Carabobo.  A nivel de este Estado, mientras 625 mesas cambiaron de azul a rojo, solo 2 resistieron el trabajo de los centros comunales.  De no poder concretar el gobierno el trabajo de movilización de votantes, la gobernación continuará en manos de Henry Falcón.
En Amazonas el resultado puede ser similar al de Lara.  La vulnerabilidad del voto arrastrado por los consejos comunales es mayor a medida que el porcentaje de incremento de votantes movilizados fue mayor el 7 de octubre. El cambio de tendencia en la votación de mesas antes opositoras a chavistas fue de 68 mientras que el número de mesas chavistas que cambiaron su resultado a favor de la oposición fue solo de 3.
En Zulia el panorama es incierto si se miran solo los números absolutos.  El 7 de octubre, la ventaja obtenida en las parlamentarias llegó a ser de más de 160.000 votos quedó en el olvido frente a una ventaja chavista de más de 128.000 votos, vale decir, que para que Pablo Pérez remonte la cuesta, debe ocurrir que unos 130.000 votantes del gobierno se queden en sus casas.  El Zulia fue el único Estado donde el voto de la oposición fue menor al alcanzado en las parlamentarias del 2010.
Si el análisis se enfoca en la cantidad de personas movilizadas por los consejos comunales, con que solo logren movilizar la mitad del incremento de votos 2010/2012 ya estarían comprometiendo el resultado esperado por Pablo Pérez.  El desplome de la maquinaria debe ser casi total, para que entonces el resultado pueda serle favorable.
En el Zulia el balance de mesas que “cambiaron de color” fue de 1017 para el chavismo y de solo 14 para la oposición.
En Bolívar, las posibilidades de que un desplome de la maquinaria del gobierno pueda permitir el triunfo de la oposición son evidentes.  Aunque 82 mesas de votación antes opositoras se transformaron en chavistas y solo 40 lo hicieran a la inversa, en este Estado se obtuvo un 21.07% de incremento de votos en la oposición, el cual la colocó por arriba del voto chavista del año 2010, lo cual permite afirmar que la no concurrencia del extra logrado por la maquinaria gubernamental, se podría traducir en el triunfo de Andrés Velásquez en ese Estado.
En Sucre la situación es similar a la de Bolívar, solo que allí el crecimiento de la oposición fue menor y el del gobierno resultó exhorbitante, hasta el punto que se convirtieron en “rojas” 327 mesas antes opositoras, mientras que solo una cambió para el color azul.  No obstante, ante un colapso total de la maquinaria del gobierno, la posibilidad de la oposición estaría presente en la medida en que Hernán Nuñez, su candidato, lograra el nivel de votos que logró Capriles durante el proceso electoral del 7 de octubre.
En el Estado Aragua se repite el mismo patrón de Sucre.  El cambio de “color” debido al resultado por mesas fue de 246 a 5 a favor del chavismo. Las posibilidades de Richard Mardo son directamente proporcionales a su esfuerzo personal e inversas al esfuerzo de la estructura chavista que impulsó el incremento del 32.91% de su voto entre 2010 y 2012.
Un Estado que se dejó de considerar anteriormente en cuanto a las reales posibilidades de la oposición es Anzoátegui. Allí el cambio operado entre el proceso de parlamentarias del 2010 y las presidenciales del 7 de octubre se debió desbalance entre los incrementos del voto chavista y el opositor.  El equilibrio entre las mesas antes opositoras y chavistas fue roto en 333 arrebatadas a la oposición por el chavismo y 13 a la inversa.  Nuevamente, ante el cese del empuje de la maquinaria del gobierno, las posibilidades de Antonio Barreto Sira se harían más claras y evidentes.

En el umbral de la esperanza
En Monagas, la situación originada por la defección del chavismo de José Gregorio Briceño hace que los números favorezcan a la oposición.  
Sin embargo, la situación planteada con la candidatura de Soraya Hernández hace que para ambos el panorama cambie radicalmente.  
El incremento del 36.89% en el voto de la oposición, el segundo más alto en todos los Estados, es atribuible no solamente a la campaña de Henrique Capriles, sino que hay que considerar allí el trabajo realizado por el gobernador Briceño, por lo que el resultado del 16 de diciembre puede ser muy distinto entre las siguientes opciones:  Con Soraya Hernández sola, se perderá el voto chavista que seguiría a Briceño;  con Briceño y Hernández en escena, se dividirá el voto de la oposición; y con Briceño solo, las posibilidades de la oposición serían superiores pues le estarían restando votos al chavismo que lo colocarían por debajo de nivel alcanzado en las parlamentarias del 2010.  Si esta gobernación se pierde no será por los votantes sino por la falta de visión del liderazgo opositor.

Dos Estados con futuro
El caso de los Estados Delta Amacuro y Trujillo merece análisis aparte.  En Delta Amacuro, a pesar que el 7 de octubre el gobierno obtuvo el triunfo, el hecho que el Estado es una región con pocos habitantes y votantes, pareciera que la maquinaria no pudo con el voto a conciencia de la gente.  Cuando el chavismo aumentó el 6.62% con respecto al 2010, la oposición lo hizo en casi un 36.94%.  Mientras que ni una sola mesa donde ganaba la oposición se transformó en chavista, en 19 mesas donde ganó antes el chavismo la oposición se colocó en posición favorable.  Inclusive de 290 mesas que había en el Estado, en 92 de ellas el gobierno descendió el 42.77% de sus votos y en 277 la oposición incrementó en 37.81% sus votos.  Para el 16 de diciembre es muy posible que la candidata del gobierno Lizeta Hernández gane la gobernación.
En cuanto a Trujillo aunque el gobierno aumentó su ventaja en un 4% sobre el incremento alcanzado por la oposición, el balance de mesas arrebatadas por un sector al otro no estuvo tan acentuado como en los demás Estados.  Allí, la oposición obtuvo 21 mesas que eran del gobierno y el chavismo 37 de la oposición.  En Trujillo, la situación podría llegar a transformarse en la misma que se vivió en Delta Amacuro en un futuro cercano.  Mientras tanto, el 16 de diciembre todas las posibilidades apuntan a que Henry Rangel Silva hará realidad los deseos de Hugo Chávez.

Donde no hay nada que buscar
En el resto de los Estados el panorama para la oposición es absolutamente obscuro. A pesar de que en ellos hubo un crecimiento del voto opositor con respecto al 2010 entre el 5% y el 32%, no menos cierto es que allí el chavismo creció entre el 26% y el 33% e inclusive luce inalcanzable bajo cualquier escenario adverso.
En Falcón la operación remolque empleada por la maquinaria del gobierno tuvo un efecto revitalizador para Stella Lugo al levantar el nivel de votos del 2010 que era solo de 2.000 sobre el resultado Lugo en las regionales del 2008.  Si alguna posibilidad pudiese existir esta es muy remota.
En Cojedes el crecimiento de ambos sectores fue muy similar, pero el margen de votos inicial es muy superior para el chavismo.  Se tendrían que producir tres condiciones para que se pueda pensar en un triunfo opositor en la entidad: Que colapse la maquinaria chavista, que se produzca un nivel de abstención en ese sector político del 25% sobre la votación alcanzada en el 2010 y que se mantenga intacto el nivel de votos alcanzado por la oposición el 7 de octubre del 2012. 
En el Estado Apure la situación resulta absolutamente negativa para la oposición.  Allí aunque la oposición ha experimentado un progreso desde las regionales del el 2008, aun no ha alcanzado los niveles de votación necesarios para superar el alcanzado en aquella oportunidad por Jesús Aguilarte quien fuera el ganador en esa oportunidad.
En cuanto al Estado Barinas, el progreso de la oposición es insuficiente para siquiera imaginarse la posibilidad de un triunfo.  Ya en el año 2008 se enfrentaron los actuales candidatos, Adán Chávez y Julio César Reyes y aunque la oposición iba divida con Rafael Simón Jiménez, la sumatoria de votos no alcanzaba a los obtenidos por Adán Chávez.  En las parlamentarias del 2010 la cifra de votos fue inferior a dicha sumatoria y solo en las presidenciales del 7 de octubre superaron a las de Adán Chávez, pero siguen siendo inferiores a las del chavismo en las parlamentarias inclusive.
El Estado Guárico no existe cifra ni expectativas que puedan darle la menor opción José Manuel González de Tovar frente al amigo de las FARC Ramón Rodríguez Chacín.  En las elecciones regionales anteriores se presentó la situación que un candidato ajeno al Estado como lo era William Lara, sumó para si más votos que los dos opositores originarios del mismo.  Allí la idiosincrasia  de los habitantes del Estado y el bajo nivel cultural de la mayoría pobre reproducirá el mismo resultado que en el 2008.
En Vargas el escenario también luce muy remota la posibilidad de que Jorge Luis García Carneiro se aleje de la gobernación del Estado. En la actualidad, la oposición no ha logrado superar la cantidad de votos obtenidos por García Carneiro en el 2008 en esa entidad.
Yaracuy es una copia al carbón del Estado Vargas.  Los números de la oposición están aun por debajo de otros alcanzados por el gobierno en las procesos electorales anteriores.
En Portuguesa es posible que aun cuando el chavismo sea historia en Venezuela, seguirán ganando elecciones las reminiscencias que queden de él.
Como se puede observar, el análisis precedente se basa fundamentalmente en la capacidad que tiene el gobierno para movilizar votantes a través de sus centros comunales, el denominado 10x1 y los entes y organismos del Estado comprometidos con con el partido PSUV, el cual le permitió el 7 de octubre del 2012 superar en un 30.35% el nivel de votos alcanzado durante la realización de las elecciones parlamentarias del 2010.  Dicho incremento, dadas las condiciones en que se presentó el 7 de octubre no deja de ser artificial, pues fue producto de la intimidación, el incentivo económico y la explotación de las necesidades de los más necesitados, elementos de presión ejercidos a través de los consejos comunales organizados en “unidades de batalla” y “patrullas”, por lo que en el momento en que dejen de aplicarse el resultado podría resultar catastrófico para los objetivos del gobierno.
Un desplome de dicha maquinaria podría resultar insuficiente en las aspiraciones de la oposición si el grado de motivación de sus votantes llegara también a disminuir como producto de la campaña de abstención promovida desde algunos sectores de la misma oposición y del gobierno.
Como decimos en criollo amanecerá y veremos.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Guerra en Venezuela


El desarrollo del conflicto Palestino-Israelí demuestra que la delincuencia venezolana es cinco veces más efectiva y más eficiente que el poderío militar israelí
Las imágenes del conflicto en la zona de Gaza son desgarradoras.  Para los occidentales constituyen un detonante de emociones observar fotografías de pequeños cuerpos desgarrados por metralla y aplastados por las paredes que antes fueran su abrigo;   Son las imágenes icono de las guerras que han sacudido al mundo, aquellas de las que quisiéramos alejar a nuestra querida Venezuela y a las que día a día nos acerca el loco régimen que gobierna nuestro país.  Para los involucrados en ellas, las instantáneas de la prensa son un arma más de lucha.  Sin entrar a considerar la autenticidad de las fotos, a ciencia cierta no se sabe si Israel les está lanzando misiles a los niños o si los terroristas de Hamás están poniendo niños en los sitios que Israel va a detonar.  
Para opinar sobre el conflicto palestino israelí es necesario conocer las motivaciones de cada una de las partes, así como también tener un conocimiento profundo de la religión, la idiosincrasia y los encuentros y desencuentros previos de ambos pueblos.
Pero el conflicto en el que los venezolanos podemos opinar con sobradas razones es en el nuestro propio país. Mientras en cualquier país latinoamericano la prioridad es la seguridad, en Venezuela la prioridad es la implantación de una revolución absurda.
Un conflicto absurdo
La génesis del conflicto palestino israelí se centra en la idea de la soberanía de la Franja de Gaza y Cisjordania, la eventual formación de un Estado palestino en dichas áreas, el estatus de la parte oriental de Jerusalén, de los Altos del Golán y de las Granjas de Shebaa, el destino de los asentamientos israelíes y de los refugiados palestinos, el reconocimiento de Israel y Palestina y de su derecho a existir y vivir en paz al abrigo de amenazas y actos de fuerza, así como la relación de Israel con Siria y el Líbano
La representación de la aspiración islámica es ejercida por Hamás, una organización palestina creada en 1987 y que se declara “yihadista, nacionalista e islámica”. Su objetivo, definido en su carta fundacional, es el establecimiento de un estado islámico en la región histórica de Palestina, el cual tendría como territorio los actuales Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza, con capital en Jerusalén. Para lograr este objetivo, Hamás cuenta con una serie de organizaciones dependientes que desarrollan sus actividades en muy diversos ámbitos, que abarcan desde la asimilación cultural y religiosa a los jóvenes a través de sus escuelas religiosas islámicas, la asistencia social a los palestinos más necesitados y a las familias de sus propios miembros muertos o presos en cárceles israelíes, la representación en las instituciones políticas palestinas a través de la lista Cambio y Reforma, hasta las Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam, brazo armado de la organización responsable de llevar a cabo decenas de atentados terroristas contra Israel.
A lo largo de su historia, Hamás ha recibido apoyo económico de muchas partes, incluyendo a jeques petroleros del Golfo y a gobiernos como el de Irán, Arabia Saudí y Siria. También otros gobiernos, como el de Venezuela y Cuba, han sido acusados de proporcionarle apoyo
En las elecciones generales palestinas de 2006 el partido Cambio y Reforma, ligado a Hamás, obtuvo la mayoría absoluta, lo cual le otorgó la potestad de formar el gobierno que lideró Ismail Haniye, lo cual generó una serie de sanciones por parte de algunos países occidentales y árabes que consideraban terrorista a Hamás.  El 14 de junio de 2007 Haniye fue destituido por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina Mahmud Abbas y fue sustituido por Salam Fayad.  Haniye no admitió la destitución y continúa gobernando de facto la Franja de Gaza. Tras una serie de enfrentamientos y tensión creciente con su rival, la organización Al Fatah en 2007 las organizaciones armadas leales a la Autoridad Nacional Palestina de Hamás en la Franja de Gaza terminaron por expulsar del territorio a los partidarios de Al Fatah y se hicieron con el control total de la Franja. 
Desde entonces hasta la actualidad, Hamás gobierna la Autoridad Nacional Palestina de la Franja de Gaza, mientras su rival político Al Fatah mantiene el control de la ANP en Cisjordania.
A finales de diciembre de 2008 finalizó la tregua existente entre Hamás y el ejército israelí en la Franja de Gaza. Israel lanzó su primer ataque en la Franja de Gaza el 27 de diciembre de 2008, como represalia contra Hamás por el lanzamiento de cohetes desde Gaza hacia Israel. Un nuevo alto al fuego se decretó el 18 de enero del 2009, cuando Israel y Hamás declararon un cese de las operaciones militares. 
A pesar de esto, proyectiles y cohetes continuaron siendo disparados desde Gaza hacia los centros de población civil israelí, mientras que las Fuerzas de Defensa de Israel continuaron con sus ataques sobre la Franja de Gaza, situación que ha derivado en la situación actual, en la cual el “busca pleitos” es Hamás e Israel que no se hace esperar.  Actualmente Israel tiene tratados de paz vigentes con Egipto y Jordania que garantizan su convivencia pacífica.

La eficiencia del hampa venezolana 
En Venezuela, lejos de este conflicto, la situación debería ser diametralmente opuesta.  No obstante, a falta de guerra con otros países, conflictos internacionales o internos, existe una preocupante situación delictiva a la que el gobierno no le ha puesto freno.  Mientras el presupuesto para compra de armas aumenta, disminuye el asignado a seguridad de los ciudadanos.
A propósito del actual conflicto en el Medio Oriente, la situación venezolana ameritaría que sobre cada venezolano se construyera un “Iron Dome” al estilo del escudo de cohetería antiaérea que actualmente protege las principales ciudades israelíes de los misiles que a diario les son despachados desde la denominada Franja de Gaza.
Decimos esto, porque en la situación de conflicto que se está desarrollando entre Israel y Palestina, el escudo antimisiles israelí ha evitado que los cohetes disparados por los terroristas de Hamás causen las víctimas que espera el grupo terrorista.  A estas alturas del conflicto, Israel ha reportado solo tres víctimas entre la población durante los primeros días, mientras que en Venezuela en el mismo lapso el gobierno no le ha podido garantizar la vida por lo menos a 270 venezolanos.  Habría que pedirle al Ministro del Interior que en vez de estar creando más policías y anunciando planes inviables, debería al menos proveer a los venezolanos de un traje anti-balas o promover la importación de material de kevlar para la confección de prendas de vestir a prueba de balas.
Y es que la guerra venezolana hace suponer que la efectividad para el combate que posee el hampa es infinitamente superior a la de los israelíes.  
Mientras que en los primeros cinco días de intercambio de misiles, la cuenta de muertos en Gaza se elevaba a 52, el parte de guerra venezolano promedio es mayor que el israelí a razón de dos muertos por día, por lo que al comparar el período de cinco días, el saldo sería de 270 fallecidos.  No hay duda; el hampa venezolana es 5,2  veces más efectiva que el poderío militar tecnológico de Israel y no solo más efectiva sino que es más eficiente.
La cantidad de incursiones aéreas con sus costos asociados de combustible, armamento, depreciación de equipos y horas hombre para producir 52 muertes guardan una relación inversamente proporcional gigantesca con lo que le cuesta al hampa abatir a la misma cantidad de inocentes en las calles de Venezuela.

La guerra venezolana
Venezuela no sufre un conflicto armado interno, como Colombia ni la lucha contra los carteles, como en México. Mucho menos una guerra civil o muertes por razones étnicas o religiosas. Sin embargo, el país se ha convertido en uno de los lugares más violentos de la región. Casi 18.000 venezolanos, en su mayoría jóvenes, fueron asesinados en el 2011. El año 2012 indica que podría superarla.  La tasa de homicidios duplica a la de Colombia y es cuatro veces mayor a la actual de Irak. En el país de la "revolución bolivariana", la violencia está fuera de control.
A veces las estimaciones se quedan cortas como fue el caso de los asesinatos durante el año 2011.  Para noviembre del 2011, de acuerdo al Observatorio Venezolano de Violencia, en lo que iba de año se había registrado la página más violenta de todos los tiempos en Venezuela.  La proyección del año al mes de diciembre 2011 concluiría con 17.000 muertes violentas.  La realidad fue lapidaria con las estimaciones, porque al final del año la cifra se ubicó en 19.336 fallecidos, la mayoría jóvenes.
No obstante las alertas de las organizaciones no gubernamentales, la obstinada tesis del gobierno es que las cifras son alteradas y que “tan solo” se produce un total de 48 muertes por cada 100.000 habitantes, como si fuera poco que en un país tan violento como México, cuya tasa se ha mantenido estable en 18 asesinatos por cada 100 mil habitantes, a pesar del conflicto armado con el narcotráfico. También está por encima de Colombia, que logró bajar ese indicador a 41,8% en 2 décadas, en medio de una guerra de grupos irregulares y una lucha encarnizada entre carteles de la droga.
Cuando Hugo Chávez asumió el poder en 1999 heredó un problema difícil de resolver, pero su pésima gestión lo ha hecho imposible de atacar. Ya en ese entonces, Venezuela sufría los efectos negativos e injustos de un crecimiento económico explosivo. Los gobiernos anteriores no usaron las ganancias del petróleo debidamente para enfrentar de manera decidida la exclusión social y la pobreza. Mientras tanto, la criminalidad urbana y la corrupción política crecían día a día.
El régimen de Chávez prometió enfrentar estos problemas. Pero catorce años después, la situación ha empeorado visiblemente. 
El discurso oficial responde a las críticas indicando que el crimen es producto de causas estructurales, como la innegable pobreza o que se trata de "percepciones sociales de inseguridad". Así, el Gobierno minimiza la magnitud y el potencial destructivo de la violencia delictiva. Peor aún, algunas de sus actitudes incentivan un ambiente violento.
Ese es el caso cuando el Gobierno se muestra ambiguo frente a varios grupos armados o cuando es incapaz o no quiere hacer frente a la corrupción y a la complicidad delictiva en sectores de las fuerzas de seguridad. Además, su política de armar a los civiles "en defensa de la revolución" y la propia retórica incendiaria del presidente han contribuido a menoscabar la capacidad de las instituciones públicas de responder a las amenazas.
Asimismo, hay evidencia de un incremento de la actividad del crimen organizado internacional durante la última década. Por ejemplo, ante el acoso policial en Colombia, los capos  más buscados de ese país se trasladan hacia Venezuela, donde permanecen escondidos por años y es solo de manera fortuita cuando son descubiertos y arrestados.  Esto ha contribuido no solo al aumento de las tasas de homicidios, secuestros y extorsiones, sino también al crecimiento del microtráfico de drogas ilícitas. Como consecuencia, los barrios urbanos y pobres se han vuelto más violentos. Venezuela es ahora un corredor principal del narcotráfico. Organizaciones criminales se benefician de la corrupción generalizada y de la complicidad de las fuerzas de seguridad.
La fuerte politización de las fuerzas armadas causa también serios problemas. Su prioridad es defender al régimen y a la revolución primero y solo después responder a sus deberes constitucionales. La policía, a pesar de un intento aún inconcluso de reforma, es responsable de al menos el 20 por ciento de las muertes violentas, según información del propio gobierno. Los ataques a la independencia de jueces y fiscales han terminado neutralizando a buena parte del poder judicial. 
La prensa independiente lucha por sobrevivir. En un escenario tan conflictivo, los resortes institucionales para conducir investigaciones creíbles sobre el crimen y la corrupción son extremadamente frágiles.  Por ahora, la violencia política se mantiene más como una amenaza latente que como una realidad. 
El gobierno de Venezuela debe responder por sus propias acciones en los últimos años. Tiene que desarmar y desactivar las estructuras criminales, restaurar el Estado de Derecho y erradicar por lo menos el exceso de corrupción en las instituciones públicas. 
Según el sociólogo y director del Observatorio Venezolano de Violencia, Roberto Briceño León, se ha determinado que en Venezuela hay tres factores fundamentales que deberían regir a la sociedad y que no se cumplen: el primero es el rechazo al elogio a la violencia y el incumplimiento de las leyes; el segundo, la protección real que deben proveer los cuerpos de seguridad a los ciudadanos, y finalmente, debería existir un castigo eficaz a los delincuentes “El elogio de la violencia y de los violentos en los discursos, las milicias que se dice son guerrilla urbana, las estatuas de guerrilleros, las figuras violentas que adornan las oficinas públicas, todo eso que tiene una intencionalidad política posee un impacto en la violencia cotidiana

Mas muertos que en la guerra de Irak
La guerra de Irak cobró 162.000 muertos desde 2003 hasta su final. En Venezuela se registró el 76% de esas bajas en el mismo período y a pesar de haberse implementado al menos 20 planes de seguridad, los homicidios crecieron 223% en los últimos 14 años sumando un total de 155.788 asesinatos. Hasta los años 80, la tasa de homicidios del país se mantuvo en el promedio mundial de 8 por cada 100.000 habitantes. A partir de allí aumentó progresivamente hasta los 57 ciudadanos menos que el año pasado hubo por cada 100.000.
Según cifras presentadas por el Cuerpo de Investigación Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), el 40 % de los detenidos por los cuerpos de seguridad del Estado son menores de edad entre 13 y 17 años. 
La delincuencia juvenil es uno de los hechos sociales presentes en la población venezolana. Es considerado como uno de los temas más significativos en el país porque puede observarse más entre la población joven que entre la adulta.
Todas estas pérdidas de vidas humanas hacen de Venezuela un país de horror. El 95% de los asesinatos queda sin averiguación y sin justicia. La desorganización social en este aspecto ha llegado al punto en el que los familiares de los difuntos saben que es tiempo perdido el tratar de denunciar y mucho menos de llevar a tribunales a los asesinos. No les queda más remedio que esperar la justicia divina, que será la única que conozcan.

lunes, 5 de noviembre de 2012

La recluta electoral

En Venezuela fue proscrita la recluta militar, por inhumana y violatoria de los Derechos Humanos, pero el gobierno activó una perversa forma de recluta electoral destinada a obtener votos a la fuerza
Existe un hecho real e innegable en Venezuela al día de hoy; Hugo Chávez logró imponer sobre el formidable trabajo realizado por el candidato Henrique Capriles Radonsky, el poder de una descomunal maquinaria electoral.  Lamentablemente, uno de los engranajes de la maquinaria roja es la Guardia Nacional del Pueblo.
Dicha maquinaria, concebida como una estructura militar o piramidal, tiene el apoyo “operativo” de todas las instituciones del Estado venezolano, las cuales la proveen de recursos financieros y logísticos, pero por sobre todo, de la información necesaria para estar mil pasos delante de la oposición venezolana, tanto en materia electoral como política.
La lucha que se plantea en Venezuela no es la de MUD contra el PSUV solamente, sino que hay que meter en el “paquete” toda una lista de aliados del gobierno, comenzando por las instituciones que conforman el denominado Poder Moral, entre los que se incluye el CNE, los cuatro componentes de las Fuerzas Armadas, los Organos de Inteligencia del Estado y foráneos, etc
Aunado a lo anterior, se debe considerar los factores organización y pensamiento único presentes en la maquinaria del gobierno, frente a la diversidad de criterios que impera en la oposición, que varía desde los que apoyan las tesis más radicalmente violentas hasta la del voto inocente en un proceso electoral limpio.
De no corregirse la desigualdad, las oportunidades de la oposición frente al gobierno en todos los escenarios, serían las mismas que podría tener un equipo de amigos que se reúnen para correr en el Parque del Este frente al equipo de fondo de la selección nacional venezolana.
CNE: La Celestina del PSUV
El apoyo económico del PSUV no es materia de discusión.  Cualquiera que sea el canal de aprovisionamiento, llámense empresas del Estado, anstitutos autónomos”, gobernaciones o clandestinos provenientes del sector gobierno, el origen es el erario venezolano.  La existencia de tal apoyo, aunque representa un elemento de asimetría no necesariamente es definitorio de una contienda, sobre todo si se toma en cuenta que el nivel de insatisfacción social es enorme.  Hay que considerar también que el pago de dádivas de por si no representa para el gobierno una garantía de que los beneficiados voten a su favor, pero si logra llevarlos a votar de manera controlada, seguramente temerán depositar un voto contra el gobierno.
Un apoyo importante del CNE fue el de la creación de centros de votación “express” para el chavismo, con la excusa de “la necesidad de acercar estos puntos a los lugares donde habitan los ciudadanos y aliviar los sitios con mayor cantidad de personas”, premisa que por cierto en el caso de Miami fue aplicada a la inversa por el CNE.
Lo que si resultó decisivo el 7 de octubre fue la “colaboración” que le prestó el Consejo Nacional Electoral, consistente en la entrega del Padrón Electoral digital a los estrategas del PSUV, lo cual trajo como resultado que se pudiera hacer seguimiento a la participación de los beneficiarios del gobierno en la jornada electoral, permitiendo a éste saber quienes no se habían presentado a votar, por lo que acto seguido se aplicó el plan de localización para llevarlos al viejo estilo de la recluta forzosa (ellos lo llaman “labor de convencimiento”) al respectivo centro de votación. 
La creación de los centros express de una y dos mesas y con cantidades moderadas de electores y la entrega del padrón electoral permitieron en consecuencia aplicar un plan de movilización hacia dichos centros discreto y ordenado, donde se utilizó todo tipo de vehículos privados y públicos, incluyendo entre éstos últimos a motorizados de la Guardia Nacional.
La Guardia Nacional del gobierno
En el mes de septiembre del 2011, el gobierno creó un nuevo componente denominado Guardia Nacional del Pueblo, una unidad de la Guardia Nacional prácticamente independiente de su comando natural a la que se le asignó una ambigua misión institucional en la que se hacía énfasis en el incremento de los niveles de seguridad a las personas y sus bienes, así como la prevención del delito. Su misión principal según el gobierno, era reforzar la lucha contra el crimen.
Con el rimbombante cargo de “Comandante General” se encargó de la misma al General Miguel Vivas Landino y se le desplegó en nueve sectores del Distrito Capital, Miranda y el estado Vargas.  Posteriormente se amplió su cobertura a los estados Lara, Zulia, Carabobo y Nueva Esparta.
Entre las funciones que se le asignaron, se encuentra la de Articulación Social a través del “Programa Guardia del Pueblo”.  Dicha función comprende una serie de actividades como encuentros deportivos, charlas educativas y de prevención de drogas, jornadas conservacionistas, de salud, religiosas y de concientización socialista, esta última por cierto bastante alejada del espectro funcional original de la Guardia Nacional.
Otros organismos del Estado vinculados al programa fueron los ministerios de Cultura, Educación, Deporte, Alimentación, Salud, la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) y Prevención del Delito.
Cándidamente, muchos venezolanos tomamos la creación de la Guardia Nacional del Pueblo como un programa más del gobierno para combatir la inseguridad ignorando que más adelante en su seno se crearía un instrumento más para jugarle sucio al país durante las elecciones presidenciales.  Los generales de la Guardia Nacional Nestor Reverol, Sergio Rivero Marcano, Antonio Benavides y Miguel Vivas Landino, entre otros presentaron el contenido del “Programa Guardia del Pueblo” como el vehículo para colaborar con su Presidente para una movilización de votantes similar a la puesta en práctica en el año 2004 por el ejército.  Ahora, con la participación de la Guardia Nacional los resultados debían ser mejores.
Transcurrido un año de la creación de esta singular rama de la Guardia Nacional, la cual paradójicamente es independiente del Comando General del mismo componente, el gobierno le encomendó al General Miguel Vivas Landino una nueva misión para la jornada electoral del 7 de octubre.
Para “legalizar” frente a los Oficiales y Guardias Nacionales la misión encomendada a Vivas Landino, se utilizó el argumento de que esta era una de las funciones del programa Guardia del Pueblo como “articulador social” y así se les exigió a los efectivos de la Guardia fiel cumplimento de las órdenes relacionadas con el cumplimiento de la misión.  
Se planificó entonces el “DISPOSITIVO PARA LA COHESION Y ARTICULACIÓN DEL PODER POPULAR PARROQUIAL-GUARDIA DE PUEBLO-MLICIA BOLIVARIANA”, ordenándose a los comandantes de unidades hasta el nivel puesto de la Guardia Nacional la elaboración de un censo de Centros Comunales y posibles votantes para ser movilizados a los fines que ordenara el escalón superior.  El 7 de octubre se movilizaron para votar, pero también lo han hecho en otras oportunidades para asistir a concentraciones o marchas o del chavismo.
A nivel parroquial y en coordinación con el Comando de las Milicias, se utilizó la capacidad de liderazgo de los oficiales comandantes de unidades para crear la organización en la que participarían los representantes de la milicia en la zona, los representantes del PSUV y los de los Consejos Comunales, a quienes se les exigió el control de una cuota de personas.
Las planillas elaboradas en formato Excel recogen alguna información sobre las personas contacto en cada nivel: Grado, nombres y apellidos, cédula y/o número de teléfono.  En esa planilla se lleva el total de personas que pueden ser movilizadas.
Tomando como ejemplo una planilla destinada al control de la parroquia Charallave, se puede determinar que por la Guardia Nacional un Primer Teniente y un Sargento de Tropa contabilizaron un total de 4.607 personas por movilizar desde 24 sectores.  Los objetivos eran 33 Centros Electorales con un total de 136 mesas.  Allí, Capriles ganó solo en 30 mesas, mientras que Chávez lo hizo en las 106 restantes.  En cuanto a los votos obtenidos, el chavismo obtuvo 35.542 (64.09%) votos, mientras que Capriles solo logró 19.917 (35.91%).  Muy posiblemente el Primer Teniente Gremar Useche Sandoval, contribuyó con su recluta de votantes, a aumentar al menos entre 1% y 1.5% el porcentaje del chavismo en la parroquia de Charallave.
Pero es que la Guardia Nacional no fue el único “reclutador de votantes”.  En todos los estados, los distintos componentes tenían su operación montada.  Por ejemplo, en el estado Vargas, el Ejército y la Infantería de Marina actúan bajo las órdenes directas del Gobernador García Carneiro.
Plan de guerra del gobierno?
En los días previos al 7 de octubre, la Guardia Nacional realizó ante el Comando Estratégico Operacional una presentación del "Dispositivo para la cohesión y articulación del Poder Popular, Milicia Bolivariana, Guardia del Pueblo en defensa del Plan República y de la voluntad del soberano", en la cual se asignaron funciones a los integrantes del dispositivo una serie de funciones no contempladas anteriormente y se le agregó un objetivo general de “defensa del Plan República y de la voluntad del Soberano”. 
La hipótesis principal para la activación del dispositivo era el del desconocimiento de un eventual triunfo del chavismo en las Presidenciales y el uso de la violencia por parte de los seguidores de Capriles Radonsky, quienes atacarían objetivos como Miraflores, centrales eléctricas, la Asamblea Nacional, etc.  También se hacía mención a “cuadrillas regionales y municipales” del Comando Venezuela, “puntos de apoyo operativo”, “puntos de ebullición”. Con  este escenario violento, se presentó a los cuadros subalternos una jornada en la cual la oposición activaría un extenso plan de sabotaje en caso de que perdiera las elecciones.
Tal “plan violento”, el cual no pasó de una hipótesis de los órganos de inteligencia, constituyó uno de los elementos de motivación para mantener a la expectativa a los seguidores del gobierno por una parte, mientras que por la otra, se hacía creer a la oposición que la implementación del dispositivo constituía un plan del chavismo para desconocer el triunfo de la oposición e inclusive para mantenerse en el poder de manera “de facto” 
La exposición sobre el dispositivo en cuestión fue filtrada hasta la oposición como un presunto plan de guerra del gobierno y así fue difundido por algunos voceros no oficiales de la MUD.  Otros que tuvieron acceso fueron menos “escandalosos” y lo presentaron en su justa dimensión, mientras que muchos lo ignoraron por completo.
El hecho, es que en el fondo del dispositivo lo que subyacía, era entre otras, una organización para la movilización del chavismo con la finalidad de exprimir su capacidad de voto hasta la última gota.
Lo que si es cierto, es que dicha organización puede funcionar para cualquier otro fin, con lo que solo bastará con cambiarle el objetivo general.  Así veremos en el futuro, el "Dispositivo para la cohesión y articulación del Poder Popular, Milicia Bolivariana, Guardia del Pueblo” ... en defensa de lo que sea.
Una prueba contundente de la participación de la Guardia Nacional en la operación remolque del gobierno, es la herramienta de archivo en internet Google Drive, donde fueron colocados por un oficial de la Guardia Nacional 23 documentos en formato Excel con las listas de integrantes del DISPOSITIVO PARA LA COHESION Y ARTICULACIÓN DEL PODER POPULAR PARROQUIAL-GUARDIA DE PUEBLO-MLICIA BOLIVARIANA diseñado para las para las parroquias del Estado Miranda, según las cuales se podían movilizar a 38.042 activistas del chavismo.  Allí, se encuentran reseñados Oficiales y Sub Oficiales de tropa de la Guardia Nacional con su número de cédula y teléfono celular, entre ellos seis capitanes, cuatro tenientes, siete subtenientes (Primer Teniente).  Además se encuentran miembros de las Milicias, PSUV y Consejos Comunales, con sus números de teléfonos celulares. 
El resultado está a la vista
No solo el resultado electoral muestra la eficiencia de la maquinaria puesta en funcionamiento el 7 de octubre por el chavismo.  En la edición del 14 de octubre del diario el Universal, el periodista Joseph Poliszuk realizó un extraordinario trabajo en el que describe como funcionó la organización del gobierno desde un “Puesto de Comando” ubicado en la planta baja del edificio que sirvió de sede al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales en San Agustín.  Según los testimonios recogidos por Poliszuk, allí “Motorizados iban y venían de ese lugar para reportar los últimos traslados, así como recibir los nuevos nombres y direcciones de camaradas que aún no habían ratificado su apoyo en las urnas”.
Esto último coincide con información obtenida acerca de que en los centros de votación express del chavismo, al detenerse el voto de sus seguidores en horas de la mañana, se apeló a los cuadernos de votación para reportar a los puestos de comando los números de cédula de quienes aun no habían votado.  Allí se buscaba en los listados de las misiones dell chavismo sus direcciones para salir en su búsqueda.
El relato continúa en el artículo de Poliszuk "Con las listas se buscó a la gente", agrega Sulgeidys Maitán desde uno de los bastiones del chavismo”
La vinculación de la Guardia Nacional, ademas de lo evidenciado en los listados de la Guardia Nacional del Pueblo, se hace más evidente cuando Alexis Tovar, uno de los integrantes del Frente Motorizado Franco Arquímedes declaró a Poliszuk, "Nosotros tuvimos reuniones un mes antes de las elecciones con el general (Sergio) Rivero Marcano, que viene siendo el jefe a nivel nacional de lo que es la Guardia del Pueblo"
Indices interesantes
Si la oposición quiere revertir los resultados de las pasadas elecciones, deberá enfrentar de manera organizada la maquinaria del gobierno, determinando mesa por mesa la incidencia de la operación de recluta electoral o “remolque” y diseñando un mecanismo para subir los índices donde éstos bajaron.
A manera de información general, un análisis comparativo de los resultados por mesas en las Parlamentarias del 2010 y las Presidenciales del 2012 arrojó cifras y tendencias que manejadas por Estados, centros y mesas, podrían ayudar al diseño de estrategias que favorezcan a la oposición el 16 de diciembre.  De tal análisis se pudo determinar lo siguiente: La oposición perdió 4.961 mesas donde había ganado en el 2010 y ganó 462 donde había perdido.  Igualmente, aumentó su porcentaje de votos en 26.301 mesas pero lo disminuyó en 8.141, mientras que el gobierno disminuyó en 1.230 y aumentó en 33.656. 
Muy interesante es el contraste de los resultados del estado Táchira contra los nacionales:
Los porcentajes nacionales de la oposición subieron y al mismo tiempo bajaron los del gobierno en 663 mesas, lo que produjo una ventaja global de 10.458 votos para la oposición. 
Los porcentajes nacionales del chavismo subieron y bajaron los de la oposición en 7.577 mesas, lo que produjo una ventaja global para el gobierno de 706.573 votos. 
De los votos globales a nivel nacional, en el primero de los casos 9.691 se quedaron en el Táchira y solo 767 en el resto del país, mientras que en el segundo, el chavismo sacó una ventaja de solo 1.042 en el Táchira y 705.531 en el resto del país.
No todo está perdido para el 16 de diciembre y lo más importante, si es posible edificar para próximos procesos una estructura que derrote a la maquinaria chavista.

lunes, 22 de octubre de 2012

Como “ganó” Chávez

Definitivamente el proceso electoral venezolano ya no puede ser percibido ni analizado como un proceso electoral de un país democrático cualquiera.  El venezolano es el producto del “acuartelamiento” al que el “socialismo del siglo XXI” está sometiendo al país y de la subestimación de su maquinaria por parte de la oposición.  Mientras la oposición se comporta como una suma de partidos tradicionales, en estructura, organización y procedimientos, el partido de gobierno copió elementos esenciales del partido Acción Democrática, entre ellos su organización y algunos procedimientos como el de las dádivas y la “operación galope” el día de las elecciones y los actualizó  utilizando la experiencia militar de sus integrantes en los niveles estratégicos y tácticos.  
La creencia de que el aumento de votantes producido por el fenómeno Capriles y el deterioro de la imagen del gobierno iba a ser suficiente para derrotar a Chávez, llevó a la oposición a ignorar la estructura militar del PSUV, compuesta por batallones, pelotones y patrullas.
Para poder entender que ocurrió el 7 de octubre, que es lo mismo que lo ocurrido en todas los procesos anteriores, solo que en octubre se cumplió casi a la perfección, forzosamente tenemos que hacer antes algunas precisiones antes de dar una versión de lo que ocurrió realmente el 7 de octubre.
La experiencia militar del PUSV
Indudablemente que el aporte de la experiencia militar en la conformación de la estructura del PSUV y en los métodos utilizados para contabilizar y luego materializar la participación de sus integrantes en el proceso electoral venezolano ha sido determinante.  De hecho, el paquete completo ha sido exportado a otros países de latinoamerica con la finalidad de mantener a ciertos presidentes en el poder, por lo menos hasta que sus países queden totalmente a merced de la nueva tendencia socialista.
Mi participación en el Plan República entre 1983 y 1998, en los que la participación de las Fuerzas Armadas se circunscribía solo al resguardo del Orden Público y en donde se prohibía a los militares el acceso a los recintos electorales, me hizo testigo de como desde el exterior de los centros se percibía lo que estaba ocurriendo dentro, luego de la llegada de oleadas de votantes de último momento o durante el proceso de la totalización de los votos, donde se popularizó la frase “Acta mata voto”, experiencia que lógicamente también vivió Hugo Chávez y los militares que actualmente detentan el poder en su compañía.  Esta experiencia lógicamente no iba a ser desaprovechada, dada la efectividad que mostró tener a lo largo del proceso político venezolano anterior a 1998.
Un perfeccionamiento de tal método podría producir resultados aún mejores y el “Acta mata voto” no podía quedar a la discresionalidad de los miembros de mesa, así que se sometió el resultado del escrutinio a la inflexibilidad de una máquina “apartidista” y a la dictadura de “el voto”, por lo que se le dio plena vigencia a lo expresado por Hugo Chávez en su Aló Presidente Nº 182 del 15 de febrero del 2004: “esto no puede repetirse más nunca, independientemente de quien sea el presidente. Esa perversión del pasado, de la cuarta república de que acta mata voto, de poner a los muertos a firmar, eso tiene que acabarse pues es una de las causas más grandes del desastre de los venezolanos, de la moral”. El dilema se convirtió entonces en hacer que el voto fuera favorable a Chávez desde la raíz, evitando así la comisión de un fraude en la mitad o a final del proceso, con posibilidades de ser descubierto mediante alguna auditoría.
La solución del problema estaba “a la vuelta de la esquina”; en los cuarteles, precisamente  allí de donde vinieron Chávez, Ameliach, Reyes, Cabello, Carreño y muchos otros de los jerarcas políticos del PSUV. 
El denominado “Parte Numérico” de los integrantes de las unidades militares fue integrado al chavismo como instrumento de control de personal, solo quedaba asignarle personas a ese parte y la mejor forma fue mediante la captación y reclutamiento mediante el sistema de dádivas de sus integrantes o “misiones”. Así, el inventario de posibles votantes del chavismo puede estar rondando los anunciados 10 millones del gobierno, el problema  se reduce entonces a “como hacerlos votar favorablemente” e inclusive, como confirmarlos como adscritos al PSUV.
La guerra contra los partidos
Para luchar contra un enemigo como la oposición, era necesario primero destruir su infraestructura.  Así el primer paso fue la de cortar sus “rutas de abastecimiento” y destruir sus “puntos de abastecimiento”.  En consecuencia, se eliminó los subsidios a los partidos políticos y a algunas instituciones u organizaciones que pudieran financiarlos, así como también se desestimularon las vías alternas o no convencionales de financiamiento por no decir clandestinas. La Contraloría General de la República y el CNE jugaron allí un papel importantísimo a la hora de inhabilitar candidatos en todos los niveles.
Luego se puso en práctica su desarticulación política, vinculándolos a actividades que produjeran repudio en el resto de los venezolanos y falta de identificación con dichas organizaciones en sus integrantes, tales como el “golpismo’, el narcotráfico y otros delitos.
Esta fase del “Plan de Batalla” anunciado por Chávez, aunque tuvo éxito con los viejos partidos no pudo detener la aparición de otros nuevos y la identificación de un gran número de venezolanos con ellos como formas de organización contra la ineficiencia y los abusos del gobierno.
Conociendo al enemigo
Al momento de escribir este artículo, asumo que para la fecha de las elecciones, el Comando Venezuela conocía a la perfección como estaba estructurado la maquinaria a la que se iba a enfrentar, por lo que lo que a continuación se expone solo sería para hacerlo del conocimiento de aquellos ciudadanos no involucrados directamente en la estrategia electoral. 
Como se precisó anteriormente, la composición numérica del chavismo se encuentra estrictamente contabilizada.  Lo que tenía algunas fallas era la localización de sus integrantes, problema que fue resuelto para las Presidenciales del 2012 con la ayuda del CNE.  Con el transcurrir del tiempo y con cada proceso electoral, la maquinaria chavista ha ido evolucionando y es así que para las Presidenciales del 2006, se usó el mismo dispositivo usado en el Referendo Revocatorio del 2004, en el que se creó el escalón denominado “Circunscripciones”, solo que su nombre cambió a “Batallones” a los cuales se les asignó dependencia operativa de las “Brigadas Socialistas”. De estas Brigadas dependían entonces los Batallones y las “Patrullas Logísticas”;  a ambos se les asignó un Centro Electoral como objetivo. A cada Batallón se le colocaron tres “Patrullas Operativas” de 50 patrulleros y a cada una de ellas se le asignó una mesa de votación.
Para las elecciones parlamentarias del 2010, la forma de la estructura fue modificada pero no el fondo.  Así, del máximo nivel que era el Comando Nacional de Campaña Bolívar 200, se adscribieron 24 Comandos Estadales y a éstos 87 Comandos Circuitales. Lo importante es que a éstos últimos, se les asignaron 12.471 Unidades de Batalla Bolívar 200 a las que se les designó como objetivo un Centro Electoral y de ellas dependían 36.303 Patrullas Bolívar 200, es decir una por cada mesa electoral, en las que 50 patrulleros tenían la labor de “convencer” a los integrantes de cada mesa para que votaran a favor del gobierno.
Para las elecciones presidenciales y ante el resultado adverso de los comicios parlamentarios, desde el 2011 el PSUV se reorganizó y comenzó a trabajar a través de “Equipos Políticos Estadales” distribuidos en  “Regiones”, donde se desechó la estructura de Comandos Circuitales ya que esta estructura correspondía a la elección parlamentaria. A los Comandos Estadales se agregó la figura de los Comandos Parroquiales con la finalidad de poder llegar más directamente al elector antes de las elecciones. Desde el punto de vista operativo se conservaron las Unidades de Batalla y las Patrullas Bolívar 200, con la misma misión anterior sobre centros y mesas de votación. El escenario para que el gobierno produjera la “Victoria Perfecta” estaba preparado al detalle.
El CNE toma partido
El Consejo Nacional Electoral se ha empeñado en dar señales de transparencia, las cuales son evidentes tanto a nivel de información a los votantes, como en el aspecto de actualización y depuración del Registro Electoral Permanente.  Los casos en los que se presentan reclamos por difuntos incluidos en el REP, multicedulados o cualquier otro tipo de anormalidad, son atendidos y resueltos en cuanto se denuncian; los que aun persisten representan cantidades con incidencia insignificante en un proceso tan concurrido como el electoral venezolano.  Es decir, en lo que está a simple vista, el CNE se presenta impecable.  
No obstante, no le ha jugado limpio a los venezolanos, tal como se detalla a continuación:  
Para la organización del chavismo el CNE ha aportado la información confidencial de carácter electoral de los venezolanos, es decir a que centro y a que mesa se encuentra adscrito cada venezolano, lo cual se convierte en un instrumento formidable de localización cuando esta información se relaciona a través del número de cédula y recientemente por la fórmula decadactilar, con las bases de datos de los inscritos en cualquiera de los programas, instituciones, servicios o controles del gobierno, empleados públicos, etc. de tal manera que el gobierno ya sabe donde vota y donde vive cada uno quienes reciben algún tipo de ayuda. 
Lo que sigue ya queda en manos de las Patrullas Bolívar 200 quienes hacen que la localización y traslado del votante hasta su respectiva mesa de votación sea inmediata y efectiva. 
Otra forma de colaboración del CNE con el gobierno es mediante la manipulación selectiva de los Centros Electorales.  El crecimiento del Padrón Electoral demandó de la creación de nuevos Centros y Mesas Electorales, pero el CNE dispuso la creación de Centros y Mesas de Votación “express”, donde la información de todos sus votantes ha sido puesta a la orden de la maquinaria del gobierno.  Para los comicios del 7 de octubre, el 97.52% de los nuevos centros de votación creados fueron de una o dos mesas, lo que los hizo fácilmente manejables por parte de las Patrullas Bolívar 200.  El CNE usó como excusa “la necesidad de acercar estos puntos a los lugares donde habitan los ciudadanos y aliviar los sitios con mayor cantidad de personas”, pero la regla que aplicó el CNE fue la de desconcentrar las zonas donde el voto chavista es mayor y mantener la concentración en los lugares donde el voto mayoritario es el de la oposición. Caso excepcional resultó la aplicación de la norma del CNE a la inversa en Miami, donde lo que se hizo fue alejar a los puntos de los ciudadanos.
Pero no solo el CNE se ha parcializado hacia el chavismo a la hora de crear y ubicar los Centros Electorales” express”.  También previamente actuó de la misma manera con los centros de actualización del Registro Electoral.  Según un estudio de Voto Joven elaborado con información del CNE reveló que 77,4% de los centros de actualización fueron distribuidos en zonas en que el chavismo era mayoría.
La “maquinaria roja engrasada”, tal como se publicó en el 2010 no es mas que una simbiosis entre el PSUV y el CNE, donde ambos intercambian información para favorecer al partido de gobierno.  La estructura electoral muta para adecuarse a la circunstancia electoral, se crean centros de votación en lugares confinados o asociados ideológicamente con el Gobierno, como consejos comunales, módulos de Barrio Adentro y desarrollos urbanísticos, donde el secreto del voto es violado.  En ellos se restringe el acceso de los testigos de la oposición y se intimida a los electores.
Por ejemplo, en el 23 de Enero existen centros que funcionan en consejos comunales y en zonas donde operan colectivos como La Piedrita, José Leonardo Chirinos y Alexis Vive.  En la misma zona, existen 4 centros electorales de una sola mesa en una sola calle.  A las solicitudes colocar estos centros en sitios neutrales, el CNE ha respondido negativamente.
La “recluta” ahora es electoral
En su campaña electoral, el candidato del gobierno proclamó que ganaría la “batalla perfecta”. Esta arrogante expresión tenía suficientes fundamentos debido a la información que recibía de Francisco Ameliach desde su comando de campaña. El “parte numérico” le indicaba que por fin tendría la posibilidad de tener en sus manos la esperada cifra de diez millones de votos.
Aunque la cantidad de inscritos en el PSUV no se conoce realmente, la última cifra que se dio a conocer el pasado mes de junio fue 7.253.691, cifra en la cual se incluyen menores de 18 años, el gobierno maneja listados de direcciones, teléfonos y direcciones de email de venezolanos inscritos en sus programas sociales, por lo que la cifra de posibles “compatriotas por convencer” sobrepasa en un buen trecho la cifra de inscritos en el partido.
Un buen ejemplo de como funciona la que denomino “recluta electoral” lo constituyen las declaraciones de Adán Chávez el pasado 15 de junio en Barinas “La meta es visitar unos 230 mil hogares”.  Allí expresó que “el Comando de Campaña tiene una gran ventaja que es el aparato electoral, y el plan de batalla que se ve fortalecido con el recorrido casa a casa realizado por cada uno de los patrulleros y patrulleras, para alcanzar la victoria el 7 de octubre buscando más de 100 mil votos en el municipio Barinas”.
Revisando los resultados de las elecciones parlamentarias del 2010 en ese municipio, se encontró que un total de 115 centros con 401 mesas le aportaron 62.591 votos al chavismo.  La aspiración del gobernador de Barinas, que rondaba por los 37.409 votos adicionales no era descabellada.  El 7 de octubre 136 centros con 445 mesas produjeron un total de 94.895 votos, 5.105 menos de los esperados por Adán Chávez.
Como logró el chavismo que el Municipio Barinas aumentara la votación a su favor en un 35%? La respuesta es simple, mediante la aplicación del método de la recluta electoral entre otros. 
El instrumento principal para la práctica de la recluta electoral son las denominadas Patrullas Bolívar 200. Estas reciben un pago del gobierno por actuar durante la jornada. En su papel de votantes tienen asignados centros de una o dos mesas en las que votan muy rápidamente debido a que son conducidos de primeros a los centros electorales luego del “toque de diana” y a que dichos centros se encuentran ubicados estratégicamente, en los que pueden votar de manera más rápida que la oposición en sus centros abarrotados de mesas y personas.  Es así como aun antes del mediodía comienza el trabajo de acarreo de votantes, a quienes se localizan, según el PSUV, mediante el operativo 1x10, que no es más que el compromiso de cada militante activo del partido, de convencer a 5, 10 ó 15 personas para que voten el día de las elecciones.  
No obstante, existen fuentes bastante serias que afirman que el proceso es a la inversa.  A nivel central se confrontan las bases de datos de control ciudadano elaboradas por el gobierno en función a sus programas de ayuda y misiones con los del Consejo Nacional Electoral a fin de agruparlos geográficamente y asignarles Centros Electorales y Mesas de Votación.  El CNE crea los centros y mesas y les asigna un número de votantes inferior a los de cualquiera de los centros con más de 2 mesas, lo que los convierte en centros de votación “Express”.  
Así, en las tres primeras horas de votación ya ha sufragado la mayoría de los votantes registrados.  Es entonces cuando comienza la operación de acarreo de votantes, a las que se le denominó operación remate y que funciona como la repudiada “recluta militar”.  Para ello, desde el interior del Centro electoral se informa a las patrullas sobre los nombres de los electores que no se han presentado a votar.  Es allí donde se concreta la ejecución de los puntos 3 y 4 de las funciones de las Patrullas Bolívar 200. Punto 3: “Ubicar a todos los electores y electoras, incluso a los que aparecen como electores o electoras en la mesa de votación, pero ya no residen en la localidad o se encuentran de viaje. Se debe contactar a todos y todas, haciendo el mejor trabajo político y esfuerzo de convencimiento. Si falta un elector o electora por ubicar y atender, la misión estará incompleta. Todas y todos los integrantes de la comunidad son importantes y deben ser tomados en cuenta”. Punto 4: “Prestar atención especial a los electores y electoras que se identifiquen como “ni-ni”, e incluso a los escuálidos, siempre que no sean oligarcas. Con seguridad muchos de los “ni-ni” se convertirán en “sí-sí”, siempre que la tarea política de acercamiento, de convencimiento personal cara a cara, se realice de manera franca, creativa y sistemática.
El “esfuerzo de convencimiento” no es mas que la intimidación, la cual de manera notable y sistemática se hizo presente el 7 de octubre.  Ese día se utilizo un mecanismo de comunicaciones vía mensajería de texto a través del 489 usado en anteriores procesos, mediante el cual el Comando de Campaña Bolívar 200 controló a nivel nacional a todos los patrulleros usando una sofisticada base de datos en la que todos los teléfonos celulares estaban registrados para evitar la infiltración.
En las próximas elecciones regionales se utilizará la misma maquinaria, por lo que la oposición deberá implementar mecanismos inéditos con la finalidad de anularla en gran parte si es que pretende obtener resultados electorales favorables.
En tal sentido, además de exigir formalmente al CNE el cumplimiento de las garantías referentes al voto antes, durante y después de las elecciones, se deberán realizar acciones específicas de carácter informal, tales como: 
  1. Movilizar a los electores de las mesas identificadas como Centros de votación “express” para que voten antes de que sean “reclutados” por los patrulleros del PSUV.
  2. Iniciar una campaña psicológica entre la población susceptible de ser intimidada a fin de que se traslade por su propia voluntad hasta los centros de votación a tempranas horas del día.  El llamado sería a que vote libre antes de ser “reclutado”.  
  3. Reemplazar a todos aquellos testigos en cuya mesa se produjo un resultado adverso de carácter dudoso, como por ejemplo, aquellos donde se registró un índice de abstención menor al promedio nacional; donde se recibieron denuncias de violaciones al secreto del voto y no se dejó formal denuncia de los testigos; donde se mantuvo abierto el centro sin la concurrencia de personas  después de las 6 de la tarde o donde se cerró antes del plazo, etc.
  4.   Sobresaturar las comunicaciones de la línea 489 u otra que el gobierno destine para cumplir su función, con la finalidad de dificultar o impedir su utilización el día de las elecciones.
  5. Llevar hasta las zonas donde se instalaron los centros de una y dos mesas una campaña de captación de votantes arrepentidos de apoyar al gobierno.
  6.   En las zonas donde se concentró el voto chavista, presentar a la población que no pueda ser captado y que no desee votar, alternativas para evadir la recluta electoral: Usar tinta del mismo color de la indeleble en el dedo para simular haber votado o alejarse de sus viviendas o de su comunidad el día de las elecciones.
Lo más importante en los comicios regionales será no desactivarse por desaliento o por temor.  El voto voluntario es secreto, lo que no es secreto es el voto de los venezolanos reclutados.