domingo, 21 de agosto de 2011

Defensa a las Fuerzas Armadas venezolanas.

Las FAN se encuentran atrapadas entre la lisonja del gobierno y el repudio de la oposición.

La política venezolana, en cualquiera de sus dos versiones, el socialismo del siglo XXI o los diferentes sectores que se le oponen, les conviene ganarse el favor de las Fuerzas Armadas, a pesar que las vías son distintas: El gobierno lisonjeándoles y reclamando respeto hacia ellas, mientras que en la oposición, son más los que se abstienen de atacarla que los que la ridiculizan, insultan y menosprecian, bajo la premisa de que son los militares quienes se tienen que echar a cuestas el destino del país.

Tal pareciera que con su conducta, quienes atacan a las FAN por no actuar de acuerdo a sus intereses, estuvieran trabajando para que la oposición entera fuera aborrecida por nuestros militares. No obstante, convencido de que “quien no escucha consejo no llega a viejo”, deseo contribuir con aquellos con quienes comparto una profunda adversión al régimen que detenta el poder en Venezuela, en mi condición de profundo conocedor de la conducta colectiva de las FAN y sobre todo, bien informado de la situación actual, les recomiendo, si les es posible abstenerse de usar métodos repudiables contra la institución armada, que den un paso al lado para que aquellos en quienes la razón tiene un peso importante a la hora de la emisión de juicios sobre la posición de los militares en la diatriba política, lo hagan en base a una sana crítica sobre individualidades y nunca sobre la injusta generalización de los pecados de unos pocos políticos vestidos de uniforme.

De la otra parte, el gobierno, ha habido más consistencia en el discurso y en las posiciones, en una aparente defensa de las Fuerzas Armadas ante ataques, unos reales y otros inventados por voceros, sobre todo, del Alto Mando institucional.

Por ejemplo hoy, estuve viendo con atención la entrevista que le hizo este domingo José Vicente Rangel al Ministro de la Defensa o mejor dicho, la clase que le dio este dinosaurio político al ignorante General Mata Figueroa sobre la mejor manera de responder a sus preguntas. Al respecto, sentí mucha pena por la triste imagen que irradia este General revolucionario y por la pobreza de sus respuestas, afirmativas en todo momento ante las afirmaciones que a manera de “remiendo de capote” hacía el viejo zorro vendedor de imagen, cada vez que el intelecto del General se estrellaba contra la ignorancia supina o iba por el camino equivocado.

Por ejemplo, cuando José Vicente le preguntó sobre si las Fuerzas Armadas eran apolíticas, no solo afirmó que en el pasado lo eran, sino que en el presente se encontraban al margen de la Constitución Nacional, tal como era su propio caso y como si el resto de los integrantes de la Institución tuvieran el derecho de hacerlo libremente. Para colmo, José Vicente debió liberarlo del bochorno, al auxiliarlo cuando el balbuceante margariteño, afirmaba que las FAN eran políticas porque ellas “tenían que ver con la Política de Defensa”. Que a estas alturas, un funcionario militar con rango de Ministro y menos del de Defensa, no sepa diferenciar entre ser ejecutor de las Políticas de Estado en materia de Seguridad y Defensa, y ser activista de la diatriba política partidista o defensor de una revolución proscrita nada más y nada menos que por la Constitución Nacional, es lamentable e inexcusable.

Al ver a Mata Figueroa evocando la figura de Blanca Ibañez, a quien no tuvo la valentía de mencionar como la autora de favores a militares de su entorno a la hora de los ascensos, ni de especificar los hechos por los que la traía a colación, sentí verdadera lástima por nuestra Fuerza Armada y por todos aquellos subalternos que por imperativo de la Constitución Nacional y las Leyes de la República, deben Obediencia, Respeto y Subordinación a esta clase de políticos ocasionales uniformados.

Otro detalle que no puede escaparse a la atención de cualquier observador, es la afirmación automática del Ministro, ante una pregunta de José Vicente en relación a planes del “Imperio” de convertir a las Fuerzas Armadas en policías y a la admisión de que las FAN manejan información de inteligencia sobre acciones desestabilizadores contra la Democracia, información que todos sabemos que es falsa y que se corresponde con una campaña interna dirigida desde hace un buen tiempo para tratar de convencer a los hombres y mujeres militares del país de que a las Fuerzas Armadas les espera como destino la función de Policías con un nuevo gobierno por exigencias imperiales o que desde la oposición venezolana se preparan planes subversivos y de carácter terrorista, donde las FAN son el blanco predilecto e inclusive el diseño de escenarios de desconocimiento del resultado electoral si éste le fuera favorable al gobierno.

Esta operación psicológica, junto con la de satanización de cualquier acción que pudiera ser calificada de golpista, ha hecho mella en las FAN, y si a esto le aunamos los ataques de algunos opositores desbocados y desconocedores de la Institución y de sus códigos de comunicación internos, nos encontramos con un panorama poco prometedor en el momento de la definición política más importante para el país.

Por todo lo anterior, nuevamente solicito mediante estas líneas, el respeto a la Institución de las Fuerzas Armadas venezolanas, a sus anómimos mujeres y hombres y a sus decisiones. Exhorto a los venezolanos a evitar el ataque infundado y despiadado en su contra, a la generalización injusta de los vicios y corruptelas de unos pocos y a la identificación de los verdaderos traidores de la tradición militar venezolana.

domingo, 14 de agosto de 2011

Pánico en Miraflores

Perder el poder asusta, pero aún más, tener que rendir cuentas.

Mantenerse en el poder frente a un país inerme durante 13 años ha resultado fácil para el chavismo, pero lo que ha sido muy difícil y que se convirtió en un símil de la leyenda mitológica de Sísifo, ha sido tomar el control total de la vida de los venezolanos. Muchos han sido los embates que ha lanzado contra nuestro pueblo este voraz gobierno, el cual se ha mantenido vigente, solo gracias al pacífico empeño de los venezolanos en tratar de llevar en socialismo la vida que acostumbraron por años y no como resultado de la sistemática aplicación de los métodos comunistas para subyugar a los pueblos.

Afortunadamente para los venezolanos, la imposibilidad del gobierno para acudir al método violento que se conoció en Cuba, la condena internacional a las violaciones de los Derechos Humanos, el avance de las comunicaciones, la resistencia de algunos grupos a sucumbir, aunados a la ineficiencia, avaricia, mediocridad y cobardía de los súbditos de la Corte de Miraflores, ha hecho que la película gobiernera rodara en cámara lenta todos estos años, hasta el punto en que la roca que empuja el Sísifo criollo ya no sube más, sino que por el contrario, en vez de empujarla hacia la cima, el gobierno hace desesperados intentos para evitar ser aplastado.

Pareciera otra coincidencia con el mito, el carácter punitivo que adquiere el obstinado esfuerzo del gobierno para “coronar” su proyecto revolucionario, a pesar de los retardos, paradas abruptas y retrocesos que ha sufrido todos estos años, frente a la empinada cuesta que representa la voluntad de los venezolanos. Para colmo, tal castigo al chavismo se agrava en uno de esos momentos en que parecieran acercarse a la meta, cuando al sometido a la penuria, tal como en la mitología, los dioses añaden una enfermedad, para Sísifo la ceguera que lo acompañará eternamente en su castigo y para Hugo Chávez algo peor que no augura sufrimiento eterno ni de larga duración.

Diríamos que en términos militares, el chavismo aunque alcanzó la victoria, no ha consolidaddo el objetivo, y por “los vientos que soplan”, nunca lo podrá consolidar, hecho que la arrebata el carácter victorioso para adjudicarle el de intento fallido en alcanzar el poder total.

Ahora que el chavismo parece “ahogarse en la orilla”, comienza de nuevo el acostumbrado despliegue de advertencias, amenazas e intimidaciones para evitar que la oposición, ubicada en la senda correcta, la electoral, no incurra en el error de cambiar hacia la vía “De Facto”, posibilidad que ni el más desprevenido aprendiz de analista político podría considerar. Pero tales advertencias del gobierno no solo no tienen fundamento, sino que forman parte de una operación psicológica de desinformación dirigida tanto hacia la población civil como a las Fuerzas Armadas, para sembrar en el subconsciente de todos los venezolanos enemigos inexistentes. Diríamos que el Sísifo venezolano está empujando de nuevo la piedra, pero esta vez el miedo que se le devuelva definitivamente lo está alejando de su propósito inicial. Así será el miedo de Hugo de perder definitivamente su roca, contagioso por cierto, que el cáncer que amenaza con aniquilarlo es nada, comparado con la idea de la pérdida del poder. Tal vez por eso su frase “Que es un cáncer pa’ mi?”

martes, 9 de agosto de 2011

Ciudadano
General en Jefe Carlos Mata Figueroa
Ministro de la Defensa
Su Despacho.


Me dirijo a usted en la incómoda pero necesaria ocasión de hacer algunas acotaciones a su pedido de respeto para las Fuerzas Armadas Nacionales, por parte de “los apátridas y a la canalla”, hecho público por usted el pasado 8 de agosto del presente año.

Al respecto, deseo manifestarle que concuerdo perfectamente con usted en el sentido de que las Fuerzas Armadas merecen respeto, así como también que ameritan se les ratifique el lugar especial que deberían ocupan en el seno de la sociedad venezolana, espacio que por cierto se ha ido reduciendo por razones ajenas a su naturaleza militar y como producto del excesivo abuso político de su imagen, al vincularlas a causas innobles y reñidas con la esencia de sus principios institucionales, las leyes militares y la Constitución de la República de Venezuela.

Al mismo tiempo considero, que se les debe resarcir el terrible daño que se les ha infligido al convertirlas en inerme y mansa aliada de los sanguinarios ejecutores a mansalva de sus propios hijos: las FARC, el ELN, invasores cubanos y los infiltrados en su seno que en los años 60, fueron los responsables por el derramamiento de la preciosa sangre de soldados y oficiales en las calles de Puerto Cabello, Barcelona y Carúpano.

Son igualmente merecedoras de un desagravio, por el irrespetuoso sometimiento al escarnio público al que han sido sometidas en los últimos años, al convertir los vistosos y marciales desfiles militares en las que han participado históricamente, en comparsas donde unidades enteras, víctimas de diseñadores ansiosos por amasar una fortuna a corto plazo, han sido disfrazadas con cuanto trapo se les ha ocurrido, con uniformes históricos y alegóricos no contemplados en Reglamento de Uniformes alguno.

En cuanto a su mensaje, cito “no se equivoquen con la FANB, no crean que aquí están los patanes de antes”, le recuerdo que tanto ahora como antes, las Fuerzas Armadas Venezolanas han sido conformadas por todo tipo de personas, entre las que prevalecen Oficiales, Sub Oficiales y tropas decentes, honestas y honorables, y que las excepciones han quedado para quienes retando al debido comportamiento de los militares de mar y tierra, han manifestado, como todo buen patán, que no respetarán la decisión del pueblo si les fuera adversa; los supuestos “patanes de antes” jamás acudieron a los medios para pronunciar tales barbaridades.

Por último, señor General en Jefe, antes que intente descalificarme ante su conciencia o terceros por no formar parte del oprobioso sistema que pretende aplastar a mis queridas Fuerzas Armadas y por escribirle estas verdades, quiero que esté bien claro en que a pesar que usted insistirá en llamarme golpista, yo me siento honrado por mis acciones en un momento crucial para la República como lo fue el 11 de abril del 2002, por sumarme a la voz de alerta sobre el triste destino que asomaba en el horizonte de las Fuerzas Armadas y sobre el peligro que representaba para el país, la alianza del gobierno con la guerrilla colombiana, hecho que el tiempo ha demostrado hasta la saciedad.

Jamás la Patria de los Castro prevalecerá sobre la Patria de Bolívar. Nunca la milicia cubano-venezolana concebida en la Sierra Maestra cubana y en las playas venezolanas de Machurucuto, podrán ocupar el sitial de honor de las gloriosas Fuerzas Armadas Venezolanas nacientes de Carabobo y de la gesta libertadora.



PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE...

Vivirá la Patria.





domingo, 7 de agosto de 2011

... Que es el cáncer pa’ mi? ... comparado con la tarjeta unitaria.

Los doctores y el G-2 cubano dicen que el cáncer hizo metástasis fuera del cuerpo de Chávez.

Tal como le he venido sosteniendo, la única salida que queda para los venezolanos de los dos bandos, gobierno y oposición, es la democrática y constitucional del voto. El único enfrentamiento posible y digerible para la comunidad internacional es el electoral; cualquier otra salida estaría en manos del gobierno, sin embargo, el jefe del partido rojo hace unas cuantas horas habló de que tal carta estaría en manos de la oposición. Tal pareciera que los humildes chavistas tuvieran razón cuando dicen que a Chávez lo tienen engañado, lo cual de acuerdo a sus palabras podría ser cierto. Es muy posible que el entorno de Chávez le oculta muchas cosas y al mismo tiempo lo tiene enterado de otras que no son ciertas, todo con la finalidad de mantener sus cuotas de poder y de “amamantamiento”.

Al escenario electoral se agregó un nuevo elemento surgido de un quirófano cubano y de un diagnóstico secretísimo que se esparció como producto de una errada política de ocultamiento frente a una opinión pública experta en “leerle la seña” al gobierno. Ante la nueva, ineludible y dura realidad chavista, la oportunidad “la pintan calva”, sin alusiones al resultado de quimioterapia alguna, para la oposición venezolana.

No obstante las nuevas variables, el escenario electoral se torna incierto para los opositores por muchas razones que emergen, tanto del lado de la oposición como de los seguidores del gobierno. En tal sentido los que no quieren más a Chávez en el gobierno se debaten bajo el influjo de algunas percepciones como las siguientes:

1. El gobierno es imbatible porque tiene el poder del fraude a franca disposición: Nada más falso que esto, el verdadero fraude es el ejercicio de una serie de maniobras con el objetivo de desalentar el voto opositor. Es cierto que el gobierno ejerce el ventajismo electoral y mantiene infiltrado en el Registro Electoral Permanente una indeterminada cantidad de votantes que solo son efectivos si pueden ir a votar. El famoso fraude electrónico que invierte votos y hace que de poblaciones de 500 votantes salgan 100.000 votos y hasta un millón como algunos aseguran, nunca existió y las posibilidades que se de es nula. Los impulsores de la existencia del fraude que daría la victoria holgadamente al gobierno provienen de tres fuentes: De la operación de inteligencia de desinformación cubano-venezolana, que siembra más que la duda, la certeza de que va a ocurrir un fraude multiplicador de votos, al afirmar que en el próximo evento la avalancha de votos a favor será descomunal; recuerdan los 10 millones de votos anunciados por el gobierno?. La segunda fuente son elementos pagados por el gobierno, quienes a la espera de tales oportunidades, viven en la ambigüedad política para lograr credibilidad en sus pronósticos y “descubrimientos” y por último, la tercera fuente, surgida de la oposición desinformada, que se hace eco fácil de los rumores y de cualquier campaña de desinformación que se lance a la calle.

2. El gobierno no tiene suficientes seguidores, pero el fraude es el que ha ganado todo el tiempo. Esta falsa y fatalista percepción sería la confirmación conveniente a la teoría del fraude general que hasta el momento el gobierno se esfuerza por mantener vigente. Como las maniobras del chavismo para desalentar el voto, única salida posible en la actualidad, no fueran suficientes, algunos sectores extremistas de la oposición lanzan señales desde todos lados para lograr adeptos a salidas imposibles lideradas por ellos, sin reparar en el daño que puedan hacer al futuro del país y a una oportunidad constitucional, moral y posible por la vía del voto, única opción válida internacionalmente e inclusive frente a una apreciable cantidad de venezolanos que creen en la oferta gubernamental. Por ejemplo, en las elecciones parlamentarias de septiembre del 2010, a pesar que la oposición en término absolutos fue la ganadora, la proporción de Diputados a la Asamblea General ha sido tomada como la indicadora de que fue el gobierno el ganador: Por el gobierno para aparentar una fortaleza que están lejos de poseer y por los disidentes de la opción constitucional para justificar sus “lucha”. La realidad dista mucho de ambas tendencias debido a que los resultados, infinitamente mayores a los logrados en el 2005 cuando se impuso la tesis de la abstención, afin a la tendencia extremista, produciendo la ausencia de votantes que dejó las manos libres en materia legislativa al gobierno al producirse el saldo de cero diputados. Las parlamentarias del 2010, además que en votos absolutos fue una derrota para el gobierno, abrió curules para 67 diputados opositores en un amañado sistema de circuitos donde el gobierno en vez de cantar lloró cuando vio esfumados sus esfuerzos por lograr la elección prevista para un rango de 125 hasta 140 diputados, lo cual representó una derrota adicional, esta vez sobre las aspiraciones del gobierno, hecho que la inconformidad del sector opositor dejó pasar por alto. Si el gobierno no tuviera seguidores en cantidades suficientes para producir resultados apreciables, la maquinaria gubernamental no se manifestara en las magnitudes que lo ha hecho hasta el momento ni la desesperación en algunas zonas no se hiciera tan patente, donde el esfuerzo gubernamental por ganar en regiones clave es inmenso y sin embargo, el voto le ha resultado esquivo desde que comenzó su declive, como es en el caso de Zulia, Nueva Esparta, Táchira, Miranda, etc. Sin embargo, por ejemplo, ignorar que del gobierno dependen más votantes que de la industria privada es un error táctico tremendo al tratar de buscar votos por la vía del bozal de arepas. Igualmente resulta un craso error creer que todos los que se declaran enemigos del gobierno son sus enemigos comercial o monetariamente; basta con que hagan una encuesta entre sus allegados antichavistas viscerales y luego pídanles que les muestren su dedo entintado el día de las elecciones.

3. El gobierno tiene de su parte a las Fuerzas Armadas: Esa es la mentira más grande que he debido escuchar en torno a las supuestas fortalezas del gobierno chavista. Están de parte del gobierno solo un grupo de Generales corruptos y cobardes que en connivencia con oficiales y suboficiales que conforman parte de sus equipos de trabajo, quienes son conocidos y señalados por sus superiores, compañeros de promociones y subalternos. Algo parecido a lo que ocurriera antes en su seno, si no, que los digan quienes durante el mandato del Presidente Caldera, vieron a las Fuerzas Armadas sometidas a los designios del General Rubén Matías Rojas Pérez y del General retirado de la Guardia Rafael Rivas Ostos, a través de sus tentáculos en las otras Fuerzas como el General Freddy Alcázar Weir y Ramón Rodríguez Mayol en la Guardia Nacional, Victor Cruz Wefer en el Ejército, Jorge Sierralta Zavarce en la Armada, oficiales que desde posiciones inferiores daban órdenes a sus Comandantes Generales para armar el tinglado que mas favoreciera las corruptelas del gobierno y dentro de las Fuerzas Armadas. Hoy la mayoría de nuestras Fuerzas Armadas se mantienen fieles a los principios de obediencia y subordinación a sus superiores y atrapados en una paradoja constitucional, en medio de la cual, el gobierno ejerce presiones pretendiendo obligarlos a declararse socialistas de corazón y una oposición que los agravia e ignora, porque no insurgen contra su propio Comandante en Jefe, acción que por cierto no es del agrado de ningún gobierno del planeta, por más que no quiera a Hugo Chávez en el poder.

4. La oposición tiene la mayoría suficiente para ganar unas elecciones limpias: Esta es la percepción más cercana a la realidad por cuanto a cada minuto que pasa la mayoría de la simpatía es mayor, lo cual no significa que quienes viven del gobierno son capaces de sacrificar sus empleos por la Patria o que quienes por otras razones se excusan de cumplir con su deber debido a que lo ven como un derecho y como tal, pueden dejar de ejercerlo. Igualmente la sensación de que ante el triunfo seguro el voto individual no pueda ser necesario y de que uno más sería un viaje inútil al Centro de Votación, nos coloca ante la tarea de que hay que arrancar del subconsciente de los venezolanos tal impresión. Nos sorprendería la cantidad de personas que dejan de votar razones fútiles e incomprensibles ante el momento histórico que se vive en cada elección y cuya intención de voto estaría de nuestro lado de llegar a materializarse. Sin embargo, bajo la percepción de que se pueden ganar elecciones limpias, se da por descontado que el opositor no es un mañoso, de cuyas trampas puedan emerger resultados como votos nulos, cambios de residencias hacia sitios de difícil o imposible acceso, sobre todo para votantes que revisan su lugar de votación el último día u otras maniobras restrictivas sobre el voto opositor.

Las anteriores percepciones de nuestros votantes, los de oposición, podrían influir de manera negativa los resultados de la próxima contienda, a menos que se genere una matriz más fuerte y generalizada de opinión sobre el escenario en que se realizarán las elecciones del 2012. Una buena forma de comenzar, ante la arremetida del gobierno contra la Mesa de la Unidad, es vendiendo al electorado las bondades de la última novedad, la tarjeta unitaria de la oposición al gobierno.

En tal sentido, el trabajo comienza por el camino a la elección sin traumas del candidato de la unidad el próximo mes de septiembre del 2012, con vías a enfrentarlo con éxito al candidato del gobierno, quien quiera que sea, olvidándonos de que Hugo Chávez podría ser quitado del medio por designios divinos. El paso siguiente sería la presentación a nuestros electores de las ventajas comparativas del uso de una tarjeta unitaria para la elección presidencial y luego, el compromiso de todos los candidatos a la preselección, de apoyar al ganador personalmente, y poniendo a su disposición todos sus recursos.

Por el camino que vamos, los dolores de Hugo Chávez no se ciñen exclusivamente al inofensivo, intrascendente y menospreciado “abceso pélvico” que se le diagnosticara hace un par de meses, sino que se incrementarán tratando de explicar la anunciada “estafa” de la oposición, estafa ante la cual se mostró tan indefenso que ni siquiera atinó a ordenarle a INDEPABIS que interviniera o al SEBIN que la investigara.

A Hugo Chávez, aún sin el presunto cáncer que lo aqueja, se le antoja que es más importante evitar que la Mesa de la Unidad le cree un comando de campaña unitario y mucho mas que le coloque en el tarjetón del CNE una tarjeta mediante la cual los venezolanos que no simpatizan con los partidos políticos tradicionales elijan al hombre o mujer que rija los destinos del país para después del 2012, dejando a la Revolución del Siglo XXI en la búsqueda de una “chivera” en la subida al Junquito para esperar que se la coma el óxido, el sol y la humedad.

No es del agrado de Hugo, que en vez de una tarjeta única, que pareciera chiquita y solitaria en un tarjetón lleno de todos los rojos posibles, sea una más de las tantas que en septiembre le sentaron 67 opositores en una Asamblea General 100% obediente, con el agravante de que mediante esta tarjeta unitaria, por una parte, los partidos tradicionales aprenderán una lección de los venezolanos, mientras que por la otra, una buena parte de los siete millones de Ni Nis que vegetan en el REP se animarán a hacerse sentir en el escenario electoral del 2012.

Para colmo de Chávez, en el escenario económico, todos los países del orbe se preparan para una posible debacle económica como la ocurrida en el 2008, que de presentarse podría estrellar nuevamente los precios del petróleo en un abismo, de donde los brazos de la Revolución del Siglo XXI no podrán extraer el dinero para pagar sus lealtades.

Como dijo Hugo.. Que es un cáncer pa’ mi? ... Comparado con la tarjeta unitaria y todo lo que se le viene encima.